Se trata de una situación creada por la organización
institucional y la realidad política. Seamos claros.
La Constitución de 1966 creó la Oficina de Planeamiento y
Presupuesto y el Banco Central. El titular del primero, tiene rango de
Ministro, asesora al Presidente y realiza la programación económica y
presupuestal del gobierno de acuerdo a las directivas del Jefe de Estado; la
segunda, se encarga de la política monetaria y la administración de las divisas
para las transacciones comerciales y financieras y el pago de las obligaciones
del país. Junto con el Ministerio de Economía y Finanzas, tienen la
responsabilidad de la política económica que traza el Presidente de la
República.
A Planeamiento le corresponde la función de elaborar la
estrategia económica del gobierno, la que aprobada por el Presidente y el
Consejo de Ministros, pasa a ser ejecutada por el MEF y el BC. En los hechos,
este mecanismo nunca funcionó así porque el Presidente nunca tuvo mayoría
parlamentaria propia y tuvo que negociar con sectores de su partido, del cual
era la fracción mayoritaria relativa, pero no absoluta, La misma situación que
tuvieron los gobiernos colorados y blancos, la tiene el del Frente Amplio.
En las elecciones internas, para la determinación del
candidato a la Presidencia, confrontaron José Mujica y el Contador Danilo
Astori, líder de un sector político del Frente que no obtuvo la postulación que
buscaba; venció Mujica pero para
asegurar la victoria de la coalición le ofreció al economista Astori integrar
la fórmula electoral como candidato a la Vicepresidencia. Astori acepto pero
puso sus condiciones cuyos detalles no se conocen salvo lo dicho pr Mujica que
se encagaría de la macroeconomía. En los hechos, Asrori –que como Vice presidente
es el Presidente del Senado y de la Asamblea General, se transformó en un
virtual Primer Ministro sin cartera, que dirige el equipo económico de una
parte fundamental del gobierno, como son el Ministerio de Economía y Finanzas y
el Banco Central.
En la Oficina de Planeamiento y
Presupuesto, Mujica ha designado a un economista de su confianza política pero
su papel es meramente testimoniail. Es evidente que, sobre una serie de
tópicos, Mujica discrepa con Astori pero solo puede dar señales a la opinión
pública y a su grupo porque si adoptara una decisión rompería con Astori y este
lo dejaría en minoría y a merced de la oposición conservadora en ambas cámaras.
Las diferencias, hasta ahora, han
sido superadas pero hay dos como los ncias
que las harán más tensas: la crisis económica mundial que creará dificultades a
las exportaciones uruguayas y el próximo año electoral donde ambos grupos –el
de Mujica y el de Astori- tratarán de dar perfiles propios frente a los
desafíos que se avecinan.
La mayoría de los economistas sostienen que este año y el
próximo, la crisis económico- financiera que afecta a los centros del
capitalismo mundial, especialmente a la Unión Europea, tocará fondo y será
incierta la suerte del euro, por lo menos en la extensión actual de la
eurozona. En consecuencia, los países
con exportaciones a esa zona como los países de Sudamérica, verán contraído su
comercio.
Es natural que estos paises adopten medidas para mantener el
equilibrio comercial, imponiendo trabas a las importaciones e incluso o para
evitar la desocupación y gravar a las
grandes fortunas, alí donde no existen esos impuestos, para mantener el equilibrio
presupuestal sin afectar la inversión social.
En esa dirección se vienen orientando las medidas adoptadas por los
gobiernos de Argentina, Brasil y Venezuela que importan el 30% de las
exportaciones uruguayas.
El modelo que sigue Uruguay desde hace décadas es el de una
economía abierta, anclada en un dólar fuerte para atraer inversiones productivas
y financieras externas, que ha funcionado bien en épocas de bonanza de la economía
mundial y que ha sufrido un fuerte impacto negativo cuando se ha invertido esa
tendencia. Es lo que nos dice la experiencia. Esta vez, aparece como moderadora
de la crisis, la pujante economía de China pero que también ve afectadas sus
exportaciones a´la eurozona y a Estados Unidos, lo que la obliga a reducir sus
compras.
La posición del Vicepresidente
Astori, que es un hombre de confianza de los medios inancieros internacionales,
es tocar lo menos posible el modelo. Por eso se opuso al impuesto a la
concentración de la tierra, exigiendo limitaciones que, así y todo, serían
declaradas inconstitucionales por la Suprema Corte de Justicia (!), cuando hay
información de que se tratan de grandes inversiones especulativas donde la
tierra actúa como refugio de valor y no como medio productivo, frente a un
eventual desplome de los papeles bursátiles.
Las mismas tensiones internas en el gobierno se han vivido
cuando el Presidente Mujica se comprometió con la mandataria argentina a
informar, a solicitud del gobierno de la vecina orilla, sobre el ingreso de
capitales generados en la evasión impositiva cuyos destinos son, preferentemente,
la inversión inmobiliaria en Punta del Este y las sociedades anónimas en la
tierra para la producción de soja, utilizando a Uruguay como inversión por el
tratamiento ventajoso que tienen en nuestro país.
Este período que se inicia, será de prueba y ciertos
indicadores macroeconómicos cono el aumento del déficit fiscal, el déficit de
cuenta corriente y la inflación estarían señalando que no son tiempos buenos
para una economía completamente abierta y complaciente con los movimientos
especulativos de capital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario