miércoles, 2 de marzo de 2011

LA REBELIÓN DEL MUNDO ÁRABE

Por Ruiz Pereyra Faget

Los hechos que están ocurriendo en varios países árabes, según las cadenas de información imperialistas responden a un denominador común: una especie de estentóreo grito de libertad frente a dictaduras anquilosadas –que el imperialismo instala y protege cuando defiende sus intereses y que combate, en nombre de la libertad cuando sus gobiernos se oponen a sus de rapiña. Fidel ha calificado este cinismo imperial de “danza macabra”.

La verdad de los hechos históricos es que las causas son diversas, sin excluir el anhelo de libertad que es un objetivo de la humanidad y cuyos enemigos no son abstractos sino que, en cada época y en cada caso, muy concretos.

El caso de Egipto no es similar al de Libia. No puede entenderse la rebelión contra el régimen de Mubarak sin la posición de Egipto frente al problema palestino y su condición de aliado estratégico de Estados Unidos y de Israel, luego de la firma de la paz con Israel por Anuar el Sadat, en 1979, que rompió la unidad del frente árabe y dejó aislado al pueblo palestino, continuada por Hosni Muarak, desde 1981 hasta hoy. Estados Unidos respondió a este “gesto” de los sucesores de Gamal Abdel Nasser, creadobr del frente árabe antiimperialista, con una asistencia militar gratuita de más de mil millones de dólares anuales, durante 30 años.

Estados Unidos, previendo el desgaste del gonierno de Mubaak y su intención de dejar en su lugar a su hijo, al producirse la reacción popular, presionó a su títere para que renunciara pero cuidando que el aparato de control del poder con una cúpula corrupta, muy bien remunerada por la Casa Blanca, permaneciese intacto. Este capítulo no está cerrado y el Presidente Obama y el jefe sionista de la CIA, León Panetta, lo saben.

Hay pues en el Medio Oriente un primer nivel de contradicciones que es la resistencia de los pueblos árabes –especialmente el palestino- a la política del imperialiosm, que tiene e.n Israel su cabecera de puente, de controlar los recursos petroleros de la región. En esta resistencia han ganado poder las corrientes religiosas islámicas que tienen su guía en Irán mientras se debilitan las corrientes musulmanas laicas.

Ambas concepciones tienen importantes diferencias políticas y culturales. Para los islamistas, el Estado es un apéndice subordinado a la organización religiosa; para los musulmanes laicos o secularistas –como la Organización de Liberación de Palestina o la Libia de Gaddafi, el Estado es una entidad independiente de la religión con sus respectivos ámbitos o competencias. En estas últimas la sociedad civil tiene derechos que faltan en la primera.

Los movimientos de liberación antiimperialista que estallaron en el mundo musulmán a partir de 1952 con la revolución egipcia, liderada por Nasser, y el intento faallido de Mossadegh en Irán, de expulsar al imperialismo inglés, a siguieron las revoluciones independentistas o nacionalistas de Siria, Túnez Marruecos, Argelia,Iraq, Libia y la OLP, tuvieron esta impronta laica. Sin embargo, estos movimientos se corrompieron en el poder y el pueblo les fue quitando apoyo.Un caso claro fue el de Argelia, la derrota de la OLP a meanos de Hamas y creo que algo de esto es lo que está sucediendo en Libia. El islamismo, con todo su bagaje de cultura medieval, conservado pr la religión, se erigió en la defensa de la nación árabe ante un hedonismo occidental “corrupto y malsano”, constituyéndose en los hechos, en una poderosa trinchera antiimperialista.

El discurso de Gaddafi del 22 de febrer arroja luz sobre esta cuestión, así como las palabras del Presidente de Irán, el día anterior, criticando a Gaddafi. Cuando se esperaba que éste concentrase todo su ataque contra el imperialismo, su anatema
estuvo diriigido, principalmente contra Al Qaeda, Bin Laden y los islamistas. Es obvio que el argumento del gobernante libio es muy débil. El descontento existe; de lo contrario no habría anunciado que hay que mejorar los salarios. A ese descontento se agregan los acontecimientos cercanos, y el atizamiento de los medios imperialistas y curiosamente, islamistas, que persiguen objetivos diferentes y antagónicos.

Fidel ha escrito que, en el Medio Oriente, al imperialismo “el genio se escapó de la botella”. Ojalá! No sea que por recapturarlo arrastre a la humanidad a una conflagración nuclear, idea que tienta permanetemete a los halcones norteamericanos y a los acólitos de Benjamín Netanyahu.

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