martes, 15 de julio de 2014

A 70 AÑOS DE BRETTON WOODS


La Segunda Guerra Mundial entraba en su fase final. Alemania estaba a la defensiva en todos los frentes de guerra: Francia, Unión Soviética, Italia y Yugoslavia. En la Conferencia de Teherán, los “Tres Grandes” habían echado las bases de la Orgnización de las Naciones Unidas cuyo principal objetivo era asegurar la paz y canalizar las controversias a través de las negociaciones.

Sin embargo, a Estados Unidos, cuya economía, como en la Primera Guerra Mundial, había alcanzado un desarrollo económico y financiero, sin paralelo, le preocupaba cuáles serían las “reglas” de funcionamiento de la economía, por lo menos en el hemisferio occidental, en el futuro período de paz.

Para discutir y establecer esas reglas convocó, en el mes de mayo de 1944, una  Conferencia Monetaria que se realizó entre el 1º  y el 22 de julio, en el Hotel de Bretton Woods, un lugar veraniego de montañas boscosas, en el Estado de New Hampshire, lejos del ruido urbano.

                                         Dos proyectos

Participaron 44 delegaciones de países (No se invitaron a los países neutrales en la guerra) y colonias tan importantes como La India, pero el debate se centró en torno a dos proyectos, que habían comenzado a elaborar Estados Unidos y Gran Bretqña, en forma separada en 1941. El del Reino Unido fue preparado por un grupo encabezado por el famoso economista, John Maynard Keynes y el de Estados Unidos por un equipo dirigido por el Subsecretario del Tesoro, Harry Dexter White.

 Estuvieron presentes, también, la Unión Soviética, Ucrania y Bielorrusia, pero no firmaron los acuerdos.

Como no podía ser de otro modo –dado el poder de Estados Unidos que era el acreedor de todos los países del mundo- se impuso el Plan White, a pesar de los argumentos y advertencias de Keynes que serían realidad veintiséis años después.
El Plan estadounidense propuso a su moneda –el dólar-, como divisa de reserva universal, convertible en oro, a un tipo de cambio fijo de 35 dólares la onza troy (31,6 gramos); la creación de un “fondo monetario” para asistir los déficits de la Balanza de Pagos, impidiendo una paralización del comercio y un Banco de Reconstrucción y Fomento Mundial para financiar la reconstrucción de post guerra y las economías en vías de desarrollo.

En 1945, el Congreso de Estados Unidos, aprobó el Tratado, convirtiéndose en Ley. Al nuevo sistema monetario se le llamó “Tje gold-standard Exchange”.  Sustituía al “Gold Standard” (patrón oro) pues concedía al dólar y al oro, la misma función como moneda de reserva.

                             El stock de oro de Estados Unidos

Estados Unidos tenía en 1945, en las bóvedas de concreto y acero de Fort Knox, 66 millones de onzas de oro que garantizaban una circulación monetaria de23 mil millones de billetes-dólares, que aseguraban la convertibilidad de esos billetes en oro según las reglas del “Patrón Oro”.

El stock de oro de la Reserva Federal era, en 1925, de  6 mil toneladas métricsas y cayó en 1929, con el derrumbe de la Bolsa de Nueva York. El 6 de abril de 1933,  el Presidente Franklin Roosevelt. A dos meses de haber asumido, prohibió la conversión de los billetes en oro suspendiendo (”Default”) la vigencia del Patrón Oro y obligó a los estadounidenses, por el Decreto Nº 6102, a entregar al Estado sus ahorros en oro y bienes personales, bajo la forma de joyas, lingotes o certificados a cambio de billetes a 20,67 dólares la onza y  el 30 de enero de 1934, por la Gold Reserve Act  revaluó la onza a 35 dólares ( y restableció el Patrón Oro), lo que significó un impuesto a los ahorros del 70%. The New York Times apareció –el 6 de abril-, con este titular a 8 columnas: “Roosevelt orders 4-Day Bank Hooliday, puts embargo on gold, calls Congress” (“Roosevelt decreta un feriado bancario de 4 días, embarga el oro y convoca al Congreso”).

El stock de oro de la Reserva Federal, en el momento de la revaluación del oro, era de 9 mil toneladas saltando en 1940 a 19.500 toneladas.

Este rápido aumento se debió a la fuga de capitales de Francia y Gran Bretaña después del ascenso de Hitler al poder en Alemania, el 30 de enero de 1933.

                                La posición de Keynes

Keynes no estaba en condiciones de defender a la Libra Esterlina que había sido la moneda de reserva universal en la segunda mitad del siglo XIX hasta 1914. Tampoco defendía al oro al que consideraba, como moneda, “una reliquia bárbara”. Pero consideraba que el dólar como moneda de reserva internacional podía convertirse en un peligro para la estabilidad del sistema monetario mundial. Y no se equivocaba.

                     El problema monetario visto por Marx

Tampoco Marx era partidario el patrón oro como regulador de la circulación interna; sí de los pagos internacionales. En el Tomo III de “El Capital” (CAPITULO XXXIV: “EL “CURRENCY PRINCIPLE” Y LA LEGISLACIÓN BANCARIA INGLESA DESDE 1844”), criticó la “Ley Peel” que reorganizó el Banco de Inglaterra al dividirlo en dos Departamentos: el Departamento de Emisión y el Departamento Bancario. El “Currency Principle” es la Teoría Monetaria de los banqueros, que apoyándose, según Marx, en una errónea teoría de David Ricardo (1817), vinculan el movimiento de los precios a la cantidad de moneda de oro circulante, agudizando las crisis comerciales, al reducir paralelamente la cantidad de billetes a la salida de oro (déficit comercial), cuando más se necesita dinero circulante para remontar la crisis.

Volviendo a Keynes en Bretton Woods. El economista inglés propuso una nueva moneda de reserva para las transacciones comerciales –el “bancor”-, independiente de las monedas nacionales y una “Cámara Internacional de Compensación” (“International Clearing Union ”), de los saldos comerciales del intercambio global internacional. Los bienes exportados e importados serían valuados en bancors que era una moneda de cuenta, sin vinculación con las monedas nacionales. Cada país debería tener un déficit cero en bancors. Sin un país tenía un excedente de bancos, la Cámara de Compensación retenía un porcentaje de ese “surplus” que iría a un Fondo de Reserva. Este mecanismo, según Keynes, llevaría a los países con excedentes de bancos a importar de los países con déficit comercial, lográndose así el eqjilibrio del intercambio comercial global.

El objetivo de Keynes estaba dirigido a defender el comercio inglés que era deficitario en relación con el de Estados Unidos. Éste se opuso, sin concesiones, a la propuesta del delegado británico. El Plan White fue aprobafdo por la Conferencia.

Gran Bretaña tuvo, desde 1940 a julio de 1945, un gobierno de unidad nacional, encabezado por el Primer Ministro, Winston Churchill. Los dos principales partidos eran el Conservador y el Laborista. Ambos trataban de evitar que el dólar desplazara de los mercados financieros a la libra esterlina, objetivo que Keynes no pudo lograr.

El Tratado debía ser aprobado por las partes antes de finalizar el año 1945, para que entrara en vigencia el 1º de enero de 1946. En Londres había un nuevo gobierno , desde julio de 1945,con el jefe del Partido Laborista, Clement Attlee, en 10 Downing Street.

                      El debate en la Cámara de los Lores

En diciembre, acudió a la Cámara de los Lores, el Secretario de Estado para la India y Birmania, Lord Pethick-Lawreence, para explicar el alcance de los compromisos asumidos por el Reino Unido en Bretton Woods. Estuvo acompañado por John M. Keynes.

El Ministro se enfrentó a un cuerpo legislativo que estaba molesto por las concesiones que hizo la delegación británica. Reconoció que se habían hecho concesiones “como en toda negociación”, pero que era muy importante mantener la alianza amistosa con Estados Unidos para enfrentar los desafíos venideros.
Dijo que no era cierto que el papel asignado al oro fuera un retorno al patrón oro, ya que los países podían devaluar o sobrevaluar sus monedas hasta un 10%, solución que significaba compatibilizar la estabilidad con la flexibilidad para resolver contingencias adversas.

Keynes apoyó la posición del Secretario de Estado, expresando lo siguiente: “¿En qué consiste el Patrón Oro?  El Patrón Oro es un sistema bajo el cual el valor de una moneda nacional está atado a una cantidad fija de oro que solo puede ser rota por una fuerza mayor;  se trata de una política financiera que obliga a fijar el valor de la moneda nacional a un valor externo establecido en términos de oro. En este aspecto, el plan (aprobado en Bretton Woods), introduce una innovación que por primera verz adopta una institución internacional cuyo objeto es establecer sólidos principios ortodoxos. En lugar de mantener el principio de que el valor externo de una moneda nacional debe ajustarse a un valor externo prescrito de jure, establece que su valor externo debería ser modificado si es necesario con el fin de ajustarlo al  valor interno resultante de las políticas nacionales. "

El Vizconde Simon, que habló a continuación, dijo que ningún documento presentado en la Cámara era esperado con tnta ansiedad y desconfianza y agregó: “De este Acuerdo puede decirse como Wordsworth dijo de la doncella solitaria de la aldea: nada  para alabar y muy poco para amar”. Sin embargo, al final el Cuerpo Legislativo lo aprobó. El propio Lord Simon le otorgaba prioridad a un nuevo préstamo que el Reino Unido debía obtener de Estados Unidos para financiar la reconstrucción del país que atravesaba un momento muy difícil.

                       Francia propone un retorno al Patrón Oro

Años más tarde, en 1960, el Ministro de Economía y Finanzas del gobierno del General De Gaulle, Valery Giscard d’Estaing diría que “fue un privilegio exorbitante conferido al dólar”.

Era la categórica opinión del Jefe de Estado francés que en una Conferencia de Prensa, realizada en el Palacio del Eliseo, el 4 de febrero de 1965, respondió a las preguntas de los periodistas interesados por la conversión de dólares en oro (150 millones) que estaba realizando el Banco de Francia.

De Gaulle realizó una extensa exposición, explicando la evolución del Sistema de Pagos Internacionales en el siglo XX. Dijo que las guerras ruinosas que había tenido Europa Occidental, habían debilitado sus monedas nacionales y que en 1922, la Conferencia de Génova había conferido a la libra esterlina y al dólar el privilegio de ser las únicas monedas para saldar los déficits de los intercambios comerciales y de las obligaciones financieras. Después de la Segunda Guerra Mundial, ese privilegio fue asignado únicamente al dólar, situación que se explicaba porque Estados Unidos era el mayor acreedor del mundo y acumulaba también el mayor stock de oro.

Pero esta situación –continuó el Presidente francés-, ha cambiado. Hoy, los “Seis” países de la Comunidad Económica Europea (Tratado de Roma, 1957) tienen un stock de oro equivalente al de Estados Unidos. Por otra parte, este país, tiene en circulación muchos más billetes (el doble) que onzas de oro y más aún, utiliza sus billetes para comprar fábricas en el extranjero (el gobierno francés se había opuesto a la venta de empresas francesas a Estados Unidos, pagadas con dólares).

Por estas razones, concluyó De Gaulle, somos partidarios de una reforma del Sistema de Pagos Internacionales y un retorno al “Patrón Oro” (“Sans doute, ne peut-on songer à imposer à chaque pays la manière dont il doit se conduire à intérieur de lui-même. Mais la loi suprême, la règle d'or - c'est bien le cas de le dire - qu'il faut remettre en vigueur et en honneur dans les relations économiques internationales, c'est l'obligation d'équilibrer, d'une zone monétaire à l'autre, par rentrées et sorties effectives” de métal précieux, la balance des paiements résultanr de leur échanges.
“Certes, la fin rudes secousses du "Gold Exchange Standard", la restauration de l'étalon-or…”).

Estados Unidos de inmediato acusó el golpe. La Revista “Time” (edición del 12 de febrero de 1965), expresó que, desde el término de la Segunda Guerra Mundial, ningún jefe de Estado había lanzado un ataque de tal magnitud a Estados Unidos. Luego admitió que la principal preocupación de Washington, era equilibrar la balanza comercial ya que los últimos datos revelaban un déficit de 3 mil millones de dólares. Reconoce que si se volviera al Patrón Oro, Estados Unidos no podría pagar sus déficits externos ni conservar sus inversiones más allá de sus fronteras.
Recurre a continuación a opiniones de economistas que sostienen que un retorno –aún gradual como el que propone De Gaulle-, provocaría un colapso en la economía mundial porque obligaría a los países, sin reservas en oro- a drásticas medidas de ajuste paralizando, además, el comercio internacional y la cooperación económica.

La advertencia del presidente francés tuvo poco eco. Por su parte, ocurrieron dos hechos que agravaron la estabilidad monetaria internacional: el “Mayo Francés de 1968” (fugaron a Estados Unidos 1200 toneladas de oro), que condujo poco después a la renuncia de De Gaulle y la ampliación de la intervención yanqui en Vietnam, emprendida por Nixon en 1969.

El 15 de agosto de 1971 Nixon anunció oficialmente el fin del sistema de conversión de dólares por oro (“Gold Exchange Standard”), a 35 dólares la onza troy, dejando que el mercado fijara el precio del oro. Fue una decisión unilateral de una mayúscula irresponsabilidad política, que rompió un Tratado que establecía nada menos que un Sistema Internacional de Pagos, dejando que cada país se arreglara como pudiera. Dos años después, estallaron los precios del petróleo. Los grandes monopolios  y bancos se enriquecieron y los países no productores de petróleo perdieron mercados y se endeudaron hasta límites insoportables.

Librado de toda atadura y manejado por los banqueros y especuladores, las monedas nacionales fueron jaqueadas y finalmente, la pirámide, como en todo esquema Ponzi, estalló en Wall Street, en el 2008, y sus efectos se propagaron rápidamente a todo el sistema capitalista desarrollado de Occidente, sumiéndolo en una crisis que plantea la necesidad de una reforma del sistema monetario internacional –controlado por un dólar imprevisible-, que le otorgue al comercio mundial y a las finanzas, la estabilidad que solo en cortos períodos ha tenido.

No puede ser una moneda nacional. La experiencia con la libra esterlina primero y con el dólar después, bastan como pruebas. El tema ha sido discutido en las conferencias del BRICS y, recientemente, en la Conferencia del Gupo 77+China, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. La posición es cautelosa. No se habla de nueva moneda pero sí de una modificación de la membresía del Fondo Monetario Internacional, recogiendo la nueva relación de fuerzas económicas que existen en el mundo. El FMI tiene la responsabilidad de la estabilidad monetaria, condición sine qua non para la continuidad del flujo comercial pero es uina institución dominada por Estados Unidos y la Unión Europea que condicionan sus préstamos a recetas económicas neoliberales que benefician a ambos imperialismos.

El Grupo BRICS también estudia un proyecto de Banco de Inversiones que permitiría marcar cierta distancia del Banco Mundial, contribuyendo con ello a impedir “los golpes económicos de Estado”, que parece ser la última herramienta extorsiva del dominante capital financiero occidental.

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FUENTES:

Discurso de Keynes en Bretton Woods:

Fragmentos de la versión taquigráfica de la Conferencia:

Karl Marx – “El Capital” – Tomo III – Capítulo XXXIX - El “Currency Principle” y la legislación bancaria inglesa desde 1844:

Roosevelt confisca el oro en poder de particulares.
6 de abril de 1933:

Las Reservas de Oro y la Circulación Monetaria en Estados Unidos:

Conferencia de Prensa del Presidente De Gaulle, el 4 de febrero de 1965.:
http://fresques.ina.fr/de-gaulle/fiche-media/Gaulle00105/conference-de-presse-du-4-fevrier-1965.html

miércoles, 28 de mayo de 2014

MUJICA EN ESTADOS UNIDOS


La visita del Presidente José Mujica a Estados Unidos es, quizás, la última de su mandato a un país extranjero. Se realizó, después de algunas vacilaciones, porque mientras para el gobierno uruguayo el interés es principalmente comercial, para Estados Unidos el reverso es, esencialmente, político.

Uruguay quiere colocar carne bovina y ovina en el mercado estadounidense. Antes de la crisis del 2008, vendía en ese mercado, 500 millones de dólares pero, por el arancel aduanero, EE.UU retenía el 20% (100 millones de dólares). Los estancieros y comerciantes uruguayos presionaron por un Tratado de Libre Comercio que significaba la eliminación de ese 20%. Astori y Tabaré Vázquez trataron de firmarlo pero el gobierno se dividió, con el Ministro de Relaciones Exteriores, Reinaldo Gargano, a la cabeza de la oposición.

En esta visita, Mujica descartó un TLC  y logró la promesa de una moderada compra de carne ovina. Dijo que se han firmado más de 300 Tratados de Libre Comercio y 200 están en preparación y nunca se ha estado más lejos del libre comercio. “Uruguay tiene unTratado de Libre Comercio con México –agregó-, y no ha dado hasta ahora los resultados esperados”.

Para Estados Unidos, la visita de Mujica tenía importancia política. Estados Unidos, mantiene desde hace 50 años el bloqueo económico a Cuba a la que incluye en una lista de “Estados terroristas”, interviene militarmente en Colombia con el “Plan Colombia” contra las FARC y en Venezuela apoya a la oposición que quiere derrocar al Presidente Constitucional, Nicolás Maduro. También, junto con Gran Bretaña, orquesta una campaña en los medios contra la política económica de la Casa Rosada y sus posiciones en política internacional.

Dado el pasado guerrillero de Mujica, si Barack Obama podía sacarle algo a favor de su política en América Latina, sería un gran éxito, pero salió “trasquilado”.

En una entrevista, realizada para Telesur, por el periodista uruguayo, Jorge Gestoso, Mujica reveló lo conversado sobre este tópico con el anfitrión de la Casa Blanca: le dijo que el bloqueo a Cuba no había dado resultado, elogió su decisión de cerrar la cárcel de Guantánamo, opinó que Estados Unidos debe retirar sus fuerzas de Colombia y apoyar el diálogo de paz entre las FARC y el gobierno colombiano, que se realiza en La Habana, y le manifestó que toda América debería apoyar el diálogo entre el Gobierno de Venezuela y el sector de la oposición que quiere dialogar.

En el contacto oficial entre ambos mandatarios, el gobierno obrtuvo la promesa, ya señalada, de colocar carne ovina pero lo que más destacó el gobernante uruguayo y el Secretario de Estado, John Kerry, fue el acuerdo en materia de jubilaciones y la asistencia a la educación científica y técnica con la presencia de profesores de primer nivel de Estados Unidos en el Uruguay, en sustitución del sistema de becas.

Por otra parte, Mujica, que es un excelente “comunicador”, habló en diversas instancias, no solo en organismos multinacionales como el Banco Mundial y la OEA, sino ante residentes uruguayos y jóvenes universitarios, para explicar la política de su gobierno y, al mismo tiempo expresar su preocupación por problemas mundiales, de gran magnitud, sobre los cuales la comunidad internacional no se pone de acuerdo –“se hace la distraída”-, para resolverlos.

En su improvisado discurso en la OEA, abarcó estos dos campos.

Sobre el primero, señaló: “Hace una década empezamos a sacudir un estancamiento que tenía muchos años, quizás al principio porque el tractor chino tiraba en el mundo y los términos del intercambio  mejoraban pero encima de ellos hubo reformas muy importantes:  priorización de la inversión (los beneficios para la inversión), y el Uruguay ha dado un salto considerable; una reforma fiscal sencilla: “los que tienen más deben pagar más”; políticas laborales porque nosotros nunca creímos en la teoría del derrame, porque los vasos que se usan son de goma y se siguen estirando y se llenan, y entonces el Estado tiene que tener políticas para ayudar a repartir porque si no no se reparte y agregó:  la primera política del reparto que hemos aplicado, es el salario: la obviedad, preocuparnos que trabajadores y patrones se juntaran y discutieran sus salarios y que en definitiva, en ese pleito, cuando no había acuerdo, el Estado laudara”.  Pero recordó, con justicia, lo siguiente: “Esto no es nada nuevo. Los Consejos de Salarios los habían inventado nuestros abuelos. Lo que pasa es que después los olvidaron. En políticas sociales, fuimos el país de América Latina que mejor repartió. No es mérito de este gobierno; es una tradición del Uruguay. Sí, es cierto que algún poquito de pimienta hemos puesto porque no somos neutrales”.

A continuación, y sin duda para que los inversores no se alarmaran, expresó: “nosotros procuramos que la tajada para los más débiles sea un poco más gruesa, obligando a repartir; tampoco queremos detener la inversión por una apología paralizante de querer repartir lo que no tenemos. Este es el arte de la política, el procurar que la economía crezca y al mismo tiempo reparta. Y es este el camino que hemos elegido con nuestros compatriotas”.

Ilustró, con indicadores conocidos, los resultados de esta política: descenso, en 10 años de la pobreza de un 39% a un 11%; la indigencia de un 5% a un 0,5%; la desocupación de un 17% a un 6,5%.

En la segunda parte de su exposición abordó problemas mundiales que son discutidos desde hace varios años y que no se resuelven por falta de voluntad política de “los más fuertes”, como el calentamiento global que está derritiendo los Polos y destruyendo la atmósfera, la masiva migración de pueblos motivados por la pobreza extrema y la carrera armamentista que implica un gasto de 2 mil millones de dólares por minuto.

“El sistema financiero ha explotado en el mundo, multiplicando el valor de los papeles varias veces el valor del trabajo. Si se detiene la economía  y deja de crecer, será una tragedia en todas partes”.
“La crisis no es económica –sentenció- es una crisis política”.

En resumen: el Presidente Mujica defendió la política de su gobierno que es de paz, de buena vecindad y cooperación, advirtiendo a Estados Unidos que si quiere mejorar su imagen en América Latina, no debe intervenir en sus asuntos internos.

Al preguntarle Gestoso su impresión sobre el Presidente Obama, manifestó que, en su opinión, se trata de un liberal –no en el sentido económico-sino “en sentido amplio”. Y nada más.

Sobre los problemas mundiales que planteó, reconoció que Uruguay es un pequeño país que carece de peso para contribuir a resolverlos, pero emitió un mensaje humanista afirmando que es necesario “trascender las fronteras” dejando de lado un nacionalismo estrecho que impide la solución de esos problemas que amenazan la existencia de la Humanidad.
                                                          

viernes, 31 de enero de 2014

LA POLÍTICA ECONÓMICA DE ARGENTINA


El dilema que enfrenta el desarrollo económico de América Latina se puede resumir del modo siguiente: 1) conservación del modelo liberal basado en la producción y exportación de materias primas y alimentos, semi elaborados o no elaborados y 2) Una economía donde la industria moderna, promovida por una enérgica intervención del Estado, ponga al continente en condiciones de igualdad con los bloques de los países desarrollados.

En esta última opción no incluyo al Uruguay, porque el modelo económico que sigue por la pequeñez de su mercado interno no procura una industrialización integral sino el desarrollo de las agroindustrias para la exportación y el turismo regional como fuentes de ingresos de divisas.
El gobierno uruguayo y la oposición política acusan al gobierno argentino de seguir una política económica y comercial hostil a nuestro país. Creo que, objetivamente, las políticas practicadas por Argentina han perjudicado a Uruguay pero no son intencionales sino que son coherentes con el modelo de desarrollo que adopto el gobierno de enfrente, a partir del 2003.

Hagamos un poco de historia.

La política económica puesta en marcha por el tándem Menem-Cavallo, el 6 de abril de 1991, llamado Plan de Convertibilidad estableció que el peso argentino  tenía un valor similar al dólar. Este plan fue impuesto por la banca internacional con la finalidad de establecer un seguro de cambio a las inversiones especulativas. La valorización artificial de la  medida destruyó la competitividad de las exportaciones paralizando la economía y llevando la desocupación al 25% de la fuerza laboral activa y el déficit fiscal al 13% del PBI..

El gobierno de Fernando de la Rúa no se atrevió a devaluar, para movilizar las exportaciones. La fuga de capitales vació las reservas obligando al presidente a bloquear los depósitos bancarios en dólares (“Corralito”). La medida provocó la salida a las calles y concentración en la Plaza de Mayo de una multitud enfurecida que fue reprimida con violencia y una decena de víctimas mortales, fueron su consecuencia. De la Rúa renunció el 21 de diciembre de 2001. La crisis era total.

Entre esta fecha y el 2 de enero de 2002, Argentina tuvo  cuatro presidentes. El segundo, Adolfo Rodríguez Saá, suspendió el pago de la deuda externa, renunciando pocos días después, por “falta de apoyo político”. Le sucedió el Presidente de la Cámara de Representantes, Ramón Camaño, que convocó a una Asamblea Legislativa para designar un presidente interino. El nombramiento recayó en Eduardo Duhalde que, al asumir la misma noche de su elección, dijo:

“La Argentina está quebrada. La Argentina está fundida. Este modelo en su agonía arrasó con todo. La propia esencia de este modelo perverso terminó con la convertibilidad, arrojó a la indigencia a 2 millones de compatriotas, destruyó a la clase media argentina, quebró a nuestras industrias, pulverizó el trabajo de los argentinos. Hoy, la producción y el comercio están, como ustedes saben, parados; la cadena de pagos está rota y no hay circulante que sea capaz de poner en marcha la economía”.

Duhalde derogó la Ley de Convertibilidad, dejando flotar el valor del dólar que el mercado fijó en 3,36 pesos argentinos. El Presidente y su Ministro de Economía, Roberto Lavagna, pesificaron los depósitos en dólares, manteniendo la suspensión del pago de la deuda externa y rescataron los bonos que habían emitido las provincias para pagar sus obligaciones.  

Por decreto del 5 de agosto de 2002, estableció una retención del 20% del valor de las exportaciones de cereales, harinas y aceites, medida destinada a lograr el equilibrio fiscal, recurriendo a las grandes ganancias de un sector especialmente beneficiado por la devaluación.

La Inyección de moneda fresca en la economía y el tipo de cambio competitivo, pusieron en marcha lentamente la producción. No obstante, Duhalde consideró que era necesario un gobierno respaldado por la ciudadanía y convocó a elecciones para el 27 de abril de 2003, dándole el apoyo al Gobernador de Santa Cruz, Néstor Kichner, postulado por el Frente para la Victoria. En la primera vuelta, Carlos Menem obtuvo el primer lugar con el 24,45% de los votos emitidos y Néstor Kichner el segundo con 22.24% de los votos. En la segunda vuelta, un mes después, Menem no se presentó resultando electo el ex Gobernador de Santa Cruz.

Néstor Kichner asumió el 25 de mayo. En setiembre de 2003, pronunció un discurso en la Asamblea de las Naciones Unidas, en el que expresó:

“La relación de países como el nuestro y otros con el mundo, está signada por la existencia de una aplastante y gigantesca deuda (160% del PIB), tanto con organismos multilaterales de crédito como con acreedores privados”. 

“Nos hacemos cargo como país de haber adoptado políticas ajenas para llegar a tal punto de endeudamiento, pero reclamamos que aquellos organismos internacionales que al imponer esas políticas contribuyeron, alentaron y favorecieron el crecimiento de esa deuda, también asuman su cuota de responsabilidad. Resulta casi una obviedad señalar que cuando una deuda tiene tal magnitud la responsabilidad no es sólo del deudor sino también del acreedor”. 

“Es necesario entonces que se asuma el hecho cierto, verificable y en cierta medida de sentido común de la terrible dificultad que ofrece el pago de esa deuda. Sin una concreta ayuda internacional que se encamine a permitir la reconstitución de la solvencia económica de los países endeudados y con ello su capacidad de pago, sin medidas que promuevan su crecimiento y desarrollo sustentable favoreciendo concretamente su acceso a los mercados y el crecimiento de sus exportaciones, el pago de la deuda se torna verdadera quimera”. 

“En el desarrollo de exportaciones con valor agregado a los recursos naturales que la mayoría de los países endeudados poseen, pueden solventarse los primeros tramos del desarrollo sustentable, sin el cual sus acreedores deberán asumir sus quebrantos sin otra opción realista. Nunca se supo de nadie que pudiera cobrar deuda alguna de los que están muertos”.

El 21 de agosto de 2003, el Congreso sancionaba el fin de la impunidad, al derogar la Ley de Punto Final, y reabría los juicios por crímenes de lesa humanidad de la última dictadura.

En cuatro años, su gobierno pudo arrojar los siguientes resultados:

·       Crecimiento sostenido a un promedio superior al 8% anual;  el período más largo de crecimiento de de los últimos 100 años.

·       Equilibrio macroeconómico en el área fiscal y externa: Superávit gemelos inéditos: superávit primario de 3% del PIB en promedio y un saldo positivo en la cuenta corriente de la balanza de pagos, que promedió un 4,8% del producto.

·       El superavit fiscal se mantuvo a lo largo de 5 años en torno al 3,2% del PBI.

·       Tipo de cambio real competitivo y estable que favoreció la producción y el empleo.
·       Reservas internacionales: pasaron de U$S 14.000 millones en el 2003 a U$S más de U$S 50.000 millones en el 2007 y se mantuvieron por encima de los U$S 45.000 millones.

Se destaca también que de acuerdo al ritmo del crecimiento del producto bruto de la Argentina, en cinco años, la relación deuda/PBI bajó de 160 al al 40 %.

Desde el principio de su gobierno, Néstor Kirchner, se preocupó por recuperar para el Estado, empresas que el ex Presidente Carlos Menem había privatizado, en la década de 1990. Se estatizaron Aerolíneas Argentinas, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Correo Argentino, Astillero Río Santiago y fueron creadas ENARSA y  Agua y Saneamientos Argentinos.

Kichner alineó su política exterior junto con Venezuela y Brasil, en la IV Cumbre de las Américas, realizada en Mar del Plata en noviembre de 2005, introduciendo en la Declaración la siguiente objeción a la implementación inmediata del Àrea de Libre Comercio de las Américas (ALCA) ue reclamaba Estados Unidos:

“Todavía no están dadas las condiciones necesarias para lograr un acuerdo de libre comercio equilibrado y equitativo, con acceso efectivo de los mercados, libre de subsidios y practicas de comercio distorsivas y que tome en cuenta las necesidades y sensibilidades de todos los socios,  así como las diferencias en los niveles de desarrollo y tamaño de las economías”.

Era el primer paso de un bloque continental que marcaba distancia con el imperialismo norteamericano y pondría el acento en la integración continental. Fue una humillación para el Presidente George W. Bush que solo contó con el apoyo de Canadá y México.

En su último año de gobierno, Kichner canceló la deuda con el Fondo Monetario Internacional e inició negociaciones con el Club de París para comenzar la amortización de la deuda de los acreedores privados que poseían los bonos emitidos por el Estado (Deuda soberana) cuya magnitud había provocado el “default” del 2001. El proceso de reestructuración de la deuda externa fue largo y complejo para quienes decidieron ingresar en el canje. La Argentina ofreció un descuento importante sobre sus obligaciones (aproximadamente el 70 %).

                                                                         .II-

En diciembre de 2007, le sucedió su esposa, Cristina Fernández, candidata del Frente para le Victoria que obtuvo del 45% de los votos de los votos emitidos, en la primera vuelta de octubre, asumiendo la Presidencia, el 10 de diciembre.

Los lineamientos estratégicos de la política económica, calificada de “desarrollo con inclusión social, sin endeudamiento externol”,  de una clara posición contra la impunidad de los crímenes de lesa humanidad de la dictadura, y la política exterior independiente, estaban trazadas y la Presidenta se propuso profundizarlas, pero en el 2008, Argentina, como otros países de la periferia, recibió el impacto de la crisis financiera que estalló en Estados Unidos con la quiebra del banco de inversión, Lehman Brothers, en el mes de setiembre.

La oposición reclamó que “había que enfriar la economía”, demanda a la que contestó la mandataria expresando que “enfriar la economía era promover la desocupación y eso no lo haría”. Por el contrario, el gobierno estableció un sistema de retenciones móviles, de ajuste automático de acuerdo al valor de las exportaciones de los productos primarios. Con estos recursos se financiaban los subsidios a la industria y el gasto social. La oposición reclamaba un ajuste fiscal del gasto social y eliminación de los subsidios.

En los primeros días de abril, la poderosa Sociedad Rural Argentina, organizó un “paro patronal”, con cortes de rutas de abastecimiento a los mercados nacionales. El gobierno, por su parte, recibió el apoyo de una masiva manifestación en la Avenida de Mayo, en Buenos Aires.
Quedó así declarada una “guerra”, entre el poderoso sector monopólico de la tierra, organizado en la Sociedad Rural, contra la política de fortalecimiento industrial y ampliación de los servicios sociales.

En el año 2009, cayó el crecimiento económico y se fugaron miles de millones de dólares que el abultado nivel de reservas, aguantó. El año siguiente, la economía se recuperó y el gobierno lanzó el “Plan del Bicentenario”, destinado a fomentar el desarrollo de las medianas y pequeñas empresas. El mecanismo era el siguiente: cada empresa elaboraba un proyecto de modernización que era evaluado por el Banco Nación que, al aceptarlo, le otorgaba el crédito correspondiente. Luego, el documento era remitido al Banco Central que realizaba su redescuento, devolviendo el dinero al Banco Nación. Es decir, el plan se financiaba con emisión, respaldada por el creciente aumento de las reservas, mecanismo que utilizó el gobierno pues la derogación de la Ley de Convertibilidad, en el 2002, que establecía que los dólares debían servir, únicamente, para respaldar la circulación monetaria (dinero en poder del público, las cuentas corrientes y las cajas de ahorro), le dio al gobierno la opción de respaldar la economía real, rompiendo la equivalencia cantidad de dólares-cantidad de pesos.

El año siguiente, el Congreso comenzó a discutir la reforma de la Carta Orgánica del Banco Cenrtral que, en su artículo 3º fijaba los objetivos de la política monetaria, desvinculando los dólares de la emisión en moneda nacional y autorizando, en determinadas circunstancias, la utilización por el gobierno de un crédito por el 10% de las reservas en dólares. Esta reforma entró en vitgencia a comienzo del 2012.

El 27 de octubre de 2010, falleció el ex Presidente Néstor Kichner. La oposición consideró que vendrían tiempos de incertidumbre ya que sostenían que el ex mandatario era “el poder detrás del trono”. Sin embargo, los hechos mostraron que la Presidente poseía un carácter capaz de enfrentar todos los vendavales.

Colocó a su difunto marido en el pedestal de una nueva generación de hombres de Estado, dispuesto a consolidar un modelo de desarrollo “nacional, popular y democrático”, que Argentina había intentado fundar con Yrigoyen y Perón y que la oligarquía tradicional, concentrada en la tierra y en la banca, había impedido. Con este espíritu, y realizando una intensa labor pedagógica en los medios, salió al cruce de todos los avatares de la política.

Su esposo había cancelado la deuda con el Fondo Monetario Internacional y ella se propuso liquidar la deuda de los bonistas agrupados en el Club de París. El gobierno les hizo una propuesta de una quita al monto nominal -100%-, del 66%. La negociación fue exitosa quedando solo un 8% de la deuda sin financiar que poseía un grupo de especuladores con fondos en la Isla Cayman, que exigían el pago del 100%, llamados en la jerga financiera “fondos buitres”.

Según datos del FMI, la Argentina experimentó en la última década una reducción del 73 % de su deuda externa respecto al PIB (producto bruto interno). Resultó así ser el país con mayor nivel de desendeudamiento del mundo. Esta deuda fue pagada con las reservas monetarias acumuladas, decisión que provocó la renuncia del Presidente del Banco Central, Martín Redrado, partidario de la ortodoxia bancaria de que las reservas solo estaban para respaldar la circulación monetaria en pesos.

La oposición estimó que este compromiso provocaría una caída de las reservas monetarias y que el gobierno no podría mantener el tipo de cambio administrado. Los bancos y los grupos económicos del agro, afectados por las retenciones, iniciaron una fuga de capitales que alcanzó los 5 mil millones de dólares parte de los cuales se dirigieron a Uruguay donde compraron campos para la plantación de soja y voluminosas inversiones inmobiliarias en Punta del Este. En los últimos días, el ministro de Economía y finanzas, Axel Kicillof, declaró que en siete años el gobierno resistió el ataque de 5 olas de fugas de capitales que totalizaron 62 mil millones de dólares.

El flujo de crédito sostenido del Banco Central, disparó la inflación, lo que restaba rentabilidad a las exportaciones con un tipo de cambio administrado que se movía muy poco.
No obstante esta oposición, que controlaba la mayoría de los grandes medios electrónicos de comunicación, Cristina Fernández fue reelecta en octubre de 2011, en la primera vuelta, con el 54% de los votos emitidos, recuperando la mayoría absoluta en el Caongreso que había perdido en las elecciones parlamentarias de 2009.

En un contexto de caída de las reservas a causa del pago de la deuda, el gobierno inició una política de defensa de las reservas. Primero, estableció la autorización previa a ciertas importaciones que, luego generalizó a todas, siguió la prohibición de vender dólares para ahorrar en esta moneda. A esto, los medios de oposición le llamaron el “cepo cambiario”. Finalmente, impuso las restricciones a la venta de dólares para viajar al exterior.

Respondiendo a una reestructura del sistema portuario, el gobierno nacional y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, acordaron una ampliación del puerto de la Ciudad de La Plata que estaba destinado solamente a la exportación o importación de petróleo (Allí se encuentran las grandes refinerías de YPF). Se construyeron dos muelles de un quilómetro de longitud cada uno –uno en Berisso y otro en Ensenada-,y una playa para dos millones de contenedores. La finalidad de esta obra es permitir el almacenamiento y trasbordo del comercio del sur patagónico y de la propia Provincia de Buenos Aires, descongestionando el puerto de la Capital Federal y suprimiendo los trasbordos en el Puerto de Montevideo. Una parte de estas obras, las de Berisso, se inauguraron en julio del año pasado y este año entrará en actividad el muelle de Ensenada.

La derecha y la clase media reaccionaron frente a las restricciones cambiarias y el gobierno vio disminuido su caudal electoral en las elecciones parlamentarias del 2013. A ello se agregó la enfermedad de la Presidente que tuvo que ser intervenida por un hematoma que tenía en el cerebro y debió mantenerse alejada de la actividad por más de un mes.

Al reintegrarse a su despacho, reorganizó su gabinete, nombrando al exitoso Gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, como Jefe de Gabinete y al joven economista, Axel Kicillof como nuevo Ministro de Economía y Finanzas, además de la sustitución del Presidente del Banco Central, por el entonces Presidente del Banco Nación, Juan Carlos Fábrega.También fue relevado el polémico Secretario de Comerio, Guillermo Moreno y nombrado para sucederle, Augusto Costa.

El nuevo equipo comenzó a estudiar una situación caracterizada por una alta inflación , un tipo de cambio administrado que el mercado, manejado por la especulación, revelaba que no era real y que estaba produciendo un enlentecimiento en la exportación de la cosecha de cereales, un rubro que es estratégico en el modelo de desarrollo adoptado de acumular reservas.

Concluida esta evaluación, el 23 de enero de este año, el jefe de gabinete, acompañado del ministro Kicillof, anunció: 1) Que la cotización del dólar a 8 pesos que el mercado, sin la intervención del Banco Central, mostrado en las pizarras el día anterior, era el cambio real y que el gobierno lo respetaría y lo defendería; 2) Que se autorizaría la venta de dólares, para atesorar, a las personas físicas de acuerdo a una reglamentación que se publicaría el lunes, 27 de enero; 3) Que se reducirían los descuentos de dólares para los pagos con tarjetas en viajes al exterior de un 35 a un 20%.

El 27, se publicó la circular anunciada, autorizando, en forma limitada, la venta de dólares para ahorro –un 20% de los ingresos de cada persona física, a partir de 7.200 pesos mensuales y un máximo de dos mil dólares - pero se postergó la reducción de las restricciones para viajes.

Según el economista, Aldo Ferrer, en declaraciones realizadas a Radio Nacional el 27 de enero,, la medida más importante es la devaluación del peso de un 33% ( de 6 a 8 pesos por dólar), que permitirá la salida rápida de las exportaciones y, con ello, el inicio de la recuperación de las divisas situadas, actualmente, en un nivel de 29 mil millones de dólares.

En esta forma,  agregó Ferrer, la política económica se ajusta a la realidad económica “que es satisfactoria”, ya que el país está desendeudado, el agro tiene muy buenos precios en los mercados internacionales y la industria y el empleo están en una etapa pujante. (6,5% de desocupados).
El destacado economista, uno de los autores del Plan Fénix, elaborado por la Universidad de Buenos Aires para salir de la crisis del 2001, continuó: “Creo que la inflación irá disminuyendo porque los salarios acaban de ser reajustados de acuerdo al dólar paralelo (11 pesos) y la canasta familiar es abastecida por el agro y la industria argentina”.

Ferrer expresó que la venta de dólares para atesorar y para viajar es un asunto secundario que se irá normalizando a medida que vayan aumentando las reservas; que lo primordial es que se coloque la producción en el extranjero y para ello, lo fundamental es un tipo de cambio realista, cosa que él considera correcto a 8 pesos.

Por otra parte, concluyó sus declaraciones a Radio Nacional, diciendo que  las retenciones permanecerán porque el sector agrario cuenta con mayor productividad que la industria y, en una economía integrada, es imprescindible su contribución. En consecuencia, serán retiradas cuando la industria alcance igual nivel de productividad.

En conclusión: el dilema de Argentina es el de los grandes países de América Latina que tienen una variedad muy rica de recursos naturales como para potenciar una economía integrada donde la industria sea su pivot como ocurre en todos los países capitalistas desarrollados. Desde que llegó Hipólito Yrigoyen al poder, en 1916, ésta ha sido la batalla entre una Argentina que quiere desarrollarse en forma integral para poder realizar una distribución social de su riqueza más justa, y la Argentina del siglo XIX, patrimonio de los grandes terratenientes, asociada primero al imperialismo inglés y, luego al norteamericano, que se resiste a morir.

Las crisis económicas y financieras de 1982 y de 2002, tuvieron la misma causa: un modelo abierto agro exportador y financiero de Argentina, Brasil y Uruguay , basado en la sobrevaluación artificial de las monedas, atándolas al dólar, que enriqueció a la banca extranjera y privada nacional y en determinado momento paralizó el comercio y el resto lo hizo la fuga de capitales y el vaciamiento de los bancos. Es la lección que nos han dejado ambas crisis.

Uruguay, con una economía completamente abierta –comercial y financiera- depende del comercio y del turismo. La coyuntura económica de Argentina y Brasil, dos vecinos poderosos, nos afectará siempre, positiva o negativamente. Pero el fortalecimiento de dichas economías también fortalecerá a la economía uruguaya y se comete un grave error cuando nuestros políticos –sin distinción de partidos- critican a la política argentina por no ser generosa en la asignación de una moneda extranjera, que su Banco Central no emite, y que es objeto de especulación por los grandes grupos económicos monopólicos. Ningún país en la historia pudo enfrentar 5 olas de fugas de capitales en siete años, que se llevaron, ilegalmente, el 12% del Producto Interno Bruto. Y esa es la mejor prueba que una política de acumulación de reservas que sirva para fomentar la economía nacional y no ser un seguro para la ganancia de la especulación bancaria, es la única correcta.
         

sábado, 11 de enero de 2014

DECIR LA VERDAD Y HABLAR CLARO


Un gobierno de derecha miente porque representa a los dueños del capital cuyo objetivo es la ganancia máxima y sabemos que ésta implica salarios bajos. Si dijeran la verdad, no ganarían una sola elección. Un gobierno de izquierda, que busca la justicia social, debe decir la verdad. Esta es una afirmación de Perogrullo; sim embargo, las izquierdas no proceden así. También mienten. Sus dirigentes cuando son gobierno y hacen concesiones al capital, disfrazan su discurso con expresiones técnicas, que la mayoría del pueblo no entiende. Por ejemplo,” la macroeconomía funciona bien pero hay que cuidarla” o esta otra: “Argentina se ha propuesto perjudicar al Uruguay porque restringe a los turistas la entrega de dólares o prohíbe a los barcos de carga de gran calado que utilicen la playa de contenedores de nuestro puerto, afectando del 25 al 30% de sus ingresos”. Y al preguntársele a un funcionario la razón, responde: “Tienen un problema de caja”. Se refiere a la “caja de dólares. Argentina tenía 44 mil millones de dólares en reservas y debió pagar, el año pasado, 8.250 millones en amortización de su deuda externa. Aunque tiene saldos muy favorables en su intercambio comercial, su balanza turística es ampliamente desfavorable. Ello la ha obligado a una severa administración de su “caja de dólares”.              Por ello fomenta el turismo interno y desalienta el turismo externo.
El modelo económico que sigue Uruguay nunca ha sido bien explicado. Se dice, simplemente, que el programa del Frente Amplio de 1971 no puede ser aplicado porque vivimos en otra época. Pero, ¿cuál es esta época?
La época cambió cuando se desintegró la Unión Soviética y todo el Campo Socialista Europeo, entre 1989 y 1991. Por razones ideológicas, porque siempre rechazaron la concepción socialista de la Unión Soviética, hay sectores del Frente que se niegan a reconocer a su sistema social como radicalmente opuesto al sistema social capitalista y, en la “Guerra Fría” se alinearon con el imperialismo norteamericano.
Hasta esta fecha, el FA se mantuvo fiel al Programa Antioligárquico y Antimperialista de 1971. ¿Por qué? Porque si llegaba al gobierno y hacía la Reforma Agraria, la nacionalización de la banca y la nacionalización del comercio exterior, que eran sus puntos medulares, el imperialismo inmediatamente bloquearía al país y el punto de apoyo para avanzar sería el Campo Socialista. La Revolución Cubana se consolidó por esta realidad geopolítica, y la vía pacífica elegida por Chile y Uruguay, también manejaban esa alternativa a la presión imperialista.
Mas, esta alternativa fundamental en la relación de fuerzas mundiales, se acabó y el imperialismo, que es el dominio del capital financiero, quedó dueño de todo el terreno. Por ello, en 1991, el Presidente George Bush, pudo decir: “Ha nacido un nuevo orden mundial”. Era la materialización del “Sueño americano” que es la universalización de su hegemonía y sus valores civilizatorias a la vez que gendarmes del mundo.
La última dictadura en el Uruguay la instaló el imperialismo para frenar la rebelión de su “Patio trasero”, aislando a Cuba que había tenido la osadía de desafiarlo. El golpe de Pinochet en Chile y de Bordaberry en el Uruguay demostraban que la URSS estaba demasiado lejos para impedirlos, como había impedido el ataque militar de Inglaterra y Francia a Egipto y el derrocamiento de Nasser, en 1956..
El plan económico de la dictadura uruguaya fue elaborado por el Fondo Monetario Internacional. Uruguay era (lo es) un país pequeño, ilustrado, con pequeña población y 16 millones de tierras fértiles, con dos grandes vecinos en sus fronteras. Un Estado Tapón como quería Gran Bretaña, que siempre dependería de ella para subsistir. Las exportaciones agropecuarias y el turismo eran sus principales fuentes de ingresos de divisas (moneda extranjera), necesarias para comprar combustibles y materias primas, en un área comercial dominada por el dólar) para una industria destinada al reducido mercado interno. El economista canadiense, Robert Mundell, funcionario del FMI, que tenía su despacho en el Banco Central, aconsejó completar la apertura de la economía que había iniciado el ministro Végh Villegas, agregando la creación de una Plaza Financiera. Para ello, había que “atar el peso al dólar” (“tablita”) sobrevaluándolo, con un suave deslizamiento (“crawling peg”), que empezó a funcionar en 1978. El Ministro de Economía, Valentín Arismendi, que sucedió en 1976 a Végh, llegó a decir que, con las reservas de dólares que tenía el BCU, podía retirar todo el peso papel circulante y le sobraban dólares. En consecuencia, e ingreso del dólares pasó a dirigir, automáticamente,  la política monetaria, anulando la función esencial del Banco Central.
Este modelo económico, basado en tres pilares: agroindustrias, turismo y plaza financiera, continúa rigiendo hoy, con un gobierno de izquierda. Lo que el Frente Amplio ha aplicado, en oposición a los gobiernos oligárquicos, es el restablecimiendo de los Consejos de Salarios, la elevación del salario mínimo, y la ampliación de los beneficios sociales hasta donde el modelo lo permite, plan que ha podido cumplir porque las condiciones comerciales y financieras (devaluación del dólar) externas le han sido favorables.
Mi crítica está dirigida a esto: el gobierno no dice que tenemos una dependencia absoluta del capital extranjero que invierte en agroindustrias y utiliza la plaza financiera para especular hasta tal punto que nuestro país ha estado en la lista de los Paraísos Fiscales, en donde se refugian capitales negros –y se lavan-, de todo origen.
El Vicepresidente, Danilo Astori y su grupo político, son la garantía de esta política que es la contracara de la nueva tendencia, en Latinoamérica, de marcar distancia de esa dependencia, iniciada con la victoria de Hugo Chávez en Venezuela en 1998, política que actualmente es practicada por Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Argentina, no así por Brasil.
La nueva política económica en estos países se propone reducir al máximo la deuda externa, ahorrar moneda extranjera, prohibir su uso para el tráfico interno, gravar  el ingreso de capitales especulativos de corto plazo, gravar la concentración de riqueza y las grandes ganancias de los sectores económicos con menos valor agregado para proteger la industria nacional creando empleo y desarrollar los servicios sociales de educación y salud. Para ello, es necesario evitar la sobrevaluación de la moneda nacional, administrando directamente el tipo de cambio, conservando la competitividad frente a competidores con tecnologías más avanzadas.
Esta política de restricción al capital especulativo extranjero es rechazada por los centros financieros y por el Fondo Monetario Internacional que es, en los hechos, su síndico, así como las agencias de calificación de riesgo que son un instrumento de los grandes bancos como Goldman Sachs y JP Morgan. También recibe el rechazo de los grandes grupos económicos internos concentrados que cuentan con los medios de comunicación para confundir a sus audiencias pretendiendo sembrar en las cabezas la idea de que el consumo es ilimitado.
En el Uruguay esta idea está muy difundida pese a las periódicas advertencias del Presidente Mujica que cree que basta seguir su ejemplo como consumidor austero para resolver los riesgos de un consumismo masivo que exige un gasto permanente de moneda extranjera.
¿Hay alternativas al modelo que impuso, dictadura mediante, la oligarquía y el imperialismo? Creo que una alternativa radical de corto plazo, es inviable. El cambio está condicionado por la relación de fuerzas internacionales. Una fuerza poderosa solo puede ser contrarrestada por una o varias fuerzas equivalentes, Actualmente, es un período de transición en que esas fuerzas, situadas en Eurasia, se están construyendo lentamente, pero tardarán varias décadas para alcanzar la dimensión económica necesaria.
No obstante, en este contexto se puede ir avanzando si somos capaces de construir un bloque independiente de países latinoaméricanos y del Caribe y en lo interno, poniendo trabas al capital especulativo y a la concentración y extranjerización de la tierra que es el peor de todos los monopolios. Éste es a mi juicio el camino estratégico fundamental y los que creemos en el futuro de una humanidad liberada, debemos oponernos férreamente a toda alianza con el patrón del Norte, que es la fuerza que a nivel mundial hay que frenar para que sea posible un mundo multipolar equilibrado. Solo en este contexto será posible el avance hacia el socialismo, aunque nadie puede predecir hechos de tal magnitud que lo anticipen.
                                            
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domingo, 22 de diciembre de 2013

EL DEBATE SOBRE LA EDUCACIÓN Y SUS BEMLOLES


El objetivo rector de la educación es desarrollar toda la potencialidad que tiene el ser  humano conjugando, de manera armoniosa la técnica, las ciencias y las humanidades.  Este objetivo parte de las siguientes premisas: 1) El trabajo es la primera necesidad del hombre porque sin trabajo no hay vida humana; 2) No hay república sin ciudadanos que comprendan la sociedad en que viven y sean conscientes de sus derechos y deberes sociales; 3) Para que la solidaridad social prevalezca sobre el egoísmo individual, no basta la razón: es necesario educar la sensibilidad, que anida en el yo profundo e indefinido de cada ser humano y que el arte saca a la superficie.

Para evitar opciones prematuras, debe existir una escuela única de 9 o 10 años, de cultura básica general. Por la forma histórica en la que se creó el sistema, estos nueve años están fraccionados en seis años de escuela primaria y tres años de bachillerato básico.

La enseñanza de una cultura general básica, es la doctrina pedagógica uruguaya desde comienzos del siglo XX. José Enrique Rodó, en su Mensaje a la Juventud, escribía en “Ariel” (1900): 

  "La divergencia de las vocaciones personales imprimirá diversos sentidos a vuestra actividad, y hará predominar una disposición, una aptitud determinada, en el espíritu de cada uno de vosotros. Los unos seréis hombres de arte; los otros seréis hombres de acción. Pero por encima de los afectos que hayan de vincularos individualmente a distintas aplicaciones y distintos modos de vida, debe velar en lo íntimo de vuestra alma, la conciencia de la unidad fundamental de nuestra naturaleza, que exige que cada individuo humano sea, ante todo y sobre toda otra cosa, un ejemplar no mutilado de la humanidad, en el que ninguna noble facultad del espíritu quede obliterada y ningún alto interés de todos pierda su virtud comunicativa”.

Indicábamos como premisa que la vida humana no existe sin el trabajo y en consecuencia, para vivir, el trabajo constituye la primera necesidad. Ahora bien, la organización social y económica de cada país, condiciona el logro de aquellos objetivos educativos así como la aplicación de las tecnologías que cambian aceleradamente.

De 1830 a 1877, no había en Uruguay un sistema educativo. Comenzó a construirse con la Reforma Vareliana de 1877, que organizó la enseñanza primaria a nivel nacional. Le siguió la Reforma Universitaria de Alfredo Vásquez Acevedo de 1885, que creó la enseñanza secundaria y reorganizó, ampliándola, a la enseñanza universitaria. También, en esta época, nació la Escuela de Artes y Oficios con un carácter correccional y bajo severa disciplina militar, para niños y jóvenes con problemas de conducta.

No son ajenas a estas políticas educativas, la afirmación de la propiedad rural –el Código Rural fue aprobado en 1875-, el comienzo de una política de proteccionismo industrial y la construcción de la red ferroviaria. La República definía un modelo económico y creaba las condiciones para importantes cambios en su estructura social. Una exigente enseñanza secundaria con fuerte contenido científico, abría las puertas para una diversidad profesional universitaria, mientras la formación de sectores sociales deprivados, aun con el equivocado enfoque pedagógico adoptado, creaba brazos útiles para trabajos de carpintería, herrería, zapatería y albañilería, de amplia demanda por el crecimiento urbano impulsado por la inmigración. Las reformas operadas en las dos primeras décadas del siglo XX, con la expansión de la energía eléctrica y el motor a explosión, así  como el radical cambio conceptual en el enfoque pedagógico de la enseñanza industrial, ampliaron la oferta profesional. Pero desde el punto de vista social, mientras la enseñanza secundaria catalizaba el ascenso social y, con la gratuidad general de 1916 fue un potente factor en la formación de una clase media, la enseñanza industrial –y luego la de la escuela agraria- fueron ámbitos cerrados cuya finalidad, en los hechos, era disciplinar, a través del trabajo, a los sectores menos favorecidos de la sociedad.

No obstante, la base de la técnica utilizada era empírica, de modo que no se necesitaban exigentes conocimientos científicos para el aprendizaje de los oficios. Esta situación cambió después de la Segunda Guerra Mundial, con el desarrollo de la electrónica y la invención de la computadora que realiza operaciones de procesamiento de datos que antes eran realizadas por el cerebro humano. La aplicación de estos recursos a la industria dio lugar a la automatización y robotización de los procesos industriales y a la nueva categoría de “fuerza productiva directa”. Avances científicos en el campo de la ingeniería genética han permitido también un fuerte impacto en la producción de alimentos aunque este campo es objeto de fuertes controversias sobre sus efectos en la salud.

En 1970, el estratega político del imperialismo estadounidense, Zbigniew Brzezinski, publicó el libro “Betwin two ages”, traducido al español como “La era tecnotrónica”. En la Introducción, el autor advierte que estamos ingresando en un cambio de época en la que es necesario practicar la política de un modo diferente ya que “se diluyen los límites entre la política interior y la política exterior”. Antes se veía la política en forma fragmentaria, microscópica; ahora hay que mirarla de un modo global”

Brzezinski aclara estos conceptos de la manera siguiente: “Hoy, los países con un mayor desarrollo industrial (en primer lugar Estados Unidos) empiezan a salir de la era industrial de su evolución. Ingresan en una era en que la tecnología y sobretodo la electrónica – de aquí el neologismo tecnotrónico-, se convierten cada vez más en los principales factores de cambio  social, alterando las costumbres, la estructura social, los valores y el enfoque global de la sociedad”.

En el primer capítulo, escribe: “La sociedad posindustrial se está convirtiendo en una sociedad tecnotrónica: una sociedad configurada en lo cultural, lo psicológico, lo social y lo económico, por la influencia de la tecnología y la electrónica, particularmente en el área de las computadoras y las comunicaciones. El proceso industrial ya no es el principal determinante del cambio social que altera las costumbres, la estructura social y los valores de la sociedad. En la sociedad industrial el conocimiento técnico se orientaba principalmente hacia un fin específico: la aceleración y el perfeccionamiento de las técnicas de producción. Las consecuencias sociales eran un subproducto tardío de esta preocupación capital. En la sociedad tecnotrónica, el conocimiento científico y técnico no solo aumenta la capacidad de producción sino que la rebasa rápidamente para influir de modo directo en casi todos los aspectos de la vida”.   
    
En 1979, apareció el libro de Alvin Toffler, “La tercera ola”. El libro establece tres etapas en la evolución de la humanidad a partir del sistema económico y las técnicas dominantes: 1. La revolución agraria, del 8000 A.C hasta el siglo XVII; 2. La Revolución Industrial de 1650-1750 a 1948 en que aparece el transistor; y 3. La Tercera Ola desde esta fecha hasta el día de hoy. Los sistemas cibernéticos, computacionales, de comunicación, internet, etc, funcionan como amplificadores de la fuerza mental humana.
El Instituto de Economía Mundial y de Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de la URSS, organizó en 1979,  la Conferencia Teórica Internacional sobre el tema “La Revolución Científico-Técnica y el ahondamiento de las contradicciones económicas y sociopolíticas del capitalismo en la etapa actual”. Presentó un extenso informe que fue discutido por científicos de distintos países.

Uno de los efectos de esta revolución es un cambio en la estructura social de la producción. Al intensificarse su aplicación en la agricultura y en la industria, la mano de obra liberada se desplaza al sector terciario -comercial, finanzas y turismo. Este proceso tiene un efecto positivo y  otro negativo. El primero, exige una alta calificación científico-técnica laboral mientras el sector laboral terciario, que es el que más se desarrolla cuantitativamente, las exigencias de conocimientos son mucho menores.

                                                            - II -

Los investigadores estadounidenses, Frank Fischer y Alan Mandell, han subrayado esta paradoja al analizar el tan manido tema de la crisis de la educación en Estados Unidos. “Aunque los informes difieren en cuanto a las recomendaciones específicas –escriben estos autores-, señalan numerosos síntomas de decadencia educativa: calificaciones más bajas en los exámenes, niveles de exigencia del rendimiento escolar insuficientemente altos, relajación peligrosa de la disciplina escolar, ausencia de criterios rigurosos y aplicados sistemáticamente para pasar de un curso al siguiente, vulnerabilidad de los currículos a las vicisitudes de la elección del alumnado y un precipitado descenso en los estudios matemáticos, científicos, tecnológicos y de idiomas. En concreto, los informes destacan la falta de una formación suficiente en informática, que se estima esencial para una participación significativa en una sociedad tecnológica. Además de estos fallos, se afirma que el apoyo público a la educación ha disminuido y que la confianza en las escuelas es más baja que nunca. Subyace en estos análisis la convicción de que los titulados de enseñanzas medias y universitarias son, en el mejor de los casos, mediocres”.

Para hacer un análisis crítico de la estrategia de la reforma es esencial examinar
los preocupantes supuestos sobre los que ésta se basa. Lo que está en
cuestión aquí no es la crisis educativa per se, sino, por el contrario, su definición y
sus presupuestos. Considérense algunas de las hipótesis de trabajo más importantes de los informes. Nada desempeña un papel más significativo en el retrato aceptado de la crisis que el fracaso de la escuela en su tarea de proporcionar a los estudiantes el tipo de habilidades necesarias para tener éxito en la Norteamérica de la alta tecnología. Para la ideología de la reforma es esencial la creencia, largo tiempo arraigada, de que las escuelas deben ser el camino para el puesto de trabajo. Es decir, se supone que una función básica de la educación
moderna es proporcionar a los estudiantes habilidades laborales apropiadas y
valores y actitudes pertinentes al trabajo. Según los informes de las comisiones,
las escuelas norteamericanas, ciegas a las exigencias de un mundo de alta tecnología, no están cumpliendo tal papel”.

“Los datos de las comisiones, sin embargo, son cuestionables. Mientras que los
informes dan por supuesta la necesidad de una formación en alta tecnología, estudios recientes del mercado laboral presentan una perspectiva radicalmente diferente. El crecimiento del empleo se da, sobre todo, en áreas que exigen una cualificación mínima, especialmente en los puestos del sector de servicios, que se encuentra en expansión. La Oficina de Estadísticas de Trabajo, por ejemplo, demuestra que, por muy ampliamente que se definan las industrias de alta tecnología, «sólo representarán una pequeña proporción de la creación de empleo hasta 1995»  La Oficina mantiene que desde 1982 hasta 1995 se crearán entre 23,4 y 28,6 millones de nuevos puestos de trabajo, de los cuales se estima que sólo entre 1 y 4,6 millones corresponderán a industrias de alta tecnología” (A Quarterly Journal of Critica' Thought, nº 7, 1988).

El debate sobre la crisis de la educación en Uruguay es una copia de los dichos de Fischer y Mandell para la crisis educativa en Estados Unidos. No tengo, porque no se divulgan, los datos de nuestra Oficina de Estadística sobre la distribución del empleo en el Uruguay, pero basta una ligera observación para comprobar que el sector servicios absorbe la mayor parte.

Y aquí aparece la preocupación por una Universidad Tecnológica, que al final la ley creó y que por la razón señalada y otrasl, no tendrá como resultado la superación de la crisis.

En la entrevista realizada por el periodista Ricardo Scagliolla al Presidente Mujica en su programa “Primera vuelta” de TV Ciudad, el presidente dijo que su intención no era una Universidad Tecnológica. En otras entrevistas había dicho que fue una concesión realizada al Partido Nacional y a ciertos sectores del Frente Amplio. Su idea era la autonomía académica y presupuestal de la Universidad del Trabajo, separándola de la ANEP, para crear “Institutos politécnicos” en distintos lugares del país. Como su idea fracasó, removió al presidente del Consejo Directivo de lsa ANEP y otros dos consejeros, colocando en su lugar al Presidente del Consejo Desconcentrado de la Enseñanza Técnica, para otorgar prioridad a ésta en la política general del ente. No sé si esta política preferencial para UTU se está cumpliendo. Los recursos asignados en la última Rendición de Cuentas sería un indicador apropiado.

La creación de politécnicos sin una base científica adecuada, donde las matemáticas y la física, son fundamentales, constituye un círculo vicioso. La orientación que implementó la formación cultural básica general y el Bachillerato Técnico, seguido de los convenios con la Universidad de la República, creo que es la correcta, pues rompió las limitaciones del plan fundacional de UTU  que ni siquiera el Plan Maggiolo de 1967 contempló y que impedía al estudiantado de la enseñanza técnica la continuación de los estudios superiores.

El objetivo entonces no explicitado-, de estos centros, sería el disciplinamiento de los jóvenes víctimas de la pobreza, la desintegración familiar, la falta de estímulos culturales y su ingreso en el mundo de la droga. Pero este problema es un grave problema social y no solo con políticas educativas se resuelve sino con acciones estatales que ataquen la variedad de factores que han creado esa situación, incluyendo, desde luego una educación apropiada. Pero no debe descargarse en el sistema educativo la responsabilidad de una crisis que tiene un contexto mucho más amplio.

Y menos ir a Finlandia a buscar la respuesta; actitud que solo puede explicarse por una ignorancia supina del problema o por un recurso demagógico para captar iilusos en medio de una carrera electoral.


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