viernes, 15 de febrero de 2013

UN PROBLEMA PARA EL PRESIDENTE MUJICA


Se trata de una situación creada por la organización institucional y la realidad política. Seamos claros.

La Constitución de 1966 creó la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y el Banco Central. El titular del primero, tiene rango de Ministro, asesora al Presidente y realiza la programación económica y presupuestal del gobierno de acuerdo a las directivas del Jefe de Estado; la segunda, se encarga de la política monetaria y la administración de las divisas para las transacciones comerciales y financieras y el pago de las obligaciones del país. Junto con el Ministerio de Economía y Finanzas, tienen la responsabilidad de la política económica que traza el Presidente de la República.

A Planeamiento le corresponde la función de elaborar la estrategia económica del gobierno, la que aprobada por el Presidente y el Consejo de Ministros, pasa a ser ejecutada por el MEF y el BC. En los hechos, este mecanismo nunca funcionó así porque el Presidente nunca tuvo mayoría parlamentaria propia y tuvo que negociar con sectores de su partido, del cual era la fracción mayoritaria relativa, pero no absoluta, La misma situación que tuvieron los gobiernos colorados y blancos, la tiene el del Frente Amplio.

En las elecciones internas, para la determinación del candidato a la Presidencia, confrontaron José Mujica y el Contador Danilo Astori, líder de un sector político del Frente que no obtuvo la postulación que buscaba;  venció Mujica pero para asegurar la victoria de la coalición le ofreció al economista Astori integrar la fórmula electoral como candidato a la Vicepresidencia. Astori acepto pero puso sus condiciones cuyos detalles no se conocen salvo lo dicho pr Mujica que se encagaría de la macroeconomía. En los hechos, Asrori –que como Vice presidente es el Presidente del Senado y de la Asamblea General, se transformó en un virtual Primer Ministro sin cartera, que dirige el equipo económico de una parte fundamental del gobierno, como son el Ministerio de Economía y Finanzas y el Banco Central.

En la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Mujica ha designado a un economista de su confianza política pero su papel es meramente testimoniail. Es evidente que, sobre una serie de tópicos, Mujica discrepa con Astori pero solo puede dar señales a la opinión pública y a su grupo porque si adoptara una decisión rompería con Astori y este lo dejaría en minoría y a merced de la oposición conservadora en ambas cámaras.

Las diferencias, hasta ahora, han sido superadas pero hay dos como los  ncias que las harán más tensas: la crisis económica mundial que creará dificultades a las exportaciones uruguayas y el próximo año electoral donde ambos grupos –el de Mujica y el de Astori- tratarán de dar perfiles propios frente a los desafíos que se avecinan.

La mayoría de los economistas sostienen que este año y el próximo, la crisis económico- financiera que afecta a los centros del capitalismo mundial, especialmente a la Unión Europea, tocará fondo y será incierta la suerte del euro, por lo menos en la extensión actual de la eurozona.  En consecuencia, los países con exportaciones a esa zona como los países de Sudamérica, verán contraído su comercio.

Es natural que estos paises adopten medidas para mantener el equilibrio comercial, imponiendo trabas a las importaciones e incluso o para evitar la desocupación  y gravar a las grandes fortunas, alí donde no existen esos impuestos, para mantener el equilibrio presupuestal sin afectar la inversión social.  En esa dirección se vienen orientando las medidas adoptadas por los gobiernos de Argentina, Brasil y Venezuela que importan el 30% de las exportaciones uruguayas.

El modelo que sigue Uruguay desde hace décadas es el de una economía abierta, anclada en un dólar fuerte para atraer inversiones productivas y financieras externas, que ha funcionado bien en épocas de bonanza de la economía mundial y que ha sufrido un fuerte impacto negativo cuando se ha invertido esa tendencia. Es lo que nos dice la experiencia. Esta vez, aparece como moderadora de la crisis, la pujante economía de China pero que también ve afectadas sus exportaciones a´la eurozona y a Estados Unidos, lo que la obliga a reducir sus compras.

 La posición del Vicepresidente Astori, que es un hombre de confianza de los medios inancieros internacionales, es tocar lo menos posible el modelo. Por eso se opuso al impuesto a la concentración de la tierra, exigiendo limitaciones que, así y todo, serían declaradas inconstitucionales por la Suprema Corte de Justicia (!), cuando hay información de que se tratan de grandes inversiones especulativas donde la tierra actúa como refugio de valor y no como medio productivo, frente a un eventual desplome de los papeles bursátiles.

Las mismas tensiones internas en el gobierno se han vivido cuando el Presidente Mujica se comprometió con la mandataria argentina a informar, a solicitud del gobierno de la vecina orilla, sobre el ingreso de capitales generados en la evasión impositiva cuyos destinos son, preferentemente, la inversión inmobiliaria en Punta del Este y las sociedades anónimas en la tierra para la producción de soja, utilizando a Uruguay como inversión por el tratamiento ventajoso que tienen en nuestro país.

Este período que se inicia, será de prueba y ciertos indicadores macroeconómicos cono el aumento del déficit fiscal, el déficit de cuenta corriente y la inflación estarían señalando que no son tiempos buenos para una economía completamente abierta y complaciente con los movimientos especulativos de capital.