ROTSKY Y LA OPOSICIÓN DE IZQUIERDA
Trotsky escribe en su
autobiografía (Capítulo XXXIX –“The Lenin’s Illness”-, México, 1938), que
Bujarin le informó, a comienzos de mayo de 1922, del ataque cerebral que privó
a Lenin de la movilidad de sus piernas y del habla. Bujarin le habría dicho que
siempre había pensado con horror de una enfermedad de Lenin y de Trotsky.
También cita la opinión del Profesor Guetier de que “en la Revolución existían solo
dos corazones –el de Lenin y el de Trotsky-, que no podían dejar de latir”.
“Mucho tiempo después –escribe
Trotsky-, reparé con sorpresa, que recién me enteré de la enfermedad de Lenin
tres días más tarde, un tiempo precioso que fue ganado por mis oponentes,
principalmente Stalin, que estaban ansiosos por ganar tiempo. La enfermedad de
Lenin podía ser trágica en cualquier momento. Mis oponentes conspiraban en
secreto. Debe asumirse que la idea de un triunvirato (Stalin-Zinoviev-Kamenev)
para oponerse a mi, ya había sido decidida. Pero Lenin se recuperó. Contando con una invencible voluntad, su
organismo hizo un gigantesco esfuerzo; su cerebro que había fallado por falta de sangre y que
había perdido la capacidad de articular las palabras, revivió”. (…)
“Lenin se reintegró a su
trabajo en el Politburó y en el Consejo de Comisarios del Pueblo, en octubre de
1922. Parecía que percibía, detrás de su espalca, la casi imperceptible amenaza
de una conspiración, en conexión con su enfermedad. Los epígonos aún no estaban
quemando sus puentes detrás de ellos, pero aquí y allí estaban minando las
vigas y tenían escondidos los cartuchos de dinamita”.(…) Lenin observó las maniobras que Stalin organizaba contra
mi.
En este texto autobiográfico, Trotsky
se nos presenta, indirectamente, como un hombre presuntuoso, al citar los
testimonios elogiosos hacia su persona de Bujarin y el Profesor Guetier. Incluso
se atreve a interpretar los sentimientos de Lenin “que percibhía que se tramaba,
a sus espaldas, una conspiración de sus epígonos” (Stalin, y los otros).
Sin embargo la verdad era
otra. Lenin lo había criticado, meses antes de haber sufrido el ataque
cerebral, por su crítica al Partido y el alegato en favor de la gestión del
Estado por los Sindicatos aun despolitizados y mucho menos por las
organizaciones campesinas. Esta crítica la profundizó Lenin contra Bujarin a
quien Trotsky cita como figura señera cuando le dijo que “sentía horror al
pensar que Lenin y el (Trotsky) se podían enfermar”.
Es cierto que, en su conocido
“Testamento” de diciembre de 1922, Lenin critica “la falta de cintura política”
de Stalin para conducir el delicado problema de las nacionalidades, pero nunca
objetó su fidelidad a la línea leninista en el Partido, cosa que sí realizó
Trotsky.
Madie duda que
Trotsky fue una figura extraordinaria en el proceso revolucionario y su papel
como “Comisario de Guerra”. Pero él se consideró siempre un comunista
independiente, un aliado de Lenin, que tenía sus propias convicciones, no un
bolchevique, ingresando al Partido recién en 1919. Trotsky tenía un gran
respaldo en el Ejército Rojo, cuyos mandos le respondían pero no en el Partido.
En consecuencia, no es cierta su apreciación o sugerencia, de que Lenin lo
considerara su sucesor.
Tampoco es cierta su aseveración de que su
desplazamiento de esta eventualidad fue el resultado de una conspiración,
largamente y secretamente urdida por los “epígonos” (discípulos) de Lenin que,
en realidad eran todos los bolcheviques, que adhirieron a sus tesis
fundamentales, sobre la organización del Partido, expuestas en el II Congreso
del POSDR, Londres, en 1903, que Trotsky no compartió.
Desaparecido Lenin, en enero
de 1924, Trotsky, de inmediato, encabezó “desde la izquierda”, la oposición a
la nueva Dirección del Partido, encabezada por Stalin.
Trotsky atribuye su pérdida de
influencia en el Partido a un “cambio psicológico” operado en los dirigentes de
la primera hora del Partido Bolchevique y señala a Stalin como el “jefe de este
viraje a la derecha”, que arrastró a otros dirigentes como Kalinin, Voroshilov,
Dzerjinski, Odjonikidze, Rykov…Los antiguos discípulos de Lenin, habían
abandonado a su maestro. De esa “fuente psicológica”, afirma Trotsky, surgió la
“teoría de izquierda de la Revolución Permanente”, con la que Trotsky encabezó
la oposición a la “burocracia estalinista”, que sostenía el “ritmo gradual de
la Revolución”.
Estas son sus palabras:
“A menudo me preguntan:
"¿Cómo usted perdió el poder?” En la mayoría de los casos, la cuestión
abarca una concepción ingenua como si se tratara de la pérdida, por las manos,
de un objeto material, como si perder el poder fuera lo mismo que la pérdida de
un reloj o un cuaderno. Sin embargo, los hechos indican que, cuando los
revolucionarios que dirigían la toma del poder comienzan en una etapa
determinada, a perderlo, ya sea en paz o
por medio de una catástrofe, el hecho en sí mismo significa o bien una
disminución de la influencia de ciertas ideas y estados de ánimo en el gobierno
y los círculos revolucionarios, o la disminución del estado de ánimo
revolucionario de las masas mismas. O pueden ser ambos al mismo tiempo. Los
principales grupos del partido que surgieron en la clandestinidad, estuvieron
inspirados por las tendencias revolucionarias que los líderes de la primera
época de la revolución eran capaces de formular con claridad y llevar a cabo
completamente y con éxito en la práctica. Fue lo que ocurrió a los líderes del
partido, y, a través del partido, los líderes de la clase obrera, y, a través
de la clase obrera, los líderes del país. Fue así que ciertos individuos habían
concentrado el poder en sus manos. Pero las ideas de la primera época de la
revolución estaban perdiendo imperceptiblemente su influencia en la conciencia
del estrato del partido que tenía el poder directo sobre el país”.
“En el país, los
procesos fueron adquiriendo la forma que uno puede resumir bajo el nombre
general de reacción. Estos se extendieron, en mayor o menor grado, a la clase trabajadora,
así, como incluso a su partido. El estrato que compone el aparato de poder
desarrolló sus propios objetivos e intentó subordinar la revolución a ellos.
Una división comenzó a revelarse entre los líderes que expresaron la línea
histórica de la clase trabajadora y el propio aparato - una composición
engorrosa y heterogénea-, que el medio comunista fácilmente absorbió. Al principio, el carácter
de esta división era más psicológica que política. Todavía estaban frescas, en
la memoria, las consignas de Octubre y la autoridad de los líderes de la
primera época todavía era fuerte. Sin embargo, al amparo de las formas
tradicionales, una psicología diferente se estaba desarrollando. Las
perspectivas internacionales mejoraban debilmente. La rutina diaria diaria
absorbe al pueblo por completo. Los nuevos métodos, en lugar de servir a los viejos
objetivos, fueron dirigidos a la creación de otros fines y, sobre todo, de una
nueva psicología. A los ojos de muchos, la situación temporal empezó a parecer
el objetivo final de un nuevo tipo”. (Capítulo XLI, “La muerte de Lenin y el
cambio de poder”. Trotsky, My Life).
Cuatro días antes de la muerte
de Lenin, Stalin –que era desde abril de 1922, Secretario General del Partido-,
realizó un informe al Comité Central, con fuertes acusaciones a Trotsky a quien
acusó de reaizar una campaña, fuera de los organismos partidarios –distribución
de folletos en los distritos y publicación de artículos en “Pravda”-,,
destinados a minar la confianza de las bases y la juventud, en el Partido.
Señaló 6 aspectos de esta
prédica:
1.
El primer error
de Trotsky es la violación de la disciplina partidaria ya que Trotsky,
integrante del Partido, no había expresado sus críticas en el seno de sus
organismos; 2. El segundo error de Trotsky es su conducta ambigua al no
plantear con claridad su posición; 3. El tercer error es que coloca al aparato
del Partido en oposición al Partido; 4. El cuarto error es que pone a la
juventud en oposición a los cuadros del Partido; 5. El quinto error de Trotsky
es expresar en sus cartas el argumento y el lema que el Partido debe marchar al
ritmo de la juventud estudiantil, "el barómetro más fiel de nuestro
partido"; 6. El sexto error de Trorsky es que llama a derribar la fórmula
básica de “abrir las puertas a los elementos proletarios” y fortalecer la
presencia de intelectuales. Lenin sostenía que la relación
proletario-intelectual debía ser de 8 a 2.
En una de sus cartas,
publicadas en “Pravda”, Trotsky defendió la “existencia de grupos” en el
Partido, y la respuesta de Stalin fue la siguiente:
“Trotsky afirma que los grupos
surgen a causa del régimen burocrático establecido por el Comité Central, y que
si no existiera el régimen burocrático, no habría tampoco grupos. Este es un
enfoque no marxista, compañeros. Los grupos surgen, y seguirán surgiendo,
porque tenemos en nuestro país las más diversas formas de economía - formas
embrionarias del socialismo y, hacia
abajo, varias formas hasta la medieval. Eso en primer lugar. Luego tenemos el
capitalismo establecido por la NEP, es decir, hemos permitido, la reactivación
del capital privado y el resurgimiento de las ideas que van con él, y estas
ideas están penetrando en el Partido. Esto en
segundo lugar. Y, en tercer lugar, nuestro partido se compone de tres
partes componentes: hay, en sus filas, trabajadores, campesinos e intelectuales.
Estas son las causas entonces, si abordamos la pregunta de una manera marxista,
por las que ciertos elementos del Partido se han dedicado a la formación de grupos, que
en algunos casos hay que eliminar por acción quirúrgica, y en otros se
disuelven por medio de la lucha ideológica, a través de la discusión” (Stalin,
Complete Works. Volume 4to).
EL LENINISMO
Este ultimo es el camino
elegido por Stalin para combatir el trotkysmo.
Cuatro díss, después
de la muerte de Lenin, pronunció un discurso en la Escuela Militar del Kremlin,
en el que destacó los siguientes aspectos de la personalidad de Lenin: I. El
águila de las montañas; II. Modestia; III. La fuerza de la lógica; IV. Ningún
lamento, “no lloeiquear en la cerrota”; V. Ninguna jactancia, “no envanecerse
con las victorias”; VI. Fidelidad a los principios; VII. Fe en las masas; VIII.
El genio de la Revolución.
Unos días después,
pronunció varias conferencias en la Universidad
“Sverdlov”, que posteriormente fueron reunidas en un libro con el título
“Los fundamentos del Leninismo”.
En la Introducción,
Stalin dice que “no se debe confundir la concepción del mundo de Lenin con los fundamentos
del leninismo, ya que Lenin era marxista y el marxismo es, por supuesto, la
base de su concepción del mundo. Pero de esto no se sigue en absoluto que una
exposición del leninismo debe comenzar con una exposición de los fundamentos
del marxismo. Exponer el leninismo significa exponer la contribución de Lenin
en su acción y en sus obras, al tesoro general del marxismo y que está relacionada
de forma natural con su nombre. Sólo en este sentido voy a hablar en mis
conferencias de los fundamentos del Leninismo”.
“Entonces, ¿qué es
el Leninismo? “
“Unos dicen que el
leninismo es la aplicación del marxismo a las condiciones peculiares de la
situación rusa. Esta definición contiene una parte de verdad, pero dista mucho
de encerrarla toda. En efecto, Lenin aplicó el marxismo a la realidad de Rusia,
y lo aplicó magistralmente. Pero si el leninismo no fuese más que la aplicación
del marxismo a la situación peculiar de Rusia, el leninismo sería un fenómeno
pura y exclusivamente nacional, pura y exclusivamente ruso. Sin embargo,
sabemos que el leninismo es un fenómeno internacional, que tiene raíces en todo
el desarrollo internacional, y no un fenómeno exclusivamente ruso. Por eso, yo
entiendo que esa definición peca de unilateral”.
“Otros dicen que el
leninismo es la resurrección de los elementos revolucionarios del marxismo de
la década del 40 del siglo pasado, a diferencia del marxismo de años
posteriores, que, según ellos, se hizo moderado y dejó de ser revolucionario (posición
de la II Internacioonal Socialdemócrata). Si pasamos por alto esa división
necia y vulgar de la doctrina de Marx en dos partes, una revolucionaria y otra
moderada, hay que reconocer que incluso esa definición, íntegramente defectuosa
e insatisfactoria, tiene un algo de verdad. Ese algo de verdad consiste en que
Lenin restauró, efectivamente, el contenido revolucionario del marxismo,
enterrado por los oportunistas de la II Internacional. Pero esto no es más que
un algo de verdad. La verdad entera del leninismo es que no sólo hizo renacer
el marxismo, sino que dio un paso adelante, prosiguiendo el desarrollo del
marxismo bajo las nuevas condiciones del capitalismo y de la lucha de clase del
proletariado”.
“¿Qué es, pues, en fin
de cuentas, el leninismo?”,
“El leninismo es el marxismo de
la época del imperialismo y de la revolución proletaria. O más exactamente: el leninismo es la teoría y la
táctica de la revolución proletaria en general, la teoría y la táctica de la dictadura
del proletariado en particular. Marx y Engels actuaron en el
período prerrevolucionario (nos referimos a la revolución proletaria), cuando
aún no había un imperialismo desarrollado, en un período de preparación de los
proletarios para la revolución, en el período en que la revolución proletaria
no era aún directa y prácticamente inevitable. En cambio, Lenin, discípulo de
Marx y de Engels, actuó en el período del imperialismo desarrollado, en el
período en que se despliega la revolución proletaria, cuando la revolución
proletaria ha triunfado ya en un país, ha destruido la democracia burguesa y ha
inaugurado la era de la democracia proletaria, la era de los Soviets”.
Luego de esta precisa
ubicación histórica del marxismo-leninsmo, Stalin expone, en forma detallada,
los aspectos esenciales de la teoría leninista:
I – Las raíces históricas del
Leniismo.
II – El método.
III – La teoría.
IV – La dictadura del
proletariado.
V – La cuestión campesina.
VI – La cuestión nacional.
VII – La estrategia y la
táctica.
VIII – El Partido.
IX – El estilo en el trabajo.
En estas dos intervenciones
–en la Escuela Militar del Kremlin y en la Universidad Sverdlov-, Stalin
ofrece, en la primera, una semblanza de la personalidad de Lenin y, en la
segunda, las claves fundamentales de su método y pensamiento político. El año
siguiente, completaría su caracterización del leninismo, en el opúsculo
“Cuestiones del Leninismo”-
En este folleto, incorpora
temas como “La cuestión de la revolución “permanente” (respuesta a la teoría de
Trotsky), “La cuestión del triunfo del socialismo en un solo país” (respuesta a
Trotsky) y “La lucha por el triunfo de la edificación socialista”.
De esta manera, Stalin asume
la tarea de enfrentar, con el pensamiento de Lenin (que ni socialdemócratas ni
trotkystas pueden refutar), las concepciones revolucionarias de Trotsky. Esta
contienda ideológica se extiende desde la muerte de Lenin (em realidad había
comenzado en 1919), el 21 de enero de 1924 hasta la expulsión de Trotsky del
Partido, en 1927.
NOTA: Los
subrayados me pertenecen.
FUENTES:
Trotsky: My
Life. CHAPTER XL, “THE CONSPIRACY OF THE EPIGONES”
Stalin, Obras completas. Volumen 4to.
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