miércoles, 28 de septiembre de 2011

UN LLAMADO DE LA HISTORIA AL PUEBLO FRANCÉS

La historia no se detiene ni los pueblos se rinden. El sistema capitalista, dominado por el capital financiero, ha entrado, en su estructura matriz euro-estadounidense, en una crisis de una magnitud sin precedentes y quiere salvarse, como en otras oportunidades coyunturales, aplastando aun más a los pueblos.

Las concepciones de un modo de producción que supere al capitalismo, vuelve a estar en la palestra de una Europa Occidental que creyó en “el fin de la historia”, con la unificación de Alemania, en 1989, y la desintegración del sistema social del Este, en 1991.

El 17 de setiembre, el Partido Comunista Francés, celebró la “Fête de l’Humanité” y su Secretario General, Pierre Laurent, pronunció un importante discurso, llamando a todas las corrientes de izquierda a formar un Frente de Izquierda, con un programa y un candidato a la Presidencia de la República, en las elecciones del año próximo.

“Nos encontramos en un momento crítico…La izquierda debe unirse –como en 1936, para enfrentar la amenaza fascista o en 1940 en la Resistencia y, como aquellos que el 4 de agosto de 1789 votaron la abolición de los privilegios- para acabar hoy con los privilegios de las fuerzas financieras y devolver al pueblo sus derechos. Sin esta unidad, cualquier otro intento será devorado por la crisis. Nuestra posición es simple: combatiremos a todo gobierno que se fije como objetivo la perpetuidad de una nueva aristocracia financiera que hace pagar la crisis a los pueblos y sostendremos a todo gobierno decieieo a terminar con el poder de los mercados financieros y que restablezca las condiciones de una democracia verdadera”.

A estos efectos, según Laurent, el Frente de Izquierda debería adoptar un programa básico de 4 puntos:

1) – Es imperativo el control público del sistema bancario y de las finananzas para orientar el crédito no a la especulación sino a las necesidades de la economía, del desarrollo social y la preservación ecológica. Hay que evitar que la deuda alimente a los especuladores; hay que escapar de la dictadura del dólar y del euro y adoptar una moneda común mundial;

2)- Un nuevo modelo de desarrollo basado en la calificación y la solidaridad social. Debemos terminar con el tabú de los salarios. “Emprenderemos una campaña por el aumento de los salarios y la congelación de los alquileres. Son los trabajadores los que crean la riqueza de Francia y hay que terminar con la desregulación y las privatizaciones, para solaz de los apetitos financieros”. “En el siglo XXI, el futuro pertenece a los bienes públicos no a la jungla del mercqdo como la energía, el agua, los transportes ferroviarios, la salud, la vivienda, la educación, la investigación, la cultura”.

3)- Es necesario reconstruir la democracia. “El quinquenado de Nicolás Sarkozy ha envilecido la República. Convocaremos a una Constituyente para crear la VI República con nuevos derechos, con nuevos poderes a los asalariados en las empresas. Fundaremos la democracia social. Sin ella, la izquierda se hundirá ante el poder del dinero”.

4)- Europa. La crisis hará volar en pedazos a la Unión Europea si nosotros no tenemos el coraje de refundarla. “Los liberales ya se apuran por cambiarla pero solo tienen un objetivo: un federalismo autoritario con desprecio de todas las soberanías y la austeridad a perpetuidad. Debemos enfrentar desde ya este debate con todos los asalariados, los sindicalistas y los indignados de Europa pues mañana será demasiado tarde”.

“La izquierda tiene el deber de indicar un camino. Ella tiene la responsabilidad de movilizar al país. Ésta es la ambición que nos anima junto con los amigos del Frente de Izquierda. Existen fuerzas inmensas donde anida un espíritu de resistencia y de combate, pero a menudo somos una multitud dispersa y desordenada y siendo culturalmente mayoritarios, somos políticamente minoritarios”.

“Nuestra responsabilidad es encontrar el camino de la unidad fundada en la reunión consciente de todos aquellos que saben lo que quieren y que se niegan a resignarse y dejar en la puerta del cuarto secreto del voto lo que piensan en la calle”.

“El orden de la cosa política nos pertenece. Dejemos de dudar”.

“En un Frente de Izquierda no le pedimos a nadie que abandone lo que es, lo que piensa. El Frente de Izquierda es un paso decisivo hacia una unidad más amplia. Nosotros queremos darle un golpe de timón a la historia…El Frente de Izquierda es, ante todo, un canal abierto hacia un conjunto más amplio en el cual puedan encontrarse, en un pie de igualdad, todos los sindicalistas, los intelectuales asociados no por la negación de sus experiencias y de sus puntos de vista, sino por las coincidencias y el intercambio. Un campo común existe para todos aquellos que piensan que no son los pueblos los que deben pagar la crisis, El campo existe y no tenemos más tiempo que perder”.

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