Durante una semana, el Partido Comunista Chino reunió su
XVIII Congreso para renovar su dirección y la autoridad gubernamental y
realizar un balance de la marcha del país en estos cinco años así como discutir
la política que seguirá en el futuro.
El evento tiene una gran importancia para la República
Popular de China y para todo el mundo. Para China porque por primera vez su
política económica de “reforma y apertura”, iniciada en 1979, está siendo
puesta a prueba por una crisis económico-financiera global de una magnitud sin
precedentes; para el mundo, porque China es la segunda potencia económica con
un mercado de 1.300 millones de consumidores.
En el período 1979´-2011, la economía creció a una tasa
anual promedio de 8%. Este año, por la crisis existente, será de un 7’5%,
después de haber caído, en julio, el promedio trimestral a un 7’4%.
Las autoridades chinas definen su modelo económico-social de
“Socialismo con peculiaridades chinas”, por la restauración capitalista que han
realizado y el mercado como motor de la actividad productiva.
La teoría de Deng Xiaoping
El viraje histórico ocurrió
en 1978, al aprobar el Congreso las teorías de Deng Xiaoping,
perteneciente a la segunda generación de comunistas chinos.
Ese año, China se encontraba al borde del colapso como
consecuencia del fracaso del “Gran salto adelante”, un plan de Mao Tsé Tung que
intentó convertir al país en una potencia industrial. Este fracaso generó una
crisis de vastas proporciones en el seno del PCCH que Mao pretendió resolver
con una purga masiva de dirigentes opuestos a su política a la que denominó la “Revolución Cultural ”.
Ambos acontecimientos se extendieron por 20 años (1958.1978). Mao murió en 1975
y sus partidarios, encabezados por la última esposa del fundador de la
República Popular, Jiang Qing, fueron
derrotados, En diciembre de 1978,
durante la
Tercera Sesión Plenaria del XI Congreso del Comité Central
del Partido Comunista de China, Deng Xiaoping se hacía con las riendas del
poder.
Deng, reconoció el papel de Mao como el forjador de la
unidad de la nación china y sus aportes al marxismo pero calificó de erróneas
sus teorías económicas.
Sostuvo que la victoria final del socialismo es inevitable y
que constituye la tendencia principal de nuestra época pero su construcción
depende de las características de cada país y del nivel de desarrollo de las
fuerzas productivas en el momento de empezar su construcción. Éste es el
problema central. Tampoco había que aislarse en un mundo globalizado donde los
países más desarrollados estaban a la vanguardia de la revolución científico
técnica que había convertido a la tecnología en una fuerza productiva directa.
El programa para liberar las fuerzas productivas debía ser de reforma,
flexibilizando la planificación centralizada e incorporando el mercado en lo
interior y de apertura al exterior, atrayendo el capital extranjero y
expandiendo el comercio. funcionamiento
del mercado para liberar a las fuerzas productivas. Afirmó que el mercado no
era un principio socialista sino una herramienta de la política económica. Y
para acabar con las teorías económicas maoístas, manifestó que “había que emancipar
la mente” y que “la verdad solo está en los hechos”. Insistió que el Socialismo no es el reparto
igualitario sino la prosperidad para todos y que este objetivo debe cumplirse
en tres etapas: la primera, proporcionar alimentación y ropa a todo el pueblo;
la segunda, alcanzar una sociedad moderadamente acomodada y la tercera, la
prosperidad para todo el pueblo, objetivo que se alcanzaría al celebrarse el
centenario de la Revolución, en 2049.
El principio “Un país, dos sistemas”
Los hechos parecen haberle dado la razón –en el terreno
económico y en la consolidación de la unidad del Estado chino. En 1997y 1999,
fueron recuperadas, respectivamente, las colonias de Hong Kong y Macao y la
doctrina aplicada –“un país, dos sistemas”- ha dejado abierta la puerta para la
recuperación de Taiwán, lo que puede ocurrir, por imperativo de las leyes
económicas, en las próximas décadas, a pesar de constituir una pieza
estratégica del imperialismo norteamericano contra China.
Es indudable el interés teórico de las teorías de Deng
Xiaoping después del derrumbe de la Unión Soviética y del Campo Socialista del este
europeo.
Es útil, para esta reflexión, tomar el “Tableau Economique”
que elaboró Marx y que le sirvió de modelo para explicar la circulación del
capital en un país desarrollado (El médico de Louis XV, François Quesnay, fue
el primero que explicó esta circulación cuando el capitalismo comercial
penetraba en el campo y nacía la primera escuela de economistas, los
fisiócratas): tiene dos ramas productivas; la I) la rama de alimentos y
materias primas; la II) la rama industrial.
Dos políticas diferentes: Rusia Soviética y
China
Rusia, en 1917, era un país agrícola con un 90% de población
campesina y su industria era muy débil y, en consecuencia, su clase trabajadora
industrial. Esta situación provocó la crisis de 1921 y la Nueva Política
Económica , lanzada por Lenin, basada en la creación de un
mercado para los campesinos y el ingreso de capitales extranjeros, para liberar
las fuerzas productivas. A esta política le puso fin Stalin en 1928.
La situación de China, en 1949, después de varias
intervenciones extranjeras y la ocupación japonesa, era peor.
El nuevo gobierno revolucionario comenzó por la revolución
agraria, creando las comunas populares pero no había industrias que pudieran
intercambiar productos y aportar equipos modernos a estas comunes para que
aumentaran su productividad. La cooperación cuando no va acompañada de
productividad que sólo puede aportar la técnica, es seguramente la ruina.
A esto se agregaba lo siguiente: las inversiones debían
proceder de las comunas a través de gravosos impuestos, ya que no había
inversión externa ni la URSS podía proporcionarla (por razones económicas y
políticas).
En nuestra opinión ésta es la causa del fracaso del “Gran
Salto Adelante” de 1958.
Deng dijo en 1978: “Estamos en la ruina; no tenemos ahorro
interno, los campesinos se están comiendo las raíces. Si no restablecemos el
mercado y recurrimos a la inversión extranjera y ponemos en marcha la economía,
el Partido perderá el poder porque un pueblo con hambre no respalda a ningún
gobierno”.
Las 4 modernizaciones
Deng sostuvo que había que iniciar de inmediato la modernización
en 4 áreas: agricultura, industria, defensa y ciencia y tecnología.
Las reformas comenzaron por la tierra. El Estado
suprimió las comunas y entregó las tierras a las familias de campesinos que,
bajo contrato se comprometían a lograr determinados rendimientos y que el
Estado vigilaba estrechamente. Los precios fueron liberados y el mercado se
encargaba de regularlos. La producción aumentó y mejoraron las condiciones de
vida de las familias campesinas.
En el sector de la industria manufacturera, se abrieron las
puertas a la inversión privada china y extranjera. Surgieron diversas formas de
propiedad. Junto a la estatal, la propiedad estatal-privada china,
estatal-extranjera y extranjera. Los productos de estas empresas iban al
mercado y los precios eran regulados por la competencia.
El paso más audaz fue la creación de cinco zonas
territoriales especiales, en 1980 y cuatro años más tarde el gobierno declaró
abiertas al exterior a 14 ciudades costeras. En los años siguientes se fueron
ampliando las zonas a otras regiones, ciudades y ríos interiores. En 1995
fueron creadas cinco zonas libres de derechos aduaneros. En todas estas zonas y
ciudades se radicaron poderosas empresas trasnacionales estadounidenses y
japonesas. Luego fue penetrando el capital europeo.
A este ritmo sostenido de crecimiento de la economía, de un
8% anual, China viene duplicando su Producto Nacional Bruto cada diez años,
sólo comparable a lo que fue el crecimiento económico de la URSS durante sus
dos primeros planes quinquenales.
En 1991, el Estado chino tenía la fuerza suficiente para
administrar la industria pesada como minas, centrales eléctricas, siderúrgicas,
industria química, fabricación de ferrocarriles, puertos, automóviles, aviones
y barcos. En síntesis, el Estado controla indirectamente la producción agraria
y directamente la industria pesada, las comunicaciones y la banca. Su poder es
inmenso. Las metas del crecimiento de estas áreas es fijada por los planes
quinquenales.
El impacto de la crisis global
La estrategia trazada por Deng Xiaping ha sido continuada
por las dos generaciones siguientes: la tercera, encabezada por Jiang Zemin y
la actual, encabezada por el presidente Hu Jintao.
En estos momentos, la crisis global compromete la apertura
de su economía cuando la expansión del consumo interior de bienes intermedios
de alta tecnología solo llega a una tercera parte de su población y la
construcción de las infraestructuras para la “conquista de su oeste”, lleva su
tiempo y requiere grandes inversiones.
Esta encrucijada ha sido el tema principal del XVIII
Congreso del PCCH que acaba de cerrarse.
El presidente del Banco Popular de China (Banco Central), Zhou
Xiaochuan, expresó ante una comisión del Congreso que “esta año la situación económica
está bajo control pero nadie puede pronosticar lo que ocurrirá el próximo año”,
por el estancamiento de Estados Unidos y la profunda “crisis de deuda” de la Zona Euro , principales
receptores de las exportaciones chinas. A ello hay que agregar que un tercio de
las reservas monetarias chinas han sido invertidas en bonos del tesoro de
Estados Unidos y que la política de expansión monetaria, sin controlar el
déficit, afecta los valores de esos activos.
Declaración del Congreso
Al concluir sus sesiones, el Congreso ha emitido una
declaración donde expresa que “ha formulado exigencias básicas para la
conquista de nuevas victorias del socialismo con peculiaridades chinas; ha
determinado las metas de la culminación de la construcción integral de una
sociedad modestamente acomodada y de la profundización en todos los aspectos de
la reforma y la apertura; ha trazado una disposición general sobre la promoción
de la causa del socialismo con peculiaridades chinas en condiciones de la nueva
época; y ha planteado exigencias explícitas en cuanto a la elevación integral
del nivel de la cientificidad en la construcción del Partido. El informe ha
dibujado el grandioso plano de cómo consumar la edificación integral de una
sociedad modestamente acomodada e impulsar con mayor celeridad la modernización
socialista, lo que señala con claridad el rumbo que debemos seguir para
desarrollar en mayor medida la causa del Partido y el Estado, al tiempo que
representa una cristalización de la sabiduría de todo el Partido y el pueblo de
las diversas etnias del país, una declaración política y programa de acción de
nuestro Partido para unir y conducir al pueblo en la conquista de nuevas
victorias del socialismo con peculiaridades chinas, así como un documento
programátic ha formulado exigencias básicas para la conquista de nuevas
victorias del socialismo con peculiaridades chinas; ha determinado las metas de
la culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente
acomodada y de la profundización en todos los aspectos de la reforma y la
apertura; ha trazado una disposición general sobre la promoción de la causa del
socialismo con peculiaridades chinas en condiciones de la nueva época; y ha
planteado exigencias explícitas en cuanto a la elevación integral del nivel de
la cientificidad en la construcción del Partido. El informe ha dibujado el
grandioso plano de cómo consumar la edificación integral de una sociedad
modestamente acomodada e impulsar con mayor celeridad la modernización socialista,
lo que señala con claridad el rumbo que debemos seguir para desarrollar en
mayor medida la causa del Partido y el Estado, al tiempo que representa una
cristalización de la sabiduría de todo el Partido y el pueblo de las diversas
etnias del país, una declaración política y programa de acción de nuestro
Partido para unir y conducir al pueblo en la conquista de nuevas victorias del
socialismo con peculiaridades chinas, así como un documento programático
marxista”.
Más adelante, agrega: “El Congreso sostiene que, de acuerdo
con la realidad del desarrollo económico y social del país, debemos esforzarnos
por cumplir las siguientes nuevas exigencias sobre la base de la meta de la
edificación integral de una sociedad modestamente acomodada
establecida por el XVI y XVII Congresos: desarrollo sostenido y sano de la
economía, ampliación ininterrumpida de la democracia popular, aumento notable
de la cultura, elevación del nivel de vida del pueblo en todos los aspectos y
avances sustanciales en la edificación de una sociedad economizadora de
recursos y amigable con el medio ambiente. Para culminar la edificación integral de una
sociedad modestamente acomodada, debemos, con mayor coraje político y
sabiduría, profundizar sin pérdida de tiempo la reforma en las importantes
áreas, deshacernos resueltamente de todas las ideas, conceptos y lacras de
regímenes y mecanismos que estorben el desarrollo de carácter científico, y
configurar un sistema institucional que sea completo, científico, reglamentado
y de funcionamiento eficaz, para que los sistemas en los diversos dominios se
vuelvan más maduros y estables”.
Un mensaje dirigido a Taiwán
(…) “El Congreso destaca que al ejecutar integral y
acertadamente los principios de "un país con dos sistemas",
"administración de Hong Kong por los honkoneses","administración
de Macao por los macaenses" y alto grado de autonomía, debemos integrar
orgánicamente la adhesión al principio de "un país" con el respeto a
la diferencia entre "dos sistemas", la salvaguardia del Poder central
con la garantía del alto grado de autonomía de las dos Regiones Administrativas
Especiales, y la puesta en juego del papel de la parte continental del país
como poderoso sostén con el aumento de la propia competitividad de Hong Kong y
Macao. Hemos de insistir en la directriz de "reunificación pacífica y un
país con dos sistemas", consolidar y profundizar la base política,
económica, cultural y social del desarrollo pacífico de las relaciones
interribereñas, abrir nuevas perspectivas para este desarrollo, y unirnos con
los compatriotas taiwaneses para preservar y construir bien el hogar común de
la nación china, a fin de crear condiciones más plenas para la reunificación
pacífica”.
El Congreso ratificó la política de paz, basada en los 5
principios de la coexistencia pacífica, y la cooperación económica con todos
los países del mundo, basada en el beneficio mutuo.
Uno de los desafíos: la
corrupción
Una preocupación fundamental fue la corrupción en el Partido.
La declaración dice al respecto: “El Congreso destaca que combatir la
corrupción y fomentar la política limpia constituye una posición política
inequívoca que ha venido manteniendo el Partido, así como una cuestión política
de capital importancia por la que se interesa el pueblo. Hemos de ocuparnos con
perseverancia de la lucha contra la corrupción y por el fomento de la
moralización administrativa, y permanecer siempre en estado de alerta contra la
corrupción y la
degeneración. Tenemos que insistir en llevar a cabo dicha
lucha por el camino con peculiaridades chinas; persistir en la directriz de
tratarla tanto paliativamente como de raíz, rectificar este fenómeno de modo
integral y simultanear el castigo y la prevención con el acento puesto en esta
última; e impulsar en todos los sentidos la implementación del sistema de
sanción y prevención de la corrupción, con vistas a lograr que se mantengan
íntegros los cuadros, honestos los gobiernos y limpia la política”.
El Partido es el conductor indiscutible
El documento destaca, finalmente, el papel rector del
Partido en la construcción de la nueva sociedad “modestamente acomodada”: “El
Congreso subraya que la centralización y unidad del Partido
supone la base donde descansa su fuerza, así como la garantía fundamental para
realizar el desarrollo económico y social, la cohesión y el progreso étnicos, y
la paz y el orden duraderos del país. Cuanto más compleja sea la situación con
que se enfrenta el Partido y más ardua la tarea que tiene sobre sí, tanto más
necesitamos reforzar el fomento de su disciplina y salvaguardar su
centralización y unidad, para formar así una potente fuerza que impulse a todo
el Partido, de arriba abajo, a avanzar al mismo paso y con espíritu emprendedor”.
“El Congreso recalca que, frente a la confianza y el
importante cometido del pueblo y a las nuevas condiciones y pruebas históricas,
el Partido entero debe incrementar la concienciación sobre las adversidades
eventuales, conducirse con modestia y prudencia y guardarse de la arrogancia y
la precipitación, para mantener la mente constantemente lúcida; acrecentar la
mentalidad innovadora, atenerse a la verdad y corregir los errores, para
mantener siempre pujante el ánimo; reforzar la concienciación sobre su
propósito fundamental, confiar y apoyarse en las masas populares, situándolas
siempre en el lugar más importante de su corazón; e intensificar la
concienciación sobre la misión, adoptar una actitud realista y pragmática, y
fomentar el estilo de vida sencilla y lucha ardua, para preservar en todo
momento la cualidad política propia de los comunistas”
Las nuevas autoridades
En cumplimiento del Estatuto, en su última sesión, el 14 de
noviembre, el Congreso designó el nuevo Comité Central todos ellos vinculados a
la línea política desarrollada por Hu Jintao y su gobierno.
Hu Jintao fue designado Secretario General, por el Comité
Central elegido por el XVII Confreso del PCCH, el 14 de noviembre de 2002. El mismo
organismo designó el día 15, para sustituirlo a Xi Jinping, actualmente
vicepresidente de la República, de 59 años de edad e Ingeniero Químico de
profesión universitaria. Hu se alejará de la Presidencia de la República en
marzo y la Asamblea Popular
Nacional designará como nuevo titular a Jinping por un período de diez años, quien también
presidirá el Comité Militar.
Otros miembros del Comité Permanente del Buró Político del
XVIII Comité Central del PCCh recién elegido son Li Keqiang, Zhang Dejiang, Yu
Zhengsheng, Liu Yunshan, Wang Qishan, y Zhang Gaoli.
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