miércoles, 30 de diciembre de 2015

REFLEXIONES SOBRE EL MARXISMO (IV(


La razón”, puesta en el centro del proscenio histórico por la Filosofía de las Luces y la nueva metafísica de Hegel no dio respuesta a dos problemas fundamentales que tenía planteados la filosofía: el origen del mundo y la desigualdad social.

La negación de los argumentos de los teólogos, en la primera, deja en pie, no obstante, la existencia de un “creador”, de un “Primer motor” (el “primus motor” de Aristóteles) y el “Ser Supremo” de los jacobinos, que Rosenthal y Iudín, explican de esta manera en su “Diccionario Filosófico”:

“El materialismo mecanicista es una de las fases en el desarrollo de la filosofía materialista. El materialismo mecanicista trata de interpretar todos los fenómenos de la Naturaleza con la ayuda de las leyes de la mecánica y de reducir todos los procesos y fenómenos cualitativamente distintos de la Naturaleza (químicos, biológicos, psíquicos, etc.) a procesos mecánicos. El movimiento no es considerado como un cambio en general, sino como el desplazamiento mecánico de los cuerpos en el espacio, resultado de una acción externa, del choque de un cuerpo con otro.” (…).

“El materialismo mecanicista era en su tiempo (siglos XVII y XVIII) una etapa históricamente necesaria y progresista en el desarrollo de la filosofía materialista. Esta forma del materialismo fue condicionada por el hecho de que por aquel entonces sólo la mecánica y las matemáticas, de entre todas las ciencias, habían alcanzado ya un nivel de desarrollo relativamente alto”.

Por su parte, la nueva metafísica de Hegel partía de “una idea que era, al mismo tiempo la nada” (Dios), para explicar el origen del mundo, apoyándose en el “Evangelio de San Juan” (“Nuevo Testamento”): “En el principio era el verbo y el verbo era Dios” – (1:1-3).

En la Introducción, parágrafo 1º, de su obra, “Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas” (1817), Hegel afirma: “La filosofía carece de una ventaja de la que gozan las otras ciencias. No puede, como ellas, retener por el resto de su existencia los objetos naturales admitidos por su conciencia. Los objetos de la filosofía, es cierto, son como los de la religión. En ambas, el objetivo es la verdad, en el sentido de que Dios y únicamente Dios, es la verdad”.

El segundo problema –la desigualdad social-, es, en “La Filosofía de las Luces”, abordado por J.J. Rousseau en su obra “Discurso sobre los fundamentos de1a desigualdad entre los hombres” (1754).

El autor se pregunta:

 “¿Cómo conocer la fuente de la desigualdad entre los hombres, si antes no se les conoce a ellos? Y ¿Cómo llegará el hombre a contemplarse tal cual lo ha formado la naturaleza, a través de todos los cambios que la sucesión del tiempo y de las cosas ha debido producir en su complexión original, y distinguir entre lo que forma su propia constitución y lo que las circunstancias y su progreso han añadido o cambiado a su estado primitivo? Semejante a la estatua de Glauco, que el tiempo, el mar y las tormentas habían de tal suerte desfigurado que parecía más bien una bestia feroz que un dios, el alma humana, alterada en el seno de la sociedad por mil causas que se renuevan sin cesar, por la adquisición de una multitud de conocimientos y de errores, por las modificaciones efectuadas en la constitución de los cuerpos y por el choque continuo de las pasiones, ha, por decirlo así, cambiado de apariencia hasta tal punto, que es casi incognoscible, encontrándose, en vez del ser activo que obra siempre bajo principios ciertos e invariables, en vez de la celeste y majestuosa sencillez que su autor habíale impreso,el deforme contraste de la pasión que cree razonar y el entendimiento que delira” (Prefacio).

Engels considera en su “Antiduhring” (1878), que Rousseau utiliza en esta obra la dialéctica (el movimiento, el cambio social), pero sin conexión con la filosofía, bajo la influencia, en el siglo XvIII, del “modo metafísico de pensar inglés” que Rosenthal y Iudín describen así:

“El método metafísico fue una fase, históricamente condicionada, en la evolución del pensamiento humano. La desintegración de la Naturaleza en sus partes integrantes, la división de los diversos fenómenos y objetos de la Naturaleza en determinadas clases, fue condición importantísima para los enormes éxitos que las ciencias naturales habían alcanzado durante los siglos XV-XVIII. Pero este modo de estudio dejó el hábito de examinar los objetos y los fenómenos al margen de sus conexiones, al margen del desarrollo y del cambio. “Para el metafísico, las cosas y sus imágenes mentales, es decir, los conceptos, son objetos aislados, inmutables, fijos, dados de una vez para siempre, enfocados uno tras otro e independientemente el uno del otro” (Engels).

En la obra citada, Engels explica el paso siguiente de la filosofía –el materialismo dialéctico-, y el nacimiento de la “Teoría del Socialismo Científico”:

“El socialismo moderno es ante todo, por su contenido, el producto de la percepción de las contraposiciones de clase entre poseedores y desposeídos, asalariados y burgueses, por una parte, y de la anarquía reinante en la producción, por otra. Pero, por su forma teorética, se presenta inicialmente como una ulterior continuación, en apariencia más consecuente, de los principios sentados por los grandes ilustrados franceses del siglo XVIII. Como toda nueva teoría, el socialismo moderno tuvo que enlazar con el material mental que halló ya presente, por más que sus raíces estuvieran en los hechos económicos.

Continúa Engels más adelante:

“Cuando sometemos a la consideración del pensamiento la naturaleza o la historia humana, o nuestra propia actividad espiritual, se nos ofrece por de pronto la estampa de un infinito entrelazamiento de conexiones e interacciones, en el cual nada permanece siendo lo que era, ni como era ni donde era, sino que todo se mueve, se transforma, deviene y perece.
Esta concepción del mundo, primaria e ingenua, pero correcta en cuanto a la cosa, es la de la antigua filosofía griega, y ha sido claramente formulada por vez primera por Heráclito: todo es y no es, pues todo fluye, se encuentra en constante modificación, sumido en constante devenir y perecer. Pero esta concepción, por correctamente que capte el carácter general del cuadro de conjunto de los fenómenos, no basta para explicar las particularidades de que se compone aquel cuadro total, y mientras no podamos hacer esto no podremos tampoco estar en claro sobre el cuadro de conjunto. Para conocer esas particularidades tenemos que arrancarlas de su conexión natural o histórica y estudiar cada una de ellas desde el punto de vista de su constitución, de sus particulares causas y efectos, etc. Esta es por de pronto la tarea de la ciencia de la naturaleza y de la investigación histórica, ramas de la investigación que por muy buenas razones no ocuparon entre los griegos de la era clásica sino un lugar subordinado, puesto que su primera obligación consistía en acarrear y reunir material. Los comienzos de la investigación exacta de la naturaleza han sido desarrollados por los griegos del período alejandrino y más tarde, en la Edad Media, por los árabes; pero una verdadera ciencia de la naturaleza no data propiamente sino de la segunda mitad del siglo XV, y a partir de entonces ha hecho progresos con velocidad siempre creciente. La descomposición de la naturaleza en sus partes particulares, el aislamiento de los diversos procesos y objetos naturales en determinadas clases especiales, la investigación del interior de los cuerpos orgánicos según sus muy diversas conformaciones anatómicas, fue la condición fundamental de los progresos gigantescos que nos han aportado los últimos cuatrocientos años al conocimiento de la naturaleza. Pero todo ello nos ha legado también la costumbre de concebir las cosas y los procesos naturales en su aislamiento, fuera de la gran conexión de conjunto. No en su movimiento, por tanto, sino en su reposo; no como entidades esencialmente cambiantes, sino como subsistencias firmes; no en su vida, sino en su muerte. Y al pasar ese modo de concepción de la ciencia natural a la filosofía, como ocurrió por obra de Bacon y Locke, creó en ella la específica limitación de pensamiento de los últimos siglos, el modo metafísico de pensar”.

“Para el metafísico, las cosas y sus imágenes mentales, los conceptos, son objetos de investigación dados de una vez para siempre, aislados, uno tras otro y sin necesidad de contemplar el otro, firmes, fijos y rígidos. El metafísico piensa según rudas contraposiciones sin mediación: su lenguaje es sí, sí, y no, no, que todo lo que pasa de eso del mal espíritu procede. Para él, toda cosa existe o no existe: una cosa no puede ser al mismo tiempo ella misma y algo diverso. Lo positivo y lo negativo se excluyen lo uno a lo otro de un modo absoluto; la causa y el efecto se encuentran del mismo modo en rígida contraposición. Este modo de pensar nos resulta a primera vista muy plausible porque es el del llamado sano sentido común. Pero el sano sentido común, por apreciable compañero que sea en el doméstico dominio de sus cuatro paredes, experimenta asombrosas aventuras en cuanto que se arriesga por el ancho mundo de la investigación, y el modo metafísieo de pensar, aunque también está justificado y es hasta necesario en esos anchos territorios, de diversa extensión según la naturaleza de la cosa, tropieza sin embargo siempre, antes o después, con una barrera más allá de la cual se hace unilateral, limitado, abstracto, y se pierde en irresolubles contradicciones, porque atendiendo a las cosas pierde su conexión, atendiendo a su ser pierde su devenir y su perecer, atendiendo a su reposo se olvida de su movimiento: porque los árboles no le dejan ver el bosque”.

“Del mismo modo es todo ser orgánico en cada momento el mismo y no lo es; en cada momento está elaborando sustancia tomada de fuera y eliminando otra; en todo momento mueren células de su cuerpo y se forman otras nuevas; tras un tiempo más o menos largo, la materia de ese cuerpo se ha quedado completamente renovada, sustituida por otros átomos de materia, de modo que todo ser organizado es al mismo tiempo el mismo y otro diverso. También descubrimos con un estudio más atento que los dos polos de una contraposición, como positivo y negativo, son tan inseparables el uno del otro como contrapuestos el uno al otro, y que a pesar de toda su contraposición se interpretan el uno al otro; también descubrimos que causa y efecto son representaciones que no tienen validez como tales, sino en la aplicación a cada caso particular, y que se funden en cuanto contemplamos el caso particular en su conexión general con el todo del mundo, y se disuelven en la concepción de la alteración universal, en la cual las causas y los efectos cambian constantemente de lugar, y lo que ahora o aquí es efecto, allí o entonces es causa, y viceversa”. (…)

“La naturaleza es la piedra de toque de la dialéctica, y tenemos que reconocer que la ciencia moderna ha suministrado para esa prueba un material sumamente rico y en constante acumulación, mostrando así que, en última instancia, la naturaleza procede dialéctica y no metafísicamente. Pero como hasta ahora pueden contarse con los dedos los científicos de la naturaleza que han aprendido a pensar dialécticamente, puede explicarse por este conflicto entre los resultados descubiertos y el modo tradicional de pensar la confusión ilimitada que reina hoy día en la ciencia natural, para desesperación de maestros y discípulos, escritores y lectores”.

Sólo, pues, por vía dialéctica, con constante atención a la interacción general del devenir y el perecer, de las modificaciones progresivas o regresivas, puede conseguirse una exacta exposición del cosmos, de su evolución y de la evolución de la humanidad, así como de la imagen de esa evolución en la cabeza del hombre. En este sentido obró desde el primer momento la reciente filosofía alemana. Kant (1724-1804) inauguró su trayectoria (1754) al disgregar el estable sistema solar newtoniano y su eterna duración después del célebre primer empujón en un proceso histórico: en el origen del Sol y de todos los planetas a partir de una masa nebular en rotación. Al mismo tiempo infirió la consecuencia de que con ese origen quedaba simultáneamente dada la futura muerte del sistema solar. Su concepción quedó consolidada medio siglo más tarde matemáticamente por Laplace (1796), y otro medio siglo después el espectroscopio mostró la existencia de tales masas incandescentes de gases en diversos grados de condensación y en todo el espacio cósmico”.

En otra parte, de su exposición general, sigue Engels:

“Hoy sabemos que aquel Reino de la Razón (“Filosofía francesa de las Luces”, del siglo XVIII), no era nada más que el Reino de la Burguesía idealizado, que la justicia eterna encontró su realización en los tribunales de la burguesía, que la igualdad desembocó en la igualdad burguesa ante la ley, que como uno de los derechos del hombre más esenciales se proclamó la propiedad burguesa y que el Estado de la Razón, el contrato social roussoniano, tomó vida, y sólo pudo cobrarla, como república burguesa democrática. Los grandes pensadores del siglo XVIII, exactamente igual que todos sus predecesores, no pudieron rebasar los límites que les había puesto su propia época”.

“Pero junto a la contraposición entre nobleza feudal y burguesía existía la contraposición general entre explotadores y explotados, entre ricos ociosos y pobres trabajadores. Fue precisamente esa circunstancia lo que permitió a los representantes de la burguesía situarse como representantes no de una clase particular, sino de la entera humanidad en sufrimiento. Aún más. Desde su mismo nacimiento la burguesía traía su propia contraposición: no pueden existir capitalistas sin trabajadores asalariados, y en la misma razón según la cual el burgués gremial de la Edad Media dio de sí el burgués moderno, el trabajador gremial y el jornalero sin gremio fueron dando en proletarios. Y aunque a grandes rasgos la burguesía pudo pretender con razón que en la lucha contra la nobleza representaba al mismo tiempo los intereses de las diversas clases trabajadoras de la época, en todo gran movimiento burgués se manifestaron agitaciones independientes de aquella clase que fue la precursora más o menos desarrollada del moderno proletariado. Así ocurrió en la época de las guerras religiosas y campesinas alemanas con la tendencia de Thomas Münzer; en la gran Revolución inglesa con los levellers; en la gran Revolución Francesa con Babeuf. Junto a estas manifestaciones revolucionarias de una clase aún inmadura se produjeron manifestaciones teoréticas; en los siglos XVI y XVII, descripciones utópicas de situaciones sociales ideales; en el siglo XVIII, ya explícitas teorías comunistas (Morelly y Mably). La exigencia de igualdad no se limitó a los derechos políticos, sino que se amplió a la situación social del individuo; no se trataba de suprimir meramente los privilegios de clase, sino también las diferencias de clase. Y así fue la primera forma de manifestación de la nueva doctrina un comunismo ascético que enlazaba con Esparta. A eso siguieron los tres grandes utópicos: Saint Simon, en el cual la tendencia burguesa aún conserva cierto valor junto a la proletaria; Fourier, y Owen, que, en el país de la producción capitalista más desarrollada y bajo la impresión de las contraposiciones por ella producidas, desarrolló sistemáticamente sus propuestas para la eliminación de las diferencias de clase, enlazando directamente con el materialismo francés”.

Engels, Federico: “Antiduhring”, “La Revolución de la Ciencia de Eugenio Duhring” (1878), Introducción.
Archivo:

NOTA: Los subrayados,y textos en cursiva, fechas y aclaraciones entre paréntesis, me pertenecen. RPF.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

REFLEXIONES SOBRE EL MARXISMO (III)


La burguesía francesa derribó los restos del Antiguo Orden Feudal, que defendían los estamentos de la Nobleza y el Clero, los dos pilares de la monarquía absoluta y pretendió con la sanción de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, unificar en torno a ella, a todas las capas sociales. Pero este objetivo solo podía ser alcanzado con políticas económicas concretas que sacaran al grueso de la población de la miseria. Es obvio que con programas como los elaborados por la Escuela Fisiocrática, no  podía lograrlo.

Pronto, la pequeña burguesía de intelectuales, inspirados en las concepciones políticas de J.J. Rousseau, se constituyeron en bloque en la Asamblea Nacional Constituyente, encabezados por figuras como el abogado Maximiliano de Robespierre y el médico y científico, Jean-Paul Marat, autodefinidos como “los amigos del pueblo”, con amplia base social en la ciudad de París pero no en la campaña.

La poderosa burguesía comercial girondina, aliada a sectores de la nobleza, logró sancionar una Constitución, en 1791, inspirada en la experiencia británica, de mantener al Rey, como figura representativa de la nación pero trasladando el poder político real a la Asamblea, en la cual tenía la mayoría.

Esta fórmula fue aceptada, bajo presión, por Luis XVI pero rechazada por sus hermanos en el exilio y toda la realeza europea que le declaró la guerra al gobierno revolucionario. El rey intentó huir el 20 de julio de 1991, provocando con ello el fracaso de la fórmula girondina, la radicalización de la Revolución y el fortalecimiento de los jacobinos.
Ni el contexto nacional ni internacional permitían esta radicalización y el gobierno jacobino fue derribado el 27 de de julio de 1794 (9 de Termidor), dando paso a una reacción conservadora que culminó con el ascenso de Napoleón Bonaparte mediante un Golpe de Estado, el 9 de noviembre de 1799 (18 de Brumario), disfrazado de “Consulado Vitalicio” (1802) e “Imperio” (1804)  que estableció una virtual dictadura burguesa (1799-1815), apoyada en la guerra imperial con las monarquías de toda Europa.

La Filosofía de las Luces, para los déspotas ilustrados, había mostrado su verdadero rostro y es en Prusia donde impacta de tal forma que produce un viraje en el pensamiento filosófico alemán.

La Revolución Francesa, había sido recibida con simpatía por la intelectualidad alemana a través de exponentes tan prestigiosos como Kant, Goethe, Schiller, Lessing, Hegel y músicos como Beethoven. Esta situación cambió radicalmente después de la derrota de Prusia en la Batalla de Jena (14 de octubre de 1806) y la ocupación del territorio, durante un año, por el ejército de Napoleón que consumió todas las reservas de trigo provocando una hambruna en el Reino.

Los filósofos alemanes reaccionaron de inmediato. Johann G. Fichte, pronunció, entre diciembre de 1807 y marzo de 1808, 14 Discursos a la Nación Alemana, denunciando lo que había detrás de la Filosofía de las Luces, que Prusia había adoptado, en la segunda mitad del siglo XVIII como guía espiritual y hace un enérgico llamado a volver a las raíces de la cultura alemana.

En su primer discurso, Fichte expresa que sus dichos son la continuación de las lecciones ofrecidas hace tres años y que fueron tituladas “Características de la época actual”. “En aquellas lecciones hice ver que nuestra época tiene lugar en la tercera de las tres edades principales de la historia del mundo  que ha hecho del mero interés material el móvil de todas sus emociones e impulsos vitales, que se entiende y concibe a sí misma de manera perfecta solo dentro del mencionado móvil y que, al comprender su ser de esta manera clara se manifiesta en su esencia vital y se asegura de modo inamovible”.

Después de afirmar que Prusia ha perdido su autonomía por la acción de “fuerzas extranjeras” dijo: “Esta situación actual ha aniquilado y arrebatado los vínculos de unidad y ya nunca podrán volver otra vez y es   el rasgo común de la “germanidad”  el que podrá liberarnos de la ruina de nuestra nación en la confluencia con el extranjero y ganar de nuevo una individualidad sustentada en sí misma e incapacidad del todo para cualquier dependencia”.
(xa.yimg.com/.../Fichte.+Discursos+a+la+nación+alemana+(selección).pdf).

Kant había fallecido en 1804. Fichte, Schelling y Hegel, se dedican a la tarea de rescatar la perdida “germanidad”. Fichte será el primer rector de la Universidad de Berlín, fundada en 1810, por el Emperador Federico-Guillermo III, a iniciativa de su ministro, el filósofo Guillermo de Humboldt; Schelling se remontará a los lejanos mitos del medioevo germano y Georg W. F. Hegel (1770-1831), buscará en la evolución, no caótica sino “racional” del “espíritu”, el lugar de la civilización alemana en la Historia.

En lo que fue la mayor construcción teórica de una nueva metafísica, Hegel comenzó con la publicación, en 1807, de su “Fenomenología del Espíritu”; le siguió “Ciencia de la Lógica” (1812-1816), la “Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas” (1817) y a partir de 1820, ya Rector de la Universidad de Berlín publica, en 1821 , “Filosofía del Derecho” y sus clases y conferencias sobre Historia, Arte y Religión, recogidas por sus alumnos, son publicadas después de su muerte, en 1831, con el nombre de “Lecciones”.  

Para Hegel, el desarrollo del espíritu es “dialéctico”. El espíritu divino, anidado en los hombres en las comienzos de la humanidad es conciencia difusa que solo percibe lo inmediato, el cuerpo y el medio natural que lo rodea. En una segunda etapa, el Hombre descubre las posibilidades de su propia conciencia que será, ahora, autoconciencia. El atributo fundamental de ésta es la razón que progresivamente –en el devenir-, se va apropiando del mundo hasta alcanzar el saber absoluto.

En sus “Lecciones sobre Filosofía de la Historia”, “La Historia es la historia del hombre y el hombre es racional. Él busca la libertad de modo confuso pero la quiere por encima de todo”. Esta búsqueda, según Hegel pasa por cuatro etapas: : la infancia es el Oriente y el despotismo oriental; la juventud, el mundo griego; la edad adulta, el Imperio Romano; el Imperio Germánico Cristiano, es la vejez, cargada de sabiduría, y la madurez perfecta.

La “Fenomenología del Espíritu” es el núcleo de la filosofía de Hegel. En el prólogo, expresa:

“No es difícil darse cuenta, por lo demás, de que vivimos en tiempos de gestación y de transición hacía una nueva época. El espíritu ha roto con el mundo anterior de su ser allí y de su representación y se dispone a hundir eso en el pasado, entregándose a la tarea de su propia transformación. El espíritu, ciertamente, no permanece nunca quieto, sino que se halla siempre en movimiento incesantemente progresivo. Pero, así como en el niño, tras un largo periodo de silenciosa nutrición, el primer aliento rompe bruscamente la gradualidad del proceso puramente acumulativo en un salto cualitativo, y el niño nace, así también el espíritu que se forma va madurando lenta y silenciosamente hacía la nueva figura, va desprendiéndose de una partícula tras otra de la estructura de su mundo anterior y los estremecimientos de este mundo se anuncian solamente por medio de síntomas aislados; la frivolidad y el tedio que se apoderan de lo existente y el vago presentimiento de lo desconocido son los signos premonitorios de que algo otro se avecina. Estos paulatinos desprendimientos, que no alteran la fisonomía del todo, se ven bruscamente interrumpidos por la aurora que de pronto ilumina como un rayo la imagen del mundo nuevo”.
(…)
“… el individuo es la forma absoluta, es decir, la certeza inmediata de sí mismo; y, si se prefiere esta expresión, es de este modo ser ncondicionado. Si el punto de vista de la conciencia, el saber de cosas objetivas por oposición a sí misma y de sí misma por oposición a ellas, vale para la ciencia como lo otro -y aquello en que se sabe cercana a sí misma más bien como la pérdida del espíritu-, el elemento de la ciencia es para la conciencia, por el contrario, el lejano más allá en que ésta ya no se posee a sí misma. Cada una de estas dos partes parece ser para la otra lo inverso a la verdad. El que la conciencia natural se confíe de un modo inmediato a la ciencia es un nuevo intento que hace, impulsada no se sabe por qué, de andar de cabeza; la coacción que sobre ella se ejerce para que adopte esta posición anormal y se mueva en ella es una violencia que se le quiere imponer y que parece tan sin base como innecesaria. Sea en sí misma lo que quiera, la ciencia se presenta en sus relaciones con la autoconciencia inmediata como lo inverso a ésta, o bien, teniendo la autoconciencia en la certeza de sí misma el principio de su realidad, la ciencia, cuando dicho principio para sí se halla fuera de ella, es la forma de la irrealidad. Así, pues, la ciencia tiene que encargarse de unificar ese elemento con ella misma o tiene más bien que hacer ver que le pertenece y de qué modo le pertenece. Carente de tal realidad, la ciencia es solamente el contenido, como el en sí, el fin que no es todavía, de momento, más que algo interno; no es en cuanto espíritu, sino solamente en cuanto sustancia espiritual. Este en sí tiene que exteriorizarse y convertirse en para sí mismo, lo que quiere decir, pura y simplemente, que él mismo tiene que poner la autoconciencia como una con él”.

Este devenir de la ciencia en general o del saber es lo que expone esta Fenomenología del espíritu. El saber en su comienzo, o el espíritu inmediato, es lo carente de espíritu, la conciencia sensible. Para convertirse en auténtico saber o engendrar el elemento de la ciencia, que es su mismo concepto puro, tiene que seguir un largo y trabajoso camino. Este devenir, como habrá de revelarse en su contenido y en las figuras que en él se manifiestan, no será lo que a primera vista suele considerarse como una introducción de la conciencia acientífica a la ciencia, y será también algo distinto de la fundamentación de la ciencia –y nada tendrá que ver, desde luego, con el entusiasmo que arranca inmediatamente del saber absoluto como un pistoletazo y se desembaraza de los otros puntos de vista, sin más que declarar que no quiere saber nada de ellos”.



martes, 8 de diciembre de 2015

REFLEXIONES SOBRE EL MARXISMO (II)



La Filosofía de las Luces o “Iluminismo”, ascendió en paralelo con la consolidación de la burguesía comercial francesa, que no había alcanzado, todavía el grado de “burguesía industrial manufacturera” como en Inglaterra.

La importancia de esta filosofía promotora de las ciencias Naturales y  las técnicas, llamó la atención de monarcas europeos, como Federico II de Prusia, Catalina II de Rusia, José II de Austria, Carlos III de España y José I de Portugal. La Masonería, sociedad secreta de intelectuales y empresarios, difusores del Iluminismo, proveyó a estos monarcas absolutos de ministros dispuestos a modernizar las economías de estos Reinos. Figuras como Voltaire y Diderot, tuvieron gran influencia en Prusia y en Rusia, llegando la lengua francesa a constituirse en la segunda, en esas Cortes.

En Francia, la Filosofía de las Luces fue más lejos. Elaboró las teorías burguesas del Estado, la Educación y la Economía, creando el aparato ideológico para el asalto del poder político en el momento oportuno, lo que ocurrió el 5 de mayo de  1789, cuando los Estados Generales (los tres estamentos sociales: Nobleza,Clero y Tercer Estado), convocados el año anterior por el Rey Luis XVI,  que estaba muy endeudado, solicitándole a los tres estamentos –Nobles, Clero y Burgueses-, la asistencia financiera,  negándose los burgueses a sostener financieramente al monarca y luego, el 17 de junio, reunidos los burgueses en un Frontón para la práctica de la pelota de mano, se transformaron en Asamblea Nacional hasta su conversión en Asamblea Nacional Constituuyente, el 9 de julio, en Versalles, con la incorporación de la Nobleza y el Clero.

En 1762, el ginebrino Juan Jacobo Rousseau, publicó “El Contrato Social”. En el Capítulo I, expresa: “El hombre ha nacido libre, y sin embargo, vive en todas partes entre cadenas. El mismo que se considera amo, no deja por eso de ser menos esclavo que los demás. ¿Cómo se ha operado esta transformación?  Lo ignoro. ¿Qué puede imprimirle el sello de legitimidad?”
“Creo poder resolver esta cuestión”.
“Si no atendiese más que a la fuerza y a los efectos que de ella se derivan, diría: «En tanto que un pueblo está obligado a obedecer y obedece, hace bien; tan pronto como puede sacudir el yugo, y lo sacude, obra mejor aún, pues recobrando su libertad con el mismo derecho con que le fue arrebatada, prueba que fue creado para disfrutar de ella. De lo contrario, no fue jamás digno de arrebatársela." Pero el orden social constituye un derecho sagrado que sirve de base a todos los demás. Sin embargo, este derecho no es un derecho natural: está fundado sobre convenciones. Trátase de saber cuáles son esas convenciones; pero antes de llegar a ese punto, debo fijar o determinar lo que acabo de afirmar”.


Dos años después, también en Ginebra, Voltaire publica “El Diccionario Filosófico”.
En el prólogo, Voltaire realiza una defensa encendida de la Enciclopedia que en su país ha encontrado el rechazo de los jesuitas y jansenitas (Movimiento católico antijesuita y galicano), mientras en otros países sus orientaciones fundamentales han sido adoptadas.

La obra es la reunión de extensos artículos –algunos escritos para la Enciclopedia-, con una finalidad pedagógica y propagandística de las ideas de la nueva filosofía,  que suman 350 páginas pero su centro es un cuestionamiento de las religiones. Un ejemplo, es el peffil que traza de  Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús” (1534). Es un artículo extenso, del cual he seleccionado un fragmento, ilustrativo de la posición ideológica y del estilo de Voltaire:

“¿Podéis decirme en conciencia si hubo jamás en el mundo otro hombre más digno de ser encerrado en un manicomio que san Ignacio,  o sea Íñigo el de Vizcaya, que era su verdadero nombre de pila? Le trastorna el juicio la lectura de la Leyenda Aurea, igual que más tarde trastornan a Don Quijote los libros de caballería. El bueno de Íñigo empieza por ser el caballero de la Virgen y vela sus armas en honor de su dama. Se le aparece la Santa Virgen y le acepta sus servicios, luego se le aparece otras veces llevando consigo a su Hijo”.

“Lucifer, que está en acecho y prevé todo el mal que los jesuitas le causarán un día, arma un zafarrancho mayúsculo dentro de la casa, rompiendo todos los cristales. Pero el paladín de la Virgen lo expulsa haciéndole el signo de la cruz; Lucifer huye a través de las paredes dejando en ellas una gran abertura, que cincuenta años después del hecho se enseña a los curiosos”.

“Su familia, al ver el trastorno de sus facultades mentales, piensa en encerrarle y ponerle a dieta, pero él hace fú a su familia igual que al diablo y huye de ella sin saber a dónde”.

“Encuentra a un moro y discute sobre la Inmaculada Concepción; el moro, que comprende su estado, le deja lo más pronto que puede. Íñigo no sabe qué hacer, si matar al moro o rezar a Dios por él; deja que decida esta cuestión su caballo, más cuerdo que él, y toma el camino de la cuadra”.

“Ignacio, después de esta aventura, resuelve ir en peregrinación a Belén, mendigando. Su locura aumenta en el camino, los dominicos del convento de Manresa se apiadan de él y lo retienen varios días, hasta que le dejan viendo que no conseguían curarle. Embarca en Barcelona y arriba a Venecia, de donde le expulsan; vuelve a Barcelona, siempre
mendigando, siempre teniendo éxtasis y viendo  con frecuencia a la Santa Virgen y a Jesucristo”.

“Al fin le hacen comprender que, para ir a Tierra Santa a convertir turcos, cristianos de la Iglesia griega, armenios y judíos, necesitaba estudiar algo de teología. Ignacio no deseaba otra cosa, mas para ser teólogo es indispensable saber gramática y conocer latín, pero esto
no le arredra. Va a la escuela a la edad de treinta y tres años a estudiar esas materias y allí se burlan de él y no aprende nada”.

“Desesperado de no poder ir a convertir infieles, le tiene lástima el diablo, se le aparece y jura bajo la fe de cristiano que si accede a entregarse a él lo convertirá en el hombre más sabio de la Iglesia de Dios. Ignacio no tiene inconveniente en someterse a la disciplina de
semejante maestro y vuelve a asistir a clase, donde le dan de latigazos algunas veces, pero no por eso llega a ser más sabio”.

Em el campo de la educación, la personalidad más destacada fue Nicolás Condorcet (1743-1794), un intelectual de vasta cultura: matemático, economista, historiador, filósofo, pedagogo. Militó en el Partido Girondino, liberal, expresión de la burguesía comercial del Departamento de La Gironda.

Durante la Revolución, integró las Asambleas Nacional y Constituyente y presentó el proyecto de Reforma Educativa de su partido, basado en los conceptos siguientes:

EDUCACIÓN
**La educación es un deber de la nación con respecto a si misma, es una manera de que ella se aplique a si misma voluntad y su poder soberano.

**Las finalidades de la educación reflejan su fe en el porvenir de una democracia capaz de asegurar la felicidad y el desarrollo de todos los individuos, así como el progreso indefinido del espíritu humano

**OBJETIVOS:

“Ofrecer a cada individuo la facilidad de desarrollar sus facultades naturales, de atender sus necesidades y de asegurar su bienestar, de conocer y de ejercer sus derechos, de comprender y cumplir sus deberes y de perfeccionar su capacidad productiva”.
“Establecer entre los ciudadanos una igualdad de hecho y dar realidad a la igualdad política reconocida por la ley”.
“Procurar por todos los medios, ilustrar a todos los ciudadanos que no han podido recibir una instrucción completa o que no la han aprovechado lo suficiente; se debe ofrecerles la facultad de adquirir a cualquier edad, los conocimientos que puedan serles útiles”.
**La educación es un instrumento idóneo para contribuir a la realización del progreso indefinido.

**Concibe una instrucción compartida por hombres y mujeres.

**PRINCIPIOS:

Pública
Democrática
Universal
Gratuita
Laica
Igualitaria
Liberadora.

DOCENCIA
Funciones del maestro:

a) Enseñar a leer y escribir a los niños.

b) Participar activamente en la organización de festividades cívicas.

c) Leer a los habitantes adultos el almanaque patriótico y el catecismo cívico para enriquecer el espíritu y el corazón.

d) Fortalecer la cohesión de la nación, única e indivisible.

e) Utilizar libros elementales.

f) Enseñar por medio de la razón y la experimentación

g) No basarse en creencias, religiones ni inculcar "culto jurídico o institucional".

h) Fomentar la imaginación infantil sin apoderarse de ella.

i) No presentar actitud discriminatoria e injuriosa contra el niño.

j) Perfeccionar sus métodos de enseñanza.

**La contratación de maestros será con base a los criterios de preparación según la materia que enseñen”.

Un médico cirujano de la Corte de Luis XV, François Quesnay, de vasta cultura, fue el fundador de la primera escuela de economistas, la Escuela Fisiocrática que integraron, entre otros, Jacques Turgot, Vicent Gournay y Pierre Pont de Nemours.

A mediados del siglo XVIII, el capitalismo comercial había penetrado en el campo invirtiendo, principalmente, en la producción de granos y el volumen alcanzado exigía un mercado nacional libre de obstáculos administrativos y fiscales. La política económica exigía derribar todas las barreras que interponía la estructura feudal subsistente.
En 1758, Quesnay publico el “Tableau Economique” que es el marco teórico de la Fisiocracia. Para el autor, solo la tierra es la productora de riqueza, explicando el funcionamiento de la economía de esta manera:

Los gastos de producción se emplean en la agricultura, prados, pastos, bosques, minas, pesca, etc., para perpetuar la riqueza en forma de granos, bebidas, madera, ganado, materias primas para la artesanía, etc.”

Los gastos estériles están hechos a productos de artesanía, vivienda, ropa, intereses sobre el dinero, los funcionarios, los gastos comerciales, materias primas extranjeras, etc.”

“La venta del producto neto que el cultivador ha producido durante el año anterior, por medio de los avances anuales de 600 libras empleados en la agricultura por el granjero, proporciona al propietario una renta de 600 libras”.

“Los anticipos anuales de 300 libras en gastos estériles se emplean para el capital y los gastos de comercio, para la compra de materias primas para la artesanía, y para la subsistencia y otras necesidades del artesano hasta que ha terminado y vendido su producto”.

Gournay proclamó y difundió la famosa consigna del liberalismo: “Laissez faire, lessez passer” (“Dejad hacer, dejad pasar”), pero fue Turgot (1727-1781) el más destacado exponente de la Escuela Fisiocrática. Llegó a ser Ministro de Marina primero y luego Inspector General de Finanzas, de Luis XVI, en un momento (1774), cuando la situación era desesperada y la mala cosecha, amenazaba con una hambruna a la población. Su política fue la de una drástica reducción de los gastos del Estado, sin subir los impuestos y se opuso, infructuosamente, a la participación francesa en apoyo a los independentistas de las  Colonias Británicas en América del Norte.

Intentó una reforma tributaria que consistía en sustituir los impuestos indirectos por el impuesto inmobiliario, pero también fracasó. No tuvo éxito tampoco su decreto de libre comercio, por el peso que tenía la nobleza en la Corte. No obstante, el mayor enemigo de su gestión fue la mala cosecha de granos de 1774 que provocó el acaparamiento y la elevación de los precios, estallando disturbios en distintas zonas de Francia. La represión fue violenta y, de acuerdo a su plan, propuso, en 1776, la eliminación de la “Corvea real” (Obligación de trabajar gratuitamente en las tierras de los nobles) y la supresión de todos los privilegios de la nobleza y el clero.  Su posición en el gobierno se hizo insostenible y el rey lo relevó en mayo de 1776, falleciendo cinco años después.

lunes, 7 de diciembre de 2015

REFLEXIONES SOBRE EL MARXISMO (I)


Que el Sistema Económico y social Capitalista es injusto, nadie lo niega. La diferencia de las opiniones dominantes es que se trata del mejor sistema posible de los conocidos históricamente, opinión generalizada después del derrumbe de la Unión Soviética en 1991.

El capitalismo es injusto porque su ley de desarrollo es la ganancia del propietario privado de los medios de producción y de cambio, lo que presupone la explotación del trabajo asalariado, la imperiosa necesidad de un ejército de desocupados como colchón regulador de los salarios, la desigualdad distribución de la riqueza creada por la desigual relación entre capital y trabajo que genera ciclos de auge, recesión o depresión, que paga la clase trabajadora y la progresiva exclusión social de continentes enteros por la brecha creada por la Revolución Científico-Técnica de los países más desarrollados.

La explotación de una clase social sobre las otras, existió desde las primeras civilizaciones. Lo que cambió, históricamente, fue su forma: Primero el esclavismo, luego la servidumbre y finalmente, el capitalismo y el orden burgués. Digamos, también, que en todos estos sistemas hubo revoluciones que concluyeron aplastadas. Las religiones politeístas fueron la sombrilla ideológica de la clase dominante; el monoteísmo, con un Dios invisible, y por lo tanto carente de imágenes,  creador de la tierra y el cielo, la ideología de las grandes masas explotadas pero esta religión fue primeramente perseguida en guerras sangrientas y luego coptada por la clase dominante, que la convirtió en un instrumento de su poder.

Los filósofos o “amigos del saber” que vinieron después y pertenecientes a la clase dominante, no se ocuparon de los esclavos e incluso los pusieron a su servicio.
La especulación subjetiva de la filosofía metafísica, con la razón del pensador como guía,  al margen de la experiencia social que tenía ante sus ojos y que le señalaba otro camino a la reflexión, elevó la ideología a un nivel más sofisticado, pero el desarrollo del comercio transoceánico y las necesidades de la vida urbana, elevaron el ingenio de la población para crear nuevos productos para el intercambio y el consumo, y para ello comenzó una laborr de intensa observación de la naturaleza, sus recursos y eventual transformación, acompañada de la experiencia.

“La transformación de los objetos, en el curso de la actividad humana, es la definición principal del propio hombre, expresión de su esencia y fundamento del mundo humano”, afirma el filósofo soviético, V. Stiopin.  “Por ello, las categorías que registran las características más generales, atributivas, de los objetos, que son incluidos en la actividad humana, intervienen como estructuras básicas de la conciencia humana” (…) “Al transformar, en el proceso de la práctica, objetos naturales y sociales, el hombre se modifica también a sí mismo como sujeto de la actividad….Al ampliar el círculo de los objetos de su actividad y objetivar en ellos a sí mismo, el hombre reestructura el sistema de sus relaciones  y las formas de comunicación. Sobre esta base se desarrolla su autoconciencia,  la interrelación de sus relaciones hacia los demás y de su propio mundo espiritual” (Revista Ciencias Sociales, Nº2, p.74. Moscú, 1987).

Quedaba abierto así, frente a la especulación de la intelectualidad dominante y la pasividad mental de las grandes masas campesinas, el camino a la investigación científica, auxiliada de nuevos instrumentos técnicos que permitieron la elaboración de nuevas teorías sobre la conformación física del universo y de la Tierra. Estas dos divisiones del mundo ya era notoria en el siglo XV y se afirmó en la centuria siguiente con la Física Galfdileana y Newtoniana. La filosofía no pudo ignorar este proceso y la primera grieta de toda la historia anterior la estableció René Descartes (1596-1650) con el “Discurso del método para conducir bien la propia razón y buscar la verdad en las ciencias”, en 1637.

En la sexta parte de esta obra (“Por qué he decidido escribir”), expresa: “Pero tan pronto como había adquirido algunas nociones generales relativas a la física, y, a partir de probarlas en diferentes dificultades particulares, me di cuenta hasta donde pueden llevarnos y cómo difieren de los principios en los que me había servido hasta ahora, pensé que podía mantenerlos ocultos sin pecar en gran manera contra la ley que nos obliga a nosotros a ir lo más lejos en el bien común de todos los hombres, ya que me hicieron ver que es posible llegar al conocimiento que es útil para la vida; y en vez de la filosofía especulativa que se enseña en las escuelas, podemos encontrar una práctica por la cual, conociendo la fuerza y ​​la acción del fuego, el agua, el aire, las estrellas, la cielos y todos los demás cuerpos que nos rodean, tan distintamente como conocemos los diversos oficios de nuestros artesanos, se podrían utilizar de la misma manera a todos los usos a los que están disponibles, y así hacernos como dueños y poseedores de la Naturaleza. Esto no sólo es deseable para la invención de una infinidad de dispositivos y disfrutar  sin ningún problema los frutos de la tierra y todos los servicios, pero sobre todo también para la preservación de la salud, que es probablemente la primera necesidad y el fundamento de todos los demás bienes de esta vida; incluso la mente depende de este fuerte temperamento y la disposición de los órganos del cuerpo, como si fuera posible encontrar algunos medios que habitualmente hacen a los hombres más sabios y más capaces de lo que han sido hasta ahora. Y creo que es en la medicina que hay que buscarlo” (https://francescllorens.wordpress.com/2007/10/15/descartes-discurso-del-metodo-partes-5-y-6/).[i]

El sendero abierto por Descartes fue ampliado por los “Filósofos de las Luces” que proclamaron el “triunfo de la razón”. En 1751, apareció el primer volumen de la “La Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios” (“L'Encyclopédie o Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers”), bajo la dirección del filósofo Denis Diderot (1713-1784). Su “Discurso preliminar” fue escrito por el matemático y filósofo,  Jean d'Alembert (1717-1783) donde expresa la finalidad de la obra y su orientación filosófica: “La obra que iniciamos (y que deseamos concluir) tiene dos propósitos: como Enciclopedia, debe exponer en lo posible el orden y la correlación de los conocimientos humanos; como Diccionario razonado de las ciencias, de las artes y de los oficios, debe contener sobre cada ciencia y sobre cada arte, ya sea liberal, ya mecánica, los principios generales en que se basa y los detalles más esenciales que constituyen el cuerpo y la sustancia de la misma. Estos dos puntos de vista, de Enciclopedia y de Diccionario razonado, determinarán, pues, el plan y la división de nuestro Discurso preliminar. Vamos a considerarlos, a seguirlos uno tras otro, y dar cuenta de los medios por los cuales hemos tratado de cumplir este doble objeto”.

Expone a continuación todo el plan y en la Parte Cuarta, se refiere al aporte de algunos filósofos anteriores y escribe: “Los límites de este Discurso preliminar nos impiden hablar de varios filósofos ilustres que, sin proponerse campos tan amplios como los que acabamos de mencionar, no han dejado de contribuir mucho con sus trabajos al adelanto de las ciencias y, por decirlo así, han levantado una punta del velo que nos ocultaba la verdad. Entre éstos figuran: Galileo, a cuyos descubrimientos astronómicos tanto debe la geografía, así como la mecánica por su teoría de la aceleración; Harvey, al que hará inmortal el descubrimiento de la circulación de la sangre; Huyghens, al que ya hemos nombrado, y que, por sus obras llenas de fuerza y de talento, tanto bien ha merecido de la geografía y de la física; Pascal, autor de un tratado sobre la cicloide, que debe ser considerado como un prodigio de sagacidad y de penetración, y de un tratado del equilibrio de los líquidos y del peso del aire que nos ha abierto una ciencia nueva: genio universal y sublime cuyos talentos nunca echaría bastante en falta la filosofía si no hubiera servido a la religión; Malebranche, que tan bien ha señalado los errores de los sentidos y que ha conocido los de la imaginación como si la suya no le hubiera engañado muchas veces; Boyle, el padre de la física experimental; otros varios, en fin, entre los cuales deben ocupar lugar distinguido los Vesalio, los Sydenham, los Boerhaave, y numerosos anatómicos y físicos célebres” (…). Menciona también a Bacon, a Leibniz y, obviamente, a Descartes de cuya obra comenta: “Por otra parte, sin otra preocupación que la de ser útil, quizá abarcó demasiadas materias para que sus contemporáneos se dejasen instruir a la vez sobre tantos objetos. No se les permite a los genios el saber tanto; se quiere aprender algo de ellos sobre un tema determinado, pero no verse obligados a reformar todas las ideas con arreglo a las suyas. Por eso, en parte, las obras de Descartes sufrieron en Francia, después de su muerte, más persecuciones que las que el autor había sufrido en Holanda durante su vida; y sólo al cabo de muchos trabajos se atrevieron las escuelas a admitir una física que se suponía contraria a la ley de Moisés. (…)

Pero el elogio de D’Alembert está dirigido, principalmente, a Newton: Newton, es cierto, halló en sus contemporáneos menos oposición; sea porque los descubrimientos geométricos con los cuales se dio a conocer, y cuya realidad y propiedad no se podían discutir, hubiesen acostumbrado a las gentes a admirarle y a rendirle homenajes que no eran ni demasiado súbitos ni demasiado obligados; sea porque su superioridad imponía silencio a la envidia; sea, en fin -lo que parece muy difícil de creer-, porque se tratase de una nación menos injusta que las otras, tuvo la singular ventaja de ver, en vida, aceptada en Inglaterra su filosofía, y de tener por partidarios y admiradores a todos sus compatriotas. Faltaba mucho, sin embargo, para que Europa hiciese a sus obras la misma acogida. No solamente eran desconocidas en Francia, sino que aún predominaba la filosofía escolástica después de haber derribado Newton la física cartesiana; y los torbellinos fueron destruidos antes de que pensáramos en adoptarlos. Tan tardos fuimos en aceptarlos como en rechazarlos”.  Aunque los grandes méritos de Descartes no deben ser ignorados: “Respetemos siempre a Descartes, pero abandonemos sin esfuerzo las opiniones que él mismo hubiera combatido un siglo más tarde. Sobre todo, no confundamos su causa con la de sus sectarios. El genio que demostró al buscar en la más oscura noche un camino nuevo, aunque equivocado, era solamente suyo: los primeros que se atrevieron a seguirle en las tinieblas mostraron valor al menos; pero ya no hay gloria en perderse siguiendo sus huellas después de hacerse la luz (Newton). Entre los pocos sabios que todavía defienden su doctrina, él mismo hubiera desaprobado a los que se adhieren a ella por un apego servil a lo que aprendieron en su infancia, o por no sé qué prejuicio nacional, vergüenza de la filosofía. Con tales motivos, se puede ser el último de sus partidarios, pero no se hubiera tenido el mérito de ser el primero de sus discípulos, o más bien se hubiera sido su adversario, cuando en serIo no había más que injusticia. Para tener derecho a admirar los errores de un gran hombre, hay que saber reconocerlos cuando el tiempo los ha puesto en evidencia. Por eso los jóvenes, que generalmente son considerados como bastante malos jueces, son quizá los mejores en las materias filosóficas y en otras muchas, cuando no carecen de inteligencia, porque, como todo les es igualmente nuevo, no tienen otro interés que el de elegir bien”.

“Son, en efecto, los jóvenes geómetras, tanto de Francia como de los países extranjeros, los que han decidido la suerte de las dos filosofías”. (http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/filosofia/enc).



jueves, 19 de noviembre de 2015

ARGENTINA: EL BALOTAJE DEL 22 DE NOVIEMBRE



La elección presidencial, en la República Argentina,  el próximo domingo, desborda ampliamente, el interés de los ciudadanos de ese país por su implicancia en las relaciones de fuerza actualmente en el mundo, ya que América Latina, que se esfuerza por romper su dependencia tradicional del imperio financiero norteño, podría salir fortalecida o debilitada.

El cambio que propone Mauricio Macri, es la vuelta a la política de Martínez de Hoz bajo la dictadura, y la de Domingo Cavallo, en el gobierno de Carlos Menem, que el ex Presidente, Raúl Alfonsín, denominó “la economía Casino”.

¿Em qué consiste esta política? Em abrir las fronteras al capital especulativo extranjero (“hot money”), sin ninguna limitación administrativa o impositiva, sobrevaluando la moneda nacional o eliminándola, creando la ilusión de que “somos un  país del Primer Mundo”. A la clase media, lamentablemente, le encanta el dólar barato, porque puede viajar sin restricciones de ningún tipo. Las consecuencias de esta política, son conocidas en todo el mundo y, en particular, en América Latina, por las crisis que ha acarreado: destrucción de la industria nacional y parálisis de las exportaciones de alimentos y materias primas, determinadas por la sobrevaluación de la moneda y el menor desarrollo tecnológico que anulan la competitividad en el mercado internacional.

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La Ley de Convertibilidad, de 1991., qie estableció el cambio de 1 peso x 1 dólar y que los argentinos eufóricos llamaron “la plata dulce”, diez años después había paralizado la economía. No quedaba otra alternativa  que devaluar con consecuencias catastróficas; en la actualidad, la situación cambiaria es diferente: existe un tipo de cambio, administrado por el Banco Central, de $A 9,50 que la autoridad monetaria corrige, aperiódicamente, de acuerdo a los precios de los productos agropecuarios exportables y de los precios internos, de modo de mantener el cambio real, asegurando el flujo del comercio exterior.

Desde el año pasado comenzaron a caer los precios de la soja y los cereales en el mercado mundial y este año la contracción se hizo general, incluyendo a la República Popular de China. Por otra parte, la inflación, en los últimos tres años ha sido constante por la política del gobierno –keynesiana-, de fortalecer permanentemente la demanda, y fortalecer la industria, el empleo y un activo mercado interno.

La economía argentina funciona, esencialmente, con recursos propios, Ek Banco Central defiende la moneda nacional con una mirada en la economía y no en la ganancia de las empresas extranjeras, como era el modelo Menem-Cavallo. Ello le ha permitido, junto con el sistema tributario, dirigir el crédito y la financiación de las pequeñas y medianas empresas, la recuperación por el Estado de las empresas y servicios sociales privatizados –incluyendo las jubilaciones y pensiones-, la universalización de las asignaciones familiares, la expansión de la investigación científico-tecnólogica y la creación de 40 universidades públicas.

Argentina no atraviesa una crisis económica. Tiene una tasa de desempleo del 6%, un presupuesto equilibrado,  una deuda externa del 40% del PIB, una balanza comercial favorable y reservas por 30 mil millones de dólares. La clase oligárquica tradicional, encabezada por la Sociedad Rural-, que ha ganado muchos dólares y los ha sacado del país por miles de millones, se queja porque han descendido sus ganancias y reclaman una macro devaluación ya que venden en dólares y pagan a sus peones con pesos devaluados y la eliminación de las retenciones que utiliza el gobierno para subsidiar el consumo y a las Pymes.

Este es el núcleo del programa de Macri. La macro devaluación de un 45% (15-16 pesos por dólar), llevará directamente a un abrupto aumento de los precios internos y la caída vertical de los salarios, echando por tierra los acuerdos de las paritarias. Para estabilizar el cambio flotante necesita un préstamo “Stand-by” del Fondo Monetario Internacional, sometiéndose -vía Carta de Intención-, a las políticas de ajuste que este impone para conceder sus créditos.

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Un país como Uruguay, con una economía más pequeña y más débil necesita, para exportar, mercados con monedas más fuertes. Cuamdo el “Real” de Brasil se devalúa, como está ocurriendo, nuestras exportaciones encuentran dificultades y el turismo también porque al brasilero de clase media le cuestan más nuestros productos. Lo mismo ocurre con Argentina a la que exportamos automóviles y motos encamblados aquí, con “kits” chinos y al turista de nivel medio le cuestan más caros nuestros balnearios. A ello se agregó la política argentina, impuesta por la fuga de capitales, de regular, administrativamente, las importaciones, para cuidar sus reservas monetarias, debilitadas por los golpes del mercado financiero.

Si Macri ganara el domingo y devalúa, llegando el precio del dólar de 9,50 a 15 o 16 pesos –cono le exige la Sociedad Rural-, Las dificultades para las exportaciones uruguayas y su turismo, serían aun mayores, obligando a nuestro gobierno a dejar subir el precio del dólar, sin intervención reguladora del Banco Central, de 30 pesos a más de 40.

Todo esto en un contexto internacional negativo donde se aprecian factores económicos y geopolíticos –el Medio Oriente y la rivalidad  agudizada entre Estados Unifdos y el bloque Rusia-China son un ejemplo-, pronosticando los especialistas un estancamiento de por lo menos dos años, y donde las maniobras monetarias estarám a la orden del día. Nuestra Asociación Rural estaría encantada, pero no así la Cámara Industrial y los trabajadores y jubilados con ingresos fijos.

Quiero ser claro cuando señalo “factores geopolíticos”. Hace una semana se reunió la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), en Riad, capital de Arabia Saudita, para discutir un acuerdo destinado a regular la producción, llevando el precio del barril de crudo a 70 dólares. Arabia Saudita se negó, quedando en evidencia que el precio actual, menor a 50 dólares, afecta gravemente la renta fiscal de países como Rusia y Venezuela.

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miércoles, 16 de septiembre de 2015

UNA MIRADA AL MUNDO DE HOY DESDE AMÉRICA LATINA

                                                          TESIS
 
    
1.      El desarrollo de la estructura social está condicionado por el desarrollo de la estructura económica;

2.      El desarrollo de la estructura económica depende del trabajo inteligente y de la permanente innovación científico-técnica;

3.      Existen dos modelos para impulsar este trabajo inteligente: el capiìtalismo basado en la propiedad privada y en el libre juego de las fuerzas privadas en el mercado, y el socialismo basado en la propiedad estatal, la propiedad social-cooperativa en la agricultura y la planificación económica centralizada;

4.      El Sistema Capitalista es cíclico; el Sistema Socialista no es cíclico. El Capitalismo es cíclico (con fases de crecimiento y fases de contracción y recesión) porque la explotación del trabajo no permite una distribución justa del ingreso; la lucha por el control del mercado y el abuso del crédito, lo convierten en un ámbito especulativo que, en determinado momento, estalla;

5.      El ingreso histórico de los países al modo de producción capitalista ha sido en tiempos distintos. Los que llegaron primero, impondrán sus condiciones comerciales y financieras a los que llegaron más tarde;

6.      En los países de capitalismo tardío, los dueños de la tierra se opusieron a la industrialización (“trabajo inteligente”);

7.      En estos países la industrialización fue posible por la dos Guerras Mundiales del Siglo XX entre los países capitalistas desarrollados;

8.      El papel de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial, le permitió alcanzar la paridad estratégica militar con Estados Unidos;

9.      Esta paridad estratégica fue ventajosa para los países de capitalismo tardío que tenían otra opción para su comercio, escapando a las condiciones que imponían los países capitalistas desarrollados;

10.   La desintegración de la Unión soviética y el Campo Socialista Europeo, en 1991, eliminó esta opción quedando los países menos desarrollados a merced del capitalismo financiero globalizado;

11.  .La República Popular de China, cuya economía se estancó en 1961 por el fracaso del Plan  “El Gran salto adelante” (1958) y agudizado  años después por la “Revolución Cultural”  (1966-1976) que desató un duro enfrentamiento entre Mao y la mayoría del Comité Central del PC de China, cambió 180º su concepción de desarrollo estratégico, a la muerte de Mao en 1976, abriendo su economía a las multinacionales extranjeras en 1979 que exportaban su producción de avanzada tecnología a sus países originarios, pero conservando el Estado áreas económicas fundamentales y la capacidad de éste de regular los desórdenes del mercado;

12.  . Hasta el 2014, el crecimiento económico de la R.P. China fue a razón de una tasa del 9-10%, desplazando a Japón, que se estancó, de la segunda posición por el tamaño de su Producto Bruto Interno.

13.  Rusia, por su parte, abandonó después de la crisis de 1998, la política de subordinación financiera a Occidente, del período de Yeltsin (1992-2000), estableciendo un capitalismo burgués-nacionalista, dispuesto a devolverle al país su potencial industrial y militar de otrora;

14.  El acercamiento de estos dos gigantescos polos emergentes, permitió a otros países menos desarrollados, como los de América Latina, dependientes del capital financiero occidental, reducir su deuda externa, fortalecer el Estado, reteniendo sectores económicos y de servicios estratégicos, distribuir mejor el ingreso y avanzar en el desarrollo de su industria financiado con los gravámenes del alto ingreso de sus exportaciones de materias primas a la R.P. de China;

15.  El modelo no es socialista; es un capitalismo regulado por un Estado fuerte que mitiga los efectos devastadores de un liberalismo económico absoluto pero que no evita las fases de recesión;

16.  Sin embargo, en América Latina queda, sin solución, un gran problema: el acaparamiento y extranjerización de la tierra por grandes grupos financieros, enmascarados en Sociedades Anónimas.

17.  Uruguay sigue un camino intermedio entre los dos modelos. Por un lado, fortalece las empresas del Estado, que son monopólicas, en sus áreas y fijan el precio de su productos y sus servicios, pero es escasa su regulación en los productos alimenticios y  no existe en los alquileres de las viviendas. Por otro lado, la dependencia del país de la inversión extranjera es absoluta y evita gravar a todo el sistema agro-exportador, que obtiene grandes ganancias; estos impuestos son necesarios para subsidiar a la pequeña y mediana empresa industrial que produce para el mercado interno y que tiene que luchar contra la competencia extranjera;

18.  . La creación del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en el 2008, ha significado un desafío a la hegemonía del Nuevo Orden Mundial liderada por Estados Unidos, cuya economía dominada por las corporaciones financieras estalló en el 2008 y arrastró a la Unión Europea, mientras Japón permanecía estancado;

19.  .Estados Unidos inició una “guerra de divisas”, manipulando el valor del dólar en la extensa zona mundial en la que sirve como moneda de reserva, que intenta seguir, en estos días, con una “guerra comercial”, a través de acuerdos como la “Asociación Trans-Pacífico” (TPP), la “Asociación Transatlántica (TAA) y de servicios como el “Acuerdo de comercio de Servicios (TISA) que pretenden incluir a los países del Pacífico Oriental, Unión Europea y América Latina en un gran bloque que abarca dos océanos, para aislar al BRICS antes de que madure.


miércoles, 9 de septiembre de 2015

MODELO ALTERNATIVO AL NUEVO ORDEN MUNDIAL


                      El modelo económico bolivariano

Hugo Chávez Frías, un Tdneinte Coronel del Cuerpo de Paracaidistas de Venezuela, intentó con otros compañeros, el derrocamiento, en 1982, del Presidente Carlos Andrés Pérez, responsable del “Caracazo”. El golpe fracasó, Chávez asumió públicamente su responsabilidad y fue condenado por un Tribunal Militar. El Presidente Rafael Caldera, del Partido COPEI, que sucedió a Pérez, lo indultó y Chávez se dedicó a organizar el Movimiento Quinta República que triunfó en las elecciones gen4rales de noviembre de 1998. Asumió el 24 de febrero d 1999 y convocó de inmediato a una Constitucyente que sancionó la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que fue ratificada en un plebiscito por el 80% de los votos emitidos.

Las constituciones liberales, desde la estadounidense de 1787, establecen una cartelera de derechos civiles y políticos y luego la organización de los Poderes del Estado.

La originalidad de la nueva Constitución de Venezuela es que introduce un “modelo económico” que es la contracara del modelo aprobado por el “Consenso de Washington” para todo el mundo.

Se trata de un sistema mixto de “Estado y mercado” donde el peso mayor lo tiene el primero, al nacionalizar y explotar directamente los recursos del suelo y del subsuelo y los servicios estratégicos. La finalidad es poner la economía al servicio de los sectores más vulnerables de la población, potenciando el trabajo, la educación, la vivienda y la salud. La Constitución expresó, además, que “el latifundio es contrario al interés social” así como la concentración monopólica de la producción y los servicis privados.

El modelo liberal, desde Adam Smith (“De la riqueza de las naciones…”, 1776), en cambio, apuesta a la libertad total de los mercados y un Estado pequeño, encargado de la seguridad interior y exterior, y de dictar Justicia.

En la época del imperialismo, que dispone de un excedente de capital, de una potente industria y una tecnología avanzada, los países menos desarrollados por ingreso tardío al sistema, solo pueden ser proveedores de materias primas y alimentos. La diferencia entre el valor del producto industrial con tecnologíqas de vanguardia y el valor de las materias primas y alimentos, origina una brecha desfavorable para los países industrialmente menos desarrollados que se cubre con endeudamiento externo. Después de 1955, las rentas generadas por las deudas han sido uno de los principales rubros de enriquecimiento de las países capitalistas desarrollados y, al mismo tiempo, de empobrecimiento de los menos desarrollados.

En consecuencia, el “modelo venezolano” plasmado en la Constitución (para modificarlo se necesita un plebiscito), procura romper este círculo vicioso; objetivamente es antiimperialista y si fuera tomado por otros países de nuestro continente le quitaría a éste su carácter de “reserva estratégica” (“patio trasero”), de Estados Unidos.

Por esta razón, la oligarquía venezolana y el imperialismo se aliaron para derrocar a Chávez que fue desplazado y encarcelado por un Golpe de Estado Militar, el 11 de abril de 2002. El Presidente de la Fedecámaras, Pedro Francisco Carmona, asumió la Presidencia y su primer decreto fue la derogación de la Constitución. Este decreto dividió a los militares golpistas, a quienes Carmona había prometido conservar la Constitución, situación que fue aprovechada por la oficialidad joven, partidaria de Chávez. Al mismo tiempo una multitud receptora del nuevo modelo económico-social, se concentró ante el Palacio Mirafloes exigiendo la liberación del Presidente constitucional. Al cabo de 48 horas, Chávez fue liberado y reasumió la jefatura del Estado. Carmona se exilió en Colombia y fueron relevados los principales mandos de las Fuerzas Armadas, iniciando una profunda depuración que transformó la organización militar.

En diciembre del mismo año, la cúpula gerencial de PDVSA, que no había sido removida, organizó un paro petrolero que se extendió hasta febrero de 2003 y que fue quebrado por la ayuda de Brasil.

El funcionamiento de la economía era jaqueada por la fuga permanente de capitales y el acaparamiento de alimentos por los grandes almacenes, con la finalidad de provocar una reacción popular que nunca ocurrió.
La oposición perdió repetidamente elecciones y plebiscitos revocatorios, supervisados por observadores internacionales, denunciando fraudes y resolviendo boicotear las elecciones con el objeto de desligiimar al gobierno. Finalmente, tuvo que abandonar este recurso.
Todo este clima era distorsionado por la prensa escrita y audiovisual y las cadenas de información como la CNN, la BBC y la TV española. El golpe militar del 11 de abril fue apoyado por Estados Unidos y el primer ministro español, José María Aznar.

                                              La recuperación de Argentina

El ejemplo de Chávez no fue en vano. El 1º de enero de 2003, asumió la Presidencia de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y el 25 de mayo, del mismo año, Néstor Kichner en Argentina.

La política económica de estos dos países, con una importante estructura industrial, pero con un gran endeudamiento y desindustrialización, por las políticas seguidas en la década anterior por Fernando Henrique Cardoso (Plan Real) y Carlos Saúl Menem (Ley de Convertivbilidad fija 1 dólar x 1 peso), era reducir la deuda, fortalecer el mercado interno, elevando los salarios y programas sociales espèciales para los sectores más vulnerables. Era un enfoque neokeynesiano que no apuntaba, como punto de partida, a la inversión, sino a la creación de demanda.

Kichber, en su discurso de asunción, señaló la dirección principal del cambio al que convocaba a todos los argentinos:  “reconstruir un capitalismo nacional que permita reinstalar la movilidad social ascendente. (…) Hacer nacer una Argentina con progreso social, donde los hijos puedan aspirar a vivir mejor que sus padres, sobre la base de su esfuerzo, capacidad y trabajo”. “El objetivo básico de la política económica será –decía- el de asegurar un crecimiento estable, que permita una expansión de la actividad y del empleo constante… (…), una mayor distribución del ingreso, que fortalezca nuestra clase media y que saque de la pobreza extrema a todos los compatriotas”. Y destacaba: “No se puede recurrir al ajuste ni incrementar el endeudamiento. No se puede volver a pagar deuda a costa del hambre y la exclusión de los argentinos…”.

En setiembre, Kichner pronunció un discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas donde dijo: “El mundo transita tiempos de cambio en el marco de una globalización que crea oportunidades y riesgos sin precedentes”.

“El más grande riesgo es el ensanchamiento de la brecha existente entre ricos y pobres. Países centrales y países periféricos no son escalas de un ejercicio intelectual. Tampoco una cuestión de ideologías. Muy por el contrario, reflejan una realidad lacerante en términos de pobreza y exclusión social sin precedentes. Nuestra prioridad debe ser lograr que la globalización opere para todos y no para unos pocos”.

“Existe una aplastante y gigantesca deuda, tanto con organismos multilaterales de crédito como con acreedores privados”.

“Nos hacemos cargo como país de haber adoptado políticas ajenas para llegar a tal punto de endeudamiento. Pero reclamamos que aquellos organismos internacionales que -al imponer esas políticas- contribuyeron, alentaron y favorecieron el crecimiento de esa deuda, también asuman su cuota de responsabilidad. Resulta casi una obviedad señalar que cuando una deuda adquiere tal magnitud, la responsabilidad no es sólo del deudor sino también del acreedor.

“Es necesario entonces que se asuma el hecho cierto, verificable y, en cierta medida, de sentido común, de la terrible dificultad que ofrece el pago de esa deuda. Sin una concreta ayuda internacional que se encamine a permitir la reconstitución de la solvencia económica de los países endeudados y con ello su capacidad de pago. Sin medidas que promuevan su crecimiento y desarrollo sustentable, favoreciendo concretamente su acceso a los mercados y el crecimiento de sus exportaciones, el pago de la deuda se torna una verdadera quimera”.

“En el desarrollo de exportaciones con valor agregado a los recursos naturales que la mayoría de los países endeudados poseen, puede solventarse los primeros tramos del desarrollo sustentable, sin el cual sus acreedores deberán asumir sus quebrantos sin otra opción realista. Nunca se supo de nadie que pudiera cobrar deuda alguna a los que están muertos” (Subrayado de este redactor).

El llamado del presidente argentino no tuvo eco favorable en los organismos multilaterales de crédito.

Reducir la deuda externa y potenciar las exportaciones y el mercado interno, son las líneas generales de los gobiernos de Venezuela, Brasil y Argentina, en la década del 2000. Comenzó así un proceso de recuperación, estimulado por la demanda de materias primas de China y las bajas tasas de interés de la Reserva Federal. Se agregó a ello el tipo de cambio administrado y flexible que permitió la aplicación de políticas sociales que redujeron la pobreza y mejoraron las transacciones en el mercado interno.

                             Programa del gobierno de Tabaré Vázquez

El 1º de marzo de 2005, asumió la Presidencia de la República de Uruguay, el Dr. Tabaré Vázquez, líder del Frente Amplio.

En su discurso de apertura, señaló: “El gobierno que hoy asume funciones tiene señas de identidad bien definidas y por cierto que su accionar será coherente con los valores, los principios y las propuestas que lo inspiran pues, entre otras razones, tal es la voluntad ciudadana expresada el pasado 31 de octubre”.
“Pero, asimismo, este gobierno será el gobierno de todos los uruguayos”. “De todas las uruguayas y de todos los uruguayos por encima de raza, edad, lugar de residencia, identificación ideológica, credo religioso, filiación política o condición social”.

“En tal sentido, permítanme reiterar en esta oportunidad la especial trascendencia que adjudico a los acuerdos en materia económica, exterior y educativa entre el nuevo gobierno que hoy se inicia y los partidos políticos oficializados el pasado 16 de febrero en este edificio sede del Parlamento Nacional”. (…).

“No ignoro el contexto mundial, regional y nacional en el que asumo la responsabilidad de gobierno que la ciudadanía uruguaya me ha confiado”. (…).

“Sin embargo, por esta misma razón considero necesario que en una línea de continuidad con la declaración de fidelidad constitucional ya realizada, reitere mi compromiso de trabajo”.

“Mi compromiso de trabajar al extremo máximo de mis aptitudes, potestades y posibilidades en la construcción de un proyecto nacional de desarrollo productivo y sustentable”.

“Mi compromiso de trabajar incansablemente por el Uruguay Social, Productivo, Innovador, Democrático y Regionalmente Integrado que, como las caras de un poliedro, conforman una única estrategia de país para todos los uruguayos”. (…).

“Y en estrecha relación con lo anterior, mi compromiso de promover políticas educativas, científicas y tecnológicas que preparen a nuestros hombres y mujeres, y en especial a los más jóvenes, para ese trabajo decente que es, al fin y al cabo, la mejor política social y la mejor política económica que puede tener un país”.

Como puede observarse, no habló de ruptura con las políticas económicas de las dos décadas anteriores pero llamó a “trabajar todos juntos, sin distinción de partidos o ideologías”, por un futuro mejor.

Vázquez realizó, en la segunda mitad del año 2004, dos viajes a Estados Unidos y sendas entrevistas con el Directorio del Fondo Monetario Internacional. En la segunda, lo acompañó el Senador Contador Danilo Astori y a la salida del encuentro expresó que si resultaba electo en octubre, Astori sería su Ministro de Economía y Finanzas.

En febrero del 2005, la deuda externa de Uruguay ascendía al 112% del PIB y Uruguay se comprometió a “honrar” sus compromisos financieros.

El 8 de junio de 2005 el FMI le otorgó a Uruguay un préstamo de 1.113 millones de dólares, para estabilizar su balanza de pagos y el movimiento comercial. El alza de los precios de los alimentos en el mercado externo permitían un aumento de las reservas monetarias que junto a un control del gasto, creaban condiciones apropiadas para atraer a la inversión extranjera.

Como contrapartida al préstamo concedido, el gobierno se comprometió alcanzar los siguientes objetivos en los 4 años siguientes::

1)      Crecimiento de un 4% del Producto Bruto Interno (PIB) sobre la base de dos grandes proyectos de inversión; 2) Reducción de la inflación a razón de 1% anual hasta alcanzar el nivel de 3,5% en el 2008; 3) Crecimeinto de las exportaciones un 9% anual; 4) Aumento de 1.500 millones de dólares de las Reservas Internacionales Netas; 5) Superávit fiscal primario, en el mediano plazo, de un 4% del PIB; 6) Periódico ajuste de las tarifas públicas
    7) Reducción de la deuda externa a un 60% del PIB en el 2008 y a un     50% en el 2012; 8) Firme control del gasto; 9) Reforma tributaria;  10) Reforma de las Cajas de Jubilaciones especiales (Policial, Fuerzas Armadas y Bancaria) 11) La base monetaria (dinero en poder del público, cuentas corrientes t cajas de ahorro) será compatible con el Tipo de cambio flexible y los objetivos inflacionarios; 12) Fortalecer la autonomía del Banco Central, para asegurar el cumplimiento de la política monetaria; 13) Continuación de la reforma del sistema bancario consolidando el sector privado para que sea un factor del crecimiento; fortalecimiento rápido del Nuevo Banco Comercial; 14) prioritaria la reforma de los bancos públicos BROU y BHU; 14) Fomento del mercado de capitales abriendo al sector privado áreas que estaban reservadas al Estado; 15) Protección a la propiedad y a los derechos de los acreedores.

“Un objetivo fundamental del programa –dice la Declaración del FMI.- es el gradual acceso del Uruguay a los mercados internacionales de capital, necesarios para las perspectivas de crecimiento a largo plazo del país así como la prevista salida del apoyo financiero del FMI. (“A key program goal is to gradually re-establish Uruguay's access to international capital markets, instrumental to the country's longer-term growth prospects as well as the envisaged exit from IMF financial support”). (Fuente: FMI Press Release No. 05/136 - June 8, 2005).

La negociación con el FMI había comenzado en abril. A esos efectos viajaron a Washington, el Ministro de Economía, Danilo Astori, el Presidente del Banco Central, Wálter Cancela y el responsable de Macroeconomía del MEF, Fernando Lorenzo. Por el organismo internacional, intervino el jefe de misión del organismo Andrew Wolfe.

Em el 2005, el Parlamento aprobó tres documentos: Ley de Inversiones, la Rendición de Cuentas Especial de la crisis del 2002 y el Presupuesto Quinquenal 2005-2009. Por otra parte, en la Conferencia de Mar del Plata, realizada en diciembre, los Presidentes de Latinoamérica, con excepción de México, rechazaron la Alianza de Libre Comercio de las Américas (ALCA), propuesta por el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush Jr.

El 16 de julio, el Ministro Astori habló en la Cámara de Comercio Uruguayo Británica, donde expresó su preocupación por la demora en aprobar el Tratado de Inversiones con Estados Unidos que fue enviado al Poder Legislativo por el entonces Presidente Jorge Batlle un mes antes de transmitir el cargo a Vázquez.  “Estos  tratados –dijo- son los que proporcionan el marco adecuado para recibir inversiones, crédito y confianza “ y alertó sobre la conveniencia de que no se alteren los pasos y plazos de la recuperación económica del país.

Un capítulo importante de su discurso fue la enumeración de las “reformas estructurales” que el gobierno debe implementar, comenzando por la reforma de sistema financiero donde resaltó cambios en la estructura e independencia del Banco Central, reformas en los restantes bancos estatales poniendo especial énfasis en el Banco Hipotecario y en la venta del Nuevo Banco Comercial, reiterando que existen dos "interesados firmes".

Nuevamente hizo hincapié en la necesidad de desdolarizar la economía y aludió a la reforma tributaria confirmando que a principios de 2006 será puesta a consideración del Parlamento.

Otra de las reformas ratificadas refiere al sistema previsional priorizando las reformas de las caja Policial, Militar y Bancaria.

En relación a la reforma del Estado, el jerarca destacó el esfuerzo que se realiza a fin de lograr que las empresas públicas, a la brevedad, puedan estar en condiciones de competir y en relación a ello señaló que lo indicado parece ser el camino de las asociaciones. Se hace necesaria la "preparación de nuestras empresas públicas para la competencia. Competencia inexorable para todas ellas, por diferentes razones. Pero desde ya tienen que irse preparando y el gobierno tiene que asumir la responsabilidad de ayudar en este proceso de preparación que entre otras cosas supone buscar permanentemente, formas de asociación", afirmó.

Nuevamente hizo hincapié en la necesidad de desdolarizar la economía y aludió a la reforma tributaria confirmando que a principios de 2006 será puesta a consideración del Parlamento.

Otra de las reformas ratificadas refiere al sistema previsional priorizando las reformas de las caja Policial, Militar y Bancaria (Fuente: “La República”, 17 de julio de 2005).

 El 30 de junio, comenzó la Cámara de Senadores a considerar la Rendición de Cuentas y Balance Presupuestal del año 2004, del gobierno del Dr. Jorge Batlle. La peculiaridad de esta Rendición es que introdujo un “Egreso Extraordinario” que se refiere a la pérdida por el “auxilio” (de Jorge Batlle) a los bancos durante la crisis del 2002: 835 millones de dólares.

Esta Rendición de Cuentas fue aprobada, el 16 de agosto de 2005, con el voto afirmativo de los Diputados del Frente Amplio y del Partido Colorado. Votaron en contra el Partido Nacional y el Partido Independiente.

Mientras transcurría el debate de esta Rendición, el gobierno preparaba el Proyecto de Ley Presupuestal Quinquenal para el período 2006-2009.

El “Análisis de Coyuntura”, 2004-2005, del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas, estimaba las siguientes perspectivas para el 2005: Crecimiento del PIB Mundial, 4,3%; PIB del Brasil: 3,7%; PIB de Argentina: 7 %. El mercado externo ofrecería precios en alza para los productos agropecuarios.

No obstante, indicaba como perspectivas negativas: Crecimiento de las tasas de interés de la Reserva Federal: 3% en mayo y, en los trimestres siguientes pasaría a un 4% y, en el largo plazo a un 5% y un 5,25%   (Desde el 2001 se mantenían a un 1.5%). Además, se mantendrán elevados los precios del petróleo que, en abril alcanzaron niveles record.

La deuda externa del Estado era de 15 mil millones de dólares y la deuda privada de 2000 millones de dólares. Las deudas incobrables del Banco República ascendían al 31 de diciembre de 2004 a 81 millones de dólares y la deuda del Estado con proveedores cifraba 100 millones de dólares.

Em este contexto debía elaborarse el Presupuesto Quinquenal. El  2 de agsoto, el Director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y Presidente de la Comisión de Programa del FA, Economista Carlos Viera, expresó, en conferencia de prensa, cuáles eran los criterios con los que se estaba trabajando. Destacó al acuerdo que se llegó con el Congreso de Intendentes, resaltando que se le va a entregar el 3,33% que es una cifra muy superior a la que daban los gobiernos anteriores; señaló la mejor distribución del gasto la que se centrará en Enseñanza, Salud y Vivienda.
Sobre la Vivienda Viera dijo, especialmente, que se va a verter lo que hasta ahora no se ejecutaba, del impuesto a los jubilados y a los trabajadores que va al Fondo Nacional de Vivienda. Ahora va a ir directamente a obras del Ministerio de Vivienda. Puso énfasis en los esfuerzos que se realizarán para mejorar las jubilaciones menores de los 4 mil pesos. Los trabajadores y jubilados aportan, mensualmente, el 1% del IVA. Estas primeras pautas de redistribución "se van a mejorar" al finalizar los dos primeros años, a través de las Rendiciones de Cuentas.  (Fuente: “La República”).

Ek día siguiente, se reunió en Pando el Consejo de Ministros y, en esta oportunidad, el Ministro de Economía, Contador Danilo Astori, se refirió a las características que tendrá el Presupuesto:

"Vamos a trabajar desde la ley de presupuesto para mejorar gestión pública, lo que significa cuatro grandes cambios del pasado".  Esos cambios serán: Utilizar la Rendición de Cuentas como oportunidades anuales para corregir errores, abatir poco a poco y en la medida de las posibilidades del sector público la deuda flotante del estado con los proveedores, mejor asignación de recursos humanos y revisión de condiciones -"No podemos tener reparticiones públicas en donde sobren funcionarios y no tenerlos en donde faltan" dijo-, premiar el ahorro y no el malgasto y mayor transparencia en el gasto del dinero público”.

El titular de Economía señaló que el "país tiene graves problemas de empleo: cuantitativo y cualitativo y esa es la principal polea de transmisión de pobreza, desigualdad y exclusión".

"Lo primero que necesita el país, es atacar la cantidad y la calidad del empleo. Esto se logra de una sola manera: la inversión productiva, capaz de producir el trabajo que cualitativa y cuantitativamente estamos necesitando" agregó.

"La izquierda hace un gobierno distinto a gobiernos anteriores. Tenemos presupuesto distinto", señaló Danilo Astori, quién se encargó de marcar las diferencias que según su opinión, habrá entre esta administración y las demás:

1) - Enfoque global.
2) - Plan de Emergencia, para el cual estamos asignando 200 millones de dólares.
3) - Contiene recuperación real de salarios y pasividades.
4) - Prioridades a salud, seguridad social, educación y las infraestructuras.
5) - Importancia a inversión pública.
6) - Importancia a disminución de endeudamiento del país.

" Y todo esto, sin ajuste fiscal", expresó el Secretario de Estado, quién reitero que este último punto, en los gobiernos anteriores es una historia repetida durante varias décadas.
Astori finalizó su discurso reiterando que se va a "evitar la “trilogía letal”: el atraso cambiario, déficit fiscal y deuda para financiar el déficit (Fuente: “La República”).

En la última semana de agosto de 2005 y a pocos días de expirar el plazo para elevar el Proyecto de Presupuesto al Poder Legislativo, estalló en el seno del gobierno una grave crisis política en la que el Ministro Astori amenazó con renunciar. La controversia se centró en torno a los fondos para la enseñanza, rubro al cual el presidente Tabaré Vázquez quería asignarle el 4,5% del PBI al final del quinquenio. Desde el Ministerio de Economía, se había especificado que, de acuerdo a los cálculos realizados por la cartera y teniendo en cuenta las restricciones fiscales, sólo se podía asegurar previamente que se llegaría al 3,5% del PBI.

En la reunión del Consejo de Ministros del lunes 29 de agosto, el Presidente Vázquez le solicitó al titular de Economía que “Revisara los cálculos” para alcanzar la meta del 4.5%. Astori le contestó que lo haría pero junto con esta revisión iba su renuncia. Esta respuesta provocó conmoción en el gobierno y ganó estado público. Intervinieron varios ministros y el Secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández, para tratar de disuadir al Secretario de Estado y finalmente, el 31, tras arduas negociaciones, se llegó a esta fórmula, expresada por el Ministro de Educación y Cultura, Jorge Brovetto: “El objetivo del 4.5% estará atado a la evolución de la economía y los ingresos del Estado”.  Poco antes de la medianoche del 31 de agosto, el Proyecto fue remitido al Parlamento “con números que no comprometían los acuerdos alcanzados con el Fondo Monetario Internacional” (Fuente: “Radio “El Espectador”).

Esta emisora, al comentar la crisis el 1º de setiembre, la juzgó en la forma siguiente;  “Estoy más seguro que nunca en seguir al frente del Ministerio” dijo anoche el titular de Economía, Danilo Astori, poniéndole punto final a la mayor crisis política que ha sufrido hasta ahora el gobierno de Tabaré Vázquez”.

La política económica del Ministro de Economía tenía otros opositores, dentro del Frente Amplio, como los economistas Alberto Couriel y José Manuel Quijano.

En una entrevista que le realizó la periodista Sonia Breccia, el 25 de julio. en su programa radial “Primera voz” en AM 1410 LIBRE, expresó entre otros conceptos, acerca del trámite secreto de elaboración del Presupuesto:

“Los legisladores del Frente Amplio hemos solicitado una reunión con el equipo económico para ir definiendo ya los números, porque no hemos visto los números del Presupuesto. Lo que se pretende saber con este encuentro es cómo va a ser el nivel de inversión pública, el nivel del gasto total y del gasto social·.

"Esto no está todavía arriba de la mesa y estamos esperando tener una conversación con el equipo económico. Estoy partiendo de la base de que tenemos un acuerdo con el FMI que me está exigiendo un superávit primario de 3,5%, casi 4% del PBI, como una cosa permanente durante todo el período, un superávit primario que el Uruguay nunca alcanzó en su historia. Entonces la exigencia del Fondo Monetario es extraordinariamente elevada, el acuerdo que se hizo es elevado y esto limita por un lado el nivel de la inversión pública, y el nivel del gasto social”.  

José Manuel Quijano, a su vez, entrevistado el 19 de octubre por Eduardo Blasina en su programa radial “Tiempo de Cambio” sostuvo que con el presupuesto presentado por el gobierno " yo creo que tendríamos dificultades para que las exportaciones crecieran en el mediano plazo, ya que mi percepción es que las exportaciones se mueven muy inducidas por la demanda externa. Vamos a suponer, cuando los países vecinos se mueven dinámicamente, o sea, están creciendo, el país tiene condiciones de venta y vende. Cuando el mundo está creciendo, como en este momento lo está haciendo la economía internacional, las ventas se hacen posibles. Y el tipo de cambio es un elemento que, si persiste en esta política de rezago, termina afectándolas, termina haciendo más difícil el proceso exportador".

Varias consultoras opinaron que el “peso estaba sobrevaluado”, afirmación que, reiteradamente, fue rechazada por el Ministro de Economía.

Si bien en la “Cumbre de las Américas”, realizada los días 4 y 5 de noviembre, en la ciudad de Mar del Plata, el Presidente Tabaré Vázquez votó contra el ALCA, cuya “defunción” subrayó el Presidente de la República Bolivariama de Venezuela, Hugo Chávez, el gobierno uruguayo intentó luego firmar un Tratado Bilateral de Libre Comercio con Estados Unidos, defendido por el Presidente y el Ministro Astori pero al que se opuso la mayoría del Frente Amplio encabezada por el Ministro de Relaciones Exteriores, Reinaldo Gargano. Finalmente,el Tratado no se concretó. Para la mayoría del Frente Amplio era notorio que tanto el ALCA como los tratados bilaterales de libre comercio, obedecían a una estrategia de Estados Unidos de quebrar el proceso de integración latinoamericana que lideraban Venezuela, Brasil y Argentina. Y este punto constituía la esencia del programa del Frente Amplio en materia de política esterior y, en particular de sus sectores de izquierda, desde la década de los 60’.