miércoles, 31 de agosto de 2016

REFLEXIONES SOBRE EL MARXISMO (XIX)



 DÉCIMO ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE

El 10º Aniversario, era un momento apropiado para realizar un balance del camino recorrido. Los dos quinquenios, son diferentes. En el primero, dominó la Guerra Civil, las intervenciones extranjeras y el “comunismo de guerra”; en el segundo, la Nueva Política Económica, la enfermedad y muerte de Lenin, el desarrollo del sector socialista de la economía y la profundización del debate ideológico interno en el Partido, sobre el futuro de la Revolución.

El XV Congreso del Partido Comunista (B) de la URSS, realizado del 2 al 19 de diciembre de 1927, consideró todos estos temas.

El 3 de diciembre, José Stalin, en su carácter de Secretario General del Comité Cen5tral, presentó al Congreso, el Informe de este organismo.

Dividió el extenso Informe en cuatro capítulos: I) La situación del capitalismo internacional; II) Los éxitos de la construcción socialista y la situación interna de la URSS; III) El Partido y la Oposición; IV) Resumen general”.

El desarrollo de la URSS, iniciado en 1924, cierra una primera etapa, en 1927.También culmina este año, la polémica interna en el Partido Comunista, entre la “oposición de izquierda”, liderada por Trotsky y la mayoría del Comité Central, encabezada por el Secretario General, José Stalin.

Abordaré en esta nota, estas dos cuestiones ya que están estrechamente vinculadas y  atravesarán toda la historia de la URSS hasta su desintegración, en 1991.



 I – La construcción socialista y la situación interna de la URSS

Los datos proporcionados por la Comisión de Planificación del Estado, revelan que el Producto Bruto Nacional aumentó en 4 años, el 44,7%, a un promedio anual de 9,67%. Comparando con Estados Unidos, el crecimiento de su ingreso en la década de 1880, el promedio fue de un 3-4%, con un pico del 7%. Por otra parte, el crecimiento del ingreso en Gran Bretaña y Alemania no superó el 3%, Teniendo en cuenta estos datos, el crecimiento del ingreso en cuatro años (1924.27) en la URSS, fue un verdadero record.

Si se examinan los datos del sector de la industria pesada (“Medios de producción”), que es el “pivot”, de los cimientos económicos del socialismo y de su defensa, definido por el Partido (ver la nota anterior), las cifras son elocuentes. En 4 años, la producción de la industria pesada se duplicó con un promedio anual del 19,58%.

¿Cuál es la conclusión?, se preguntó Stalin y respondió: “Nuestro país se está convirtiendo en un país industrial”. Y agregó: se está industrializando con los recursos de su propia acumulación. En cambio, los países capitalistas desarrollados se industrializan con la expoliación de las colonias y de los Estados dependientes.

Los datos manejados por el Congreso también indican que la inversión del Estado es mucho mayor que la inversión privada, facilitado por la NEP, lo que permite a Stalin esta otra conclusión: “Nuestro país está avanzando rápidamente y con confianza hacia el socialismo, desplazando paso a paso a los elementos capitalistas hasta expulsarlos de la economía nacional”

“Este hecho nos revela la base de la pregunta: "¿Quién le ganará a quien?" Esta pregunta fue formulada  por Lenin en 1921, tras la introducción de la nueva política económica (NEP)”´.

Y repitió la pregunta de Lenin, con su contenido: “¿Vamos a tener éxito en la vinculación de nuestra industria socializada con la economía campesina, expulsando al comerciante privado y al capitalista privado o dejaremos que gane el capital privado y nos provoque la división entre el proletariado y el campesinado?”.

“Esa era la forma en que se formulaba la pregunta en aquel momento (1921). Ahora podemos decir que, en lo principal (la industria pesafda), ya hemos logrado éxitos decisivos en este ámbito. Sólo los ciegos o los imbéciles pueden negar esto”.

                II – EL PARTIDO Y LA OPOSICIÓN

Desde la muerte de Lenin, en enero de 1924, la oposición de izquierda, liderada por Trotsky, acusaba a las organizaciones del Partido de ser incapaces de conducir la reconstrucción económica.

Sin embargo, los datos aportados al XV Congreso, en diciembre de 1927, mostraban, de una manera contundente, que las previsiones de Trotsky y otros dirigentes como Zinóviev y Kámenev, eran erróneas.

Los hechos dieron pie a Stalin para anunciar que tanto las organizaciones distritales como centrales del Partido, estaban preparadas para poner en marcha el primer plan quinquenal.

Agregó Stalin: “Algunos camaradas piensan que Estados Unidos y Alemania seguirán el mismo camino, es decir, planificarán su economía. No camaradas; el sistema capitalista no admite la planificación de la economía. Para planificar la economía es necesario un sistema socialista de producción o al menos una industria, un sistema de crédito y la tierra, nacionalizados y una clase obrera que la dirija”.

“Como vemos, nuestro sistema tiene una diferencia fundamental”.

“Una minoría sostiene que no hay democracia en el Partido. ¿Pero, qué es la democracia? Nadie duda que estamos registrando un rápido incremento de la participación en el trabajo de construcción de la nueva sociedad. ¿Esto no es democracia? ¿Democracia es que una minoría de intelectuales, divorciada de las necesidades del país, tenga su organización y su prensa propia? No queremos tal democracia. La democracia en el Partido se desarrolla paso a paso. Tenemos un Comité Central y una Comisión de Control de 200-250 camaradas que juntos conducen el trabajo de construcción. Es un centro colectivo que el Partido nunca tuvo. ¿Es o no cierto que las decisiones pasan día tras día de un estrecho grupo a un centro cada vez más amplio conectado con todas las ramas del trabhajo de construcción y con todos los distritos de nuestro vasto país? “.

“¿Y los cuadros del Partido? Pocos años atrás podíamos contarlos por centenas. Ahora, si partimos de las organizaciones de base hacia arriba no son menos de 100 mil. Esto indica el enorme crecimiento de nuestro Partido. Esto indica el crecimiento de su cultura comunista, de su experiencia y de su organización”.

“Por último, expresó Stalin, es claro el creciente prestigio de nuestro Partido entre los trabajadores no partidarios y entre los trabajadores de todo el mundo. No puede haber ninguna duda que nuestro Partido se ha convertido en la bandera de liberación de los pueblos oprimidos del mundo”.

“¿Esto significa que no hemos cometido errores? Nada de eso, los hemos cometido y han sido graves. Debemos ser críticos y autocríticos y corregirlos. Todos podemos cometer errores pero Marx decía que la crítica y la autocrítica es un método propio de las revoluciones proletarias. Este es un punto fundamental del marxismo. Si frenamos la autocrítica estamos frenando el desarrollo revolucionario. No debemos olvidar que el ascenso revolucionario se hace a través de la lucha de clases, de las contradicciones existentes que procuramos eliminar; no es un desplazamiento suave en las olas de la vida. Mientras existan las clases nunca estaremos en condiciones de decir: Bueno, gracias a Dios, todo está bien ahora. Nunca estaremos en tal posición, camaradas”.

Después de abundar en errores cometidos que deben ser corregidos, Stalin abordó, en su informe, los debates internos con la oposición.

Sostuvo que las discusiones dentro del Partido son necesarias para corregir errores de método y procedimientos, pero no son admisibles los debates sobre cuestiones de principios.

Para Stalin, las cuestiones de principio, que caracterizan al leninismo-bolchevismo son, fundamentalmente, tres: 1) La construcción de las bases económicas del socialismo en la URSS; 2) La unidad obrero-campesina y 3) La dictadura del proletariado y  el papel del Partido como conductor de este proceso.

Estos tres puntos constituyen la identidad doctrinaria del Partido Comunista Bolchevique que asumió el poder en Rusia, el 7 de noviembre de 1917.

El 24 de octubre de 1927, Trotsky fue expulsado del Comité Central por “ser el líder de las actividades de l organización anti-Partido” y el mes siguiente fue expulsado del Partido junto con otros integrantes de la “oposición de izquierda”, entre ellos, Grigori Zinóviev, ex Presidente del Comité Ejecutivo de la III Internacional (“Komintern”) y Lev Kámenev, ex Presidente del Comité Central de los Soviets. Estos dos dirigentes reconocieron sus errores y fueron readmitidos. No así Trotsky que fue internado en Alma Ata, capital de la República Soviética Centroasiática de Kazajistán.

Las discusiones para corregir errores de los cuadros, en su actividad, son necesarias, afirmó el Secretario General, “porque fortalecen el esfuerzo común”. “Pero hay otro tipo de discusión, cuyo objeto no es mejorar nuestro trabajo común, sino que empeore; no para fortalecer el Partido, sino para desintegrarlo y desacreditarlo. Tal discusión general no conduce a la activación, sino al desarme del proletariado. No necesitamos tal discusión”.

“Cuando la oposición exigió una discusión en toda la Unión tres meses antes del Congreso, antes de qie las tesis del Comité Central fueran elaboradas, antes de la publicación de las tesis, se trató de empujarnos a un tipo de discusión que inevitablemente habría facilitado la tarea de nuestros enemigos, la tarea de los enemigos de la clase obrera, la tarea de los enemigos de nuestro partido. Esa fue precisamente la razón por la cual el Comité Central se opuso a los planes de la oposición. Y es precisamente porque nos opusimos a los planes de la oposición que tuvimos éxito en la colocación de la discusión en una línea crítica de la derecha, dándole una base en forma de tesis del Comité Central para el Congreso. Ahora podemos decir sin ninguna duda que, en general, la discusión ha sido exitosa”.

“En cuanto a lavar los trapos sucios en público, eso es un disparate, camaradas. Nunca hemos tenido y nunca tendremos miedo de criticar abiertamente nuestros errores y ante todo el Partido. La fuerza del bolchevismo es precisamente que no tiene miedo de la crítica y que, al criticar sus defectos, adquiere la energía para seguir avanzando. Por lo tanto, la presente discusión es un signo de fortaleza de nuestro partido, un signo de su poder”.

“La oposición está en contra del Partido en todas las cuestiones: su ideología, su programa y sus tácticas”.

“Precisamente el hecho de que la oposición no está de acuerdo con el Partido en todas las cuestiones  hace que sea un grupo con su propia ideología, su propio programa, sus propias tácticas y sus propios principios de organización”.

“Podría mencionar siete cuestiones principales sobre los que no hay acuerdo entre el partido y la oposición:

Primero. La cuestión de la posibilidad de la construcción victoriosa del socialismo en nuestro país. Al negar esta posibilidad se sitúan en la misma posición de los mencheviques. Zinoviev y Kamenev adoptaron esta posición cuando le negaron su apoyo a la insurrección de Octubre. Trotsky tomó la misma línea cuando  adhirió al levantamiento y ha dicho claramente que si una revolución proletaria victoriosa en Occidente no presta una ayuda oportuna al proletariado soviético en un futuro más o menos próximo, sería absurdo pensar que una Rusia revolucionaria podría resistir frente a la Europa conservadora” (Lee un folleto de Trotsky titulado “El año 1917”).

Segundo. La cuestión de la dictadurta del proletariado. La oposición dice, en sus publicaciones, que estamos en un estado dedegeneración Termidoriana. ¿Qué significa eso? Esto significa que no tenemos la dictadura del proletariado, que tanto nuestra economía y nuestra política son un fracaso y van hacia atrás, que no nos estamos moviendo hacia el socialismo, sino hacia el capitalismo. Eso, por supuesto, es extraño y absurdo. Pero la oposición insiste en ello”.

“Existe otra divergencia, camaradas. Es conocida la tesis de Trotsky sobre Clemenceau. Si el gobierno se ha degenerado, o está degenerando, ¿merece la pena su defensa?. Si surge una situación favorable para la "supresión" de un gobierno de este tipo, si, por ejemplo, el enemigo se encuentra a menos de 80 kilómetros de Moscú, ¿no es obvio que se debería aprovechar esta situación para barrer este gobierno y establecer una nuevo, el de Clemenceau, es decir, un gobierno trotskista?”

“Claramente, no hay en todo esto una línea leninista.Es menchevismo de pura cepa. La oposición ha caido en el menchevismo”.

Tercero. La alianza entre el proletariado y el campesinado. La oposición ha ocultado a lo largo de toda su hostilidad la idea de tal alianza. Su plataforma, sus contra-tesis, no son notables tanto por lo que dicen como por lo que la oposición ha tratado de ocultar a la clase obrera. Sin embargo, un hombre de la oposición, I. N. Smirnov, tuvo el valor de decir la verdad sobre la oposición, para poner las cosas a la luz del día. Y ¿qué encontramos? Nos encontramos con que "estamos abocados a la destrucción", y si queremos "salvarnos a nosotros mismos," hay que crear la discordia con el campesino medio. No es muy inteligente, pero es claro”.

“Aquí, los mencheviques de la oposición han quedado al fin  expuestos para que todos puedan verlos”.

Cuarto. La cuestión del carácter de nuestra revolución. La Oposición niega la posibilidad de construir el socialismo en nuestro país”.

“Si además es negada la dictadura del proletariado y es negada la alianza obrero-campesina, ¿qué es lo que queda del carácter de nuestra revolución, de su carácter socialista?”

“Obviamente, no queda absolutamente nada. El proletariado toma el poder y realiza la revolución burguesa; el campesinado, que recibió la tierra, no tiene nada que ver con la revolución, así que ahora el proletariado puede retirarse y entregarle el poder a las otras clases”.

“Estas son las tesis de la oposición si ahondamos en sus raíces y por ello no nos extrañan los elogios del Bundista Abramovich”.

(De una manera indirecta, Stalin acusa a Trotsky y sus seguidores, de “Bundismo”. Este movimiento, criticado por Lenn en el II Congreso de Londres de 1903, defendía la tesis anti-marxista de la  organización étnica de los obreros judíos  y era fuerte, en 1917 en los Países Bálticos, Polonia y Ucrania).

Quinto. La cuestión de la tesis de Lenin sobre la revolución colonial. “Lenin tomó como punto de partida la diferencia entre los países imperialistas y países oprimidos, entre la política comunista en los países imperialistas y la política comunista en los países coloniales. Tomando esta diferencia como su punto de partida, dijo, ya durante la guerra, que la idea de la defensa de la patria, lo cual es inaceptable y contrarrevolucionaria por el comunismo en los países imperialistas, es bastante aceptable y legítima en los países oprimidos que están librando una guerra de liberación contra el imperialismo”.

“Por eso, Lenin reconoció la posibilidad, en una etapa determinada y durante un cierto período, de un bloque e incluso de una alianza con la burguesía nacional en los países coloniales, si esta burguesía está librando una guerra contra el imperialismo, y no dificulta a los comunistas la formación de los trabajadores y a los campesinos pobres en el espíritu del comunismo”.

“El pecado de la oposición aquí es que ha abandonado por completo esta línea de Lenin y se ha deslizado a la de la Segunda Internacional, que niega la conveniencia de apoyar guerras revolucionarias en países coloniales contra el imperialismo. Y esto es lo que explica todas las vicisitudes que ha sufrido nuestra oposición sobre la cuestión de la revolución china”.

Sexto. La unidad de la táctica del proletariado mundial”. “El pecado de la oposición aquí es que ha abandonado las tácticas leninistas sobre la cuestión de ganar poco a poco a las grandes masas de la clase obrera hacia el lado del comunismo. Las grandes masas de la clase obrera no se ganan para el comunismo simplemente siguiendo el Partido una política correcta. La política correcta del partido es una gran cosa, pero de ninguna manera es todo. Con el fin de que las grandes masas de la clase obrera vengan al comunismo, las masas mismas deben convencerse a través de su propia experiencia que la política comunista es la correcta. Y para que las masas se convenzan requiere tiempo, requiere que el Partido debe trabajar con habilidad en la conducción de las masas a su lado; para ello, el Partido debe trabajar con habilidad para convencer a las grandes masas que su política es la correcta”.

“Fuimos absolutamente correctos en abril de 1917 (“Tesis de Abril”) pues sabíamos que las cosas se estaban moviendo hacia el derrocamiento de la burguesía y al establecimiento del poder soviético. Pero todavía no teníamos un llamado a las grandes masas de la clase obrera a sublevarse contra el poder de la burguesía. ¿Por qué? Debido a que las masas aún no habían tenido la oportunidad de ser convencidas de cuál era el objetivo de nuestra política. Estas son las raíces de la idea del frente úmico. Lenin puso la táctica del frente único en funcionamiento precisamente con el fin de ayudar a las grandes masas de la clase obrera en los países capitalistas, que están infectadas con los prejuicios de la política socialdemócrata de compromiso, para aprender de su propia experiencia que "la política de los comunistas es la correcta, y que, por experiencia propia, se pasen al lado del comunismo”.

“El pecado de la oposición es que ha rechazado totalmente estas tácticas”.

Séptimo. La cuestión del piincipiio leninista de unidad en el Partido Comunista Bolchevique y en el Comintern”.

“En este punto, la oposición abandonó por completo la línea de organización leninista y tomó el camino de una nueva Internacional”.

“Tenemos siete cuestiones principales que demuestran que, en todas ellas, la oposición ha caído en el Menchevismo”.

“¿Esas tesis mencheviques pueden ser compatibles con la ideología, el programa, las tácticas y los principios de organización leninista?”.

“No!”, responde Stalin. “En ninguna circunstancia, en ningún momento”.

“Podéis preguntar: ¿cómo podría una oposición tal, de hecho, estar de hecho entre nosotros?, ¿dónde están sus raíces sociales? Creo que las raíces sociales de la oposición están en la ruina de los estratos de la pequeña burguesía urbana que van quedando a lo largo de nuestro desarrollo; en el hecho de que estos estratos están descontentos con el régimen de la dictadura del proletariado, en el intneto de estos estratos de cambiar ese régimen, de "mejorar" en el sentido de establecer la democracia burguesa”.

“Ya he dicho que, como resultado de nuestro progreso, como resultado del crecimiento de nuestra industria, como resultado del crecimiento de la importancia relativa de las formas socialistas de la economía, un sector de la pequeña burguesía, en especial de las zonas urbanas burguesas, está siendo arruinada. La oposición refleja las quejas de estos estratos y su descontento con el régimen de la revolución proletaria”.

Y Stalin conclue esta parte de su informe con esta afirmación: “Tales son las raíces sociales de la oposición”.

Intervino el congresista Rakovsky que sostuvo que la oposición era la izquierda del Partido. Stalin le contestó:

“Obviamente, estas declaraciones se hacen para los políticos en bancarrota, para consolarse. Se ha demostrado que la oposición es el ala menchevique de nuestro partido, que la oposición ha caido en el menchevismo, que, objetivamente, la oposición se ha convertido en una herramienta de los elementos burgueses. Todo esto se ha demostrado una y otra vez. Entonces, ¿cómo puede haber alguien que hable aquí de izquierdismo de la oposición? ¿Cómo puede un grupo menchevique, que, objetivamente, se ha convertido en una herramienta de la "tercera fuerza", de los elementos burgueses, ¿cómo puede un grupo tan Izquierda ser más que los bolcheviques? ¿No es evidente que la oposición es la derecha, el ala menchevique del Partido Comunistsa (B).? Evidentemente, Rakovsky ha confundido la derecha con la izquierda. ¿Recuerdan a Selifan de Gogol ? ".... Oh” ¡Tengo las piernas tan sucias que no sé cuál es la derecha y cuál es la izquierda!”.

NOTA: Los paréntesis y los subrayados, me pertenecen.

FUENTES:

Stalin, Collected Works Index | Volume 10 Index


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