martes, 30 de marzo de 2010

LAS CRÍTICAS AL SISTEMA SOCIAL Y POLÍTICO CUBANO

Le llamo así a la campaña que los grandes medios de información del imperialismo y sus obsecuentes seguidores en nuestra tierra, políticos e intelectuales, están copiando a la letra, a raíz de la muerte, tras un ayuno de protesta, del preso cubano, Orlando Zapata. Y le llamo así porque esas críticas no son en defensa de la libertad –en este sentido todos los colonialismos y los imperialismos que han llenado de oro las arcas del capitalismo mundial, han sido condenados por la historia- sino al sistema social que ha demostrado la posibilidad de ir construyendo un humanismo real y no de opereta como el que prometió la burguesía, a finales del siglo XVIII.

Revolución y Reformismo

La Revolución Cubana fue una revolución social que cambió radicalmente la estructura económica y la superestructura política, social, cultural y jurídica. Se inspiró en las ideas antiimperialistas de Martí –“que conoció las entrañas del monstruo” que planeaba la anexión de su patria- y en Marx y Lenin que le proporcionaron el modelo científico –económico, social y político- de alternativa.

En consecuencia, el tiempo histórico de Cuba es más avanzado que el tiempo histórico burgués. No hay fin de la historia: el esclavismo y la servidumbre fueron al cementerio de la historia; y hacia él se dirige, también, tiempos más, tiempos menos, el sistema capitalista.

El Frente Amplio se propone “reformar” el capitalismo, sin cambiar su esencia, dentro del marco político y jurídico que ha establecido la burguesía. Lejos estamos de la posición de sostener la necesidad de un cambio revolucionario en nuestro país, ahora, pues, para ello deben existir condiciones y relaciones de fuerza revolucionarias objetivas a favorables a nivel mundial y continental. Pero debemos admitir que el reformismo tiene los límites que le impone el sistema capitalista que es un sistema económico cíclico de explotación, determinado por la propiedad de los medios de producción de cambio por una clase social y la succión de una parte del valor del trabajo, plusvalía que es regulada por la tasa de desocupación y el nivel de los salarios.

Auge y recesión en el ciclo capitalista

En la fase de auge, la política socialdemócrata –que es la que practica el FA- pone énfasis en mejorar las condiciones sociales; en la fase recesiva, el centro se desplaza a la macroeconomía: contralor del gasto público social, congelación de salarios, es decir, todas medidas destinadas a reflotar el modo de producción capitalista, en dificultades, priorizando la ganancia de los inversores.

Tabaré Vázquez navegó en el período de auge y sus reformas han sido positivas; a Mujica le ha tocado la fase de recesión y su preocupación se orienta a dos objetivos contradictorios: afianzar las políticas sociales y controlar el gasto público al mismo tiempo que cae la inversión privada y el país debe amortizar un volumen importante de su deuda exterior.

Un modelo de justicia e integración social plena, como el de Cuba es inviable, por lo dicho, en el sistema capitalista. Cuba avanzó hacia el socialismo en el marco de su integración en el Campo Socialista Mundial (1961-1991, encabezado por la Unión Soviética. El fin de esta experiencia, la dejó aislada a 90 millas de las fauces afiladas del monstruo, situación que la obligó a cambiar de estrategia: no se trataba de seguir avanzando hacia el socialismo, sino “defender” las conquistas de la Revolución, preservando su independencia de cualquier interferencia imperialista. Sus enemigos decían abiertamente que tenía los días contados e intensificaron el bloqueo; sin embargo, no se derrumbó como otros países, porque tenía la voluntad política de resistir y defender esas conquistas.

La libertad no es un derecho natural

Ya Hegel decía que el hombre no nace libre sino que la conquista de la libertad es un proceso histórico y Marx aclaraba que a esa libertad se accede a partir de una base material, económica y social. Los ignorantes no son libres, los desocupados, no son libres, los pobres y los indigentes no son libres.

Según la Organización de las Naciones Unidas, más de 1,000 millones de seres humanos viven con menos de un dólar al día; 448 millones de niños sufren insuficiencias diversas, 20% de la población mundial tiene el 90% de las riquezas, un niño de cada cinco no tiene acceso a la educación primaria; 80% de los refugiados son mujeres y niños, las mujeres ganan 25% menos que los hombres en trabajos iguales, 876 millones de adultos son analfabetos, de los cuales dos tercios son mujeres; cada día, 30 mil niños de menos de 5 años mueren de enfermedades atri buidas a la miseria que hubieran podido ser evitadas. En los países en desarrollo, más de un niño de cada diez no llegará a cumplir los 5 años, más de 500 000 mujeres mueren cada año durante el embarazo o en el parto.

Hoy en día, 42 millones de personas viven con el virus del SIDA, de las cuales 39 millones viven en países en desarrollo. El VIH/sida es la principal causa de fallecimiento en África subsahariana. Al llegar el 2020, algunos países africanos podrían perder más de una cuarta parte de su población activa por causa del SIDA.

El sistema de salud de Cuba está entre los primeros del mundo, por encima aun de los países más desarrollados y no es por casualidad. Los uruguayos, varios países latinoamericanos, africanos y asiáticos han recibido y reciben la fraternal solidaridad de los médicos cubanos y sus logros en la investigación científica.

Más de 1,000 millones de personas no tienen acceso a agua potable. En África subsahariana, cerca de la mitad de la población no tiene acceso al agua potable; 2,400 millones de personas se ven privadas de instalaciones sanitarias satisfactorias.

En África subsahariana, una persona de cada tres sufre hambre crónica.

2,800 millones de personas, es decir, cerca de la mitad de la población mundial, viven con menos de 2 dólares al día.

¿Dónde está la libertad? ¿Quiénes han sido responsables de esa miseria? ¿Quiénes han sido responsables que el siglo XX haya sido la centuria más sangrienta de la historia, con genocidios monstruosos como los de la Alemania nazi y los bombardeos con mapalm y gas naranja por los norteamericanos en Vietnam o el lanzamiento de sendas bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki que mataron en el acto a 200 mil seres humanos incluyendo a niños y ancianos? ¿Quiénes son los responsables que los gastos militares globales asciendan a 1 billón 300 mil millones de dólares (170 dólares per cápita de la población mundial) y que la mitad de ese gasto lo tenga Estados Unidos?
¿A dónde fue a parar la “luz de la razón” que los revolucionarios de 1789 anunciaron al mundo iluminaría los pasos de la humanidad?

El sistema social cubano tiene su lógica

Un sistema social superior como el cubano, tiene su lógica bien clara: la libertad es la mayor imaginable “dentro del sistema”; fuera de él –como el retorno al capitalismo- es un crimen social de lesa humanidad. El principio absoluto es: “Dentro de la Revolución, todo: fuera de la Revolución, nada”. Y está bien.

¿Escrúpulos izquierdistas o qué?

El cuestionamiento de la burguesía al sistema económico, social y político cubano, es obvio. Lo que sorprende es la posición de algunos políticos e intelectuales “izquierdistas”. Unos, por egolatría, construyen su pedestal, para obtener una guiñada favorable del sistema, ignorando la historia que, por otra parte, conocen bien. Otros. renuncian a sus ideas juveniles porque la vida es corta y la acumulación privada de capital les permite disfrutarla hasta el hartazgo. Son soberbios, pedantes, parlanchines y burlones, como diría Víctor Hugo, y creen que pueden dar lecciones humanistas a otros pueblos.

No quiero juzgar con el mismo rasero a los críticos del sistema cubano. A los que quieren perfeccionarlo, la Revolución no les ha negado un lugar, -discuten abierta y fraternalmente en las asambleas en forma permanente- pero no hay que confundir con los que son financiados por el imperialismo norteamericano, para derrocar al régimen, política que comenzó cuando una ley revolucionaria estableció hace 50 años la reforma agraria que confiscó las grandes centrales azucareras monopolizadas por la United Fruit Company, liberando de la miseria a millones de campesinos.

Yo, un joven de 22 años en 1954, sufrí mucho cuando una fuerza mercenaria, al servicio de Estados Unidos, derrocó al gobierno progresista de Jacobo Arbenz, en Guatemala, contando con la pasividad de sus Fuerzas Armadas. Y uno de los días más felices de mi vida fue cuando el ejército popular de la Sierra Maestra destruyó al ejército mercenario de Fulgencio Batista dejando expedito el camino para realizar la obra que Arbenz y otros patriotas latinoamericanos no pudieron cumplir y que América Latina y gran parte del mundo reivindican esperanzados.

Aunque parezca audaz, esos son los hechos y, por lo tanto, ésa es la verdad.

Ruiz Pereyra Faget

domingo, 21 de marzo de 2010

ESTADOS UNIDOS SE ENCAMINA A UNA GUERRA ECONÓMICA CON CHINA

Ruiz Pereyra Faget

Un grupo de 130 congresistas estadounidenses pidió al gobierno de Barack Obama que tome medidas inmediatas para hacer frente a la "manipulación monetaria" de China. La petición de los parlamentarios republicanos y demócratas está contenida en una carta dirigida al secretario del Tesoro, Timothy Geithner, y al de Comercio, Gary Locke. "Mantener su moneda con un tipo de cambio devaluado da un subsidio a las compañías chinas y una desventaja desleal a sus competidores extranjeros", expresaron los legisladores. (De las agencias noticiosas).

CHINA ADVIERTE

Al término de la Tercera Sesión de la XIº Legislatura de la Asamblea Nacional del Pueblo, el 14 de marzo, el Primer Ministro chino, Wen Jiabao, ofreció una conferencia de prensa, en la que respondió a las críticas de un grupo de congresistas, economistas y medios de prensa de Estados Unidos, en la que acusan a China de practicar un “dumping” comercial, al mantener presuntamente su moneda subvaluada.

El gobernante chino defendió la tasa de cambio fija entre el yuan renmimbi y el dólar y acusó a Estados Unidos de haber lanzado al mundo a una crisis económica y financiera mundial, al estimular la gran especulación del sector financiero y no tomar aun medidas ahora para controlar a este sector.

"Nos oponemos a la práctica de presionar a los países a tomar medidas enérgicas para apreciar sus monedas", dijo Wen a los periodistas presentes en el Gran Palacio del Pueblo.

Durante la conferencia de prensa, el Primer Ministro criticó a la administración de Obama por prohibir las exportaciones estadounidenses de productos de alta tecnología a China, que –dijo- ayudaría a equilibrar el comercio bilateral. Estados Unidos prohibe estas exportaciones argumentando que Pekín puede utilizarlas con fines militares.

El año pasado, agregó el funcionario, las exportaciones de la Unión Europea cayeron un 20,3 por ciento en general, pero las exportaciones a China sólo se redujeron en 15,3 por ciento. De Alemania, mientras tanto, sus exportaciones a China alcanzaron un máximo de 76 mil millones de euros (104,6 mil millones dólares).

Las exportaciones de EE.UU, con el resto del mundo, continuó Wen, cayeron un 17 por ciento el año pasado, pero las exportaciones a China sólo se redujeron en un 0,22 por ciento.. En enero, el déficit de la balanza comercial China-Estados Unidos fue de 20 mil millones de dólares.

Wen también expresó su preocupación por la seguridad de las tenencias del Tesoro chino de bonos del Tesoro de EE.UU.

"Cualquier fluctuación en el valor de la moneda de EE.UU. es una gran preocupación para nosotros", dijo Wen. "No podemos permitirnos ningún error, por leve que sea, cuando se trata de nuestros activos financieros".

China tiene 2.4 billones de dólares de reservas pero ha invertido 895 mil millones en bonos del tesoro de Estados Unidos, o sea, el 37.3% de las mismas. China es el principal acreedor de Estados Unidos. Al financiar el déficit de Washington le ha permitido a éste estimular el consumo, durante los dos gobiernos de Bush, y ahora, el plan de estímulo fiscal aprobado por Obama para amortiguar los efectos sociales de la crisis. Desde luego, también financia gran parte del presupuesto militar.

“Trampa de liquidez”

No obstante los datos que proporciona la economía estadounidense revelan que las tasas de interés del crédito, próximas a cero, ni la política fiscal expansiva, han sido eficaces para reducir la desocupación y reactivar la economía. Los economistas neokeynesianos sostienen que Estados Unidos, el Japón y la Unión Europea se encuentran en una “trampa de liquidez”.

Esta categoría fue señalada por Keynes en 1936 y objeto de elaboración más profunda por John Hicks en su libro, publicado el año siguiente, “Keynes y los clásicos, una interpretación econométrica”. Los economistas clásicos consideraban que bastaba el crédito barato y el ahorro para invertir y así reactivar la economía, sin caer en el déficit fiscal. Keynes sostuvo la tesis –y Hicks la describió teóricamente al introducir el modelo IS-LM- que cuando caen los precios por debajo de su nivel histórico (deflación) y la tasa de interés, aun próxima a cero, es positiva, la ganancia del empresario será negativa, captando los bancos parte de su capital. En consecuencia, no invertirá.

El camino de salida, indicado por Keynes es un mayor gasto del Estado y la reducción de impuestos, sin poner atención en el déficit, recurriendo a la emisión monetaria. Fue la política adoptada por el Ministro de Finanzas de Hitler, Hyalmar Schacht, en la década de los ’30. Un inflación moderada, combinada con una tasa de interés nominal próxima a cero, dejaba una utilidad real al inversor.

Sin embargo, esto todavía es insuficiente porque ningún inversor puede aventurarse sin tener clara una expectativa de crecimiento económico y esta seguridad la debe proporcionar el Estado, lanzando su propio plan de inversiones. La crisis en Alemania y en Estados Unidos, originada en 1929, sólo fue superada por las gigantescas inversiones del Estado en la industria militar, que generaron pleno empleo y la recuperación de la capacidad adquisitva de la población, cuyo desideratum trágico fue la Segunda Guerra Mundial.

Los problemas de Obama.

El Presidente Obama tiene problemas mucho mayores que los que tuvo Franklin Roosevelt, cuando llegó al gobierno en enero de 1933. La política monetaria y el enorme déficit fiscal no han dado resultado. El salvataje del Estado ha ido principalmente a los bancos pero las deudas de los norteamericanos están cercanas al 100% del Producto Bruto Interno (14 billones de dólares) y el desempleo está en los dos dígitos. Por ello, la demanda no repunta y el Congreso no está dispuesto a votar más “estímulos” fiscales. Además, Estados Unidos está perdiendo dos guerras, en cualquier momento puede estallar otra con Paquistán, su comercio es deficitario con los principales mercados del mundo y rápidamente se fortalece la economía de China que es su rival estratégico más importante.

Como presunta solución a esta crisis, ahora, ha resuelto plantearle a China la guerra económica, amenazando con emitir moneda sin freno, provocar la deflación de su deuda externa y “quemar” casi el billón de dólares que le debe a China.

Neoliberales republicanos y neokeynesianos demócratas contra China

El Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, apoya esta tesitura.

En un artículo que publicó en su columna del “New York Times”, el lunes 15 de marzo, en respuesta a las declaraciones hechas el día anterior por Wen Jiabao dejando claro que China no sobrevaluará su moneda, para facilitar las exportaciones norteamericanas, expresa que si la subvaluación del yen renmimbi es del 25%, como sostienen algunos institutos de investigación económica, Estados Unidos debe gravar las importaciones de China con un 25%. Si en represalia, China vende sus activos en dólares, Estados Unidos no debe preocuparse pues la Reserva Federal puede comprarlo, emitiendo dinero. Y agrega “El valor del dólar caería frente a otras monedas importantes, tales como el euro. Pero eso sería una buena cosa para los Estados Unidos, ya que haría de nuestros productos más competitivos y reduciría nuestro déficit comercial. Por otra parte, sería algo malo para China, que sufriría grandes pérdidas en sus tenencias de dólares. En resumen, ahora Estados Unidos tiene a China a su merced, y no al revés”.

A la desesperación del Imperio por mantener su hegemonía, que arrastraría en su caída a todo el mundo, se agregan las últimas provocaciones hacia China como la reanudación de la venta de armamento a Taiwan, en violación de tratados que Washington viene firmando con Pekín desde 1972 y la recepción de Obama al Dalai Lama, el conocido ex terrateniente y autoproclamado “vicario divino” del Tibet.

Pero el Primer Ministro chino dijo en su conferencia: “Si Estados Unidos traba nuestras exportaciones, las empresas que perderían más serían las norteamericanas, radicadas en nuestro país, ya que ellas controlan el 60% de las mismas”.