El modelo económico bolivariano
Hugo Chávez
Frías, un Tdneinte Coronel del Cuerpo de Paracaidistas de Venezuela, intentó
con otros compañeros, el derrocamiento, en 1982, del Presidente Carlos Andrés
Pérez, responsable del “Caracazo”. El golpe fracasó, Chávez asumió públicamente
su responsabilidad y fue condenado por un Tribunal Militar. El Presidente
Rafael Caldera, del Partido COPEI, que sucedió a Pérez, lo indultó y Chávez se
dedicó a organizar el Movimiento Quinta República que triunfó en las elecciones
gen4rales de noviembre de 1998. Asumió el 24 de febrero d 1999 y convocó de
inmediato a una Constitucyente que sancionó la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela que fue ratificada en un plebiscito por el 80% de los
votos emitidos.
Las
constituciones liberales, desde la estadounidense de 1787, establecen una
cartelera de derechos civiles y políticos y luego la organización de los
Poderes del Estado.
La originalidad
de la nueva Constitución de Venezuela es que introduce un “modelo económico”
que es la contracara del modelo aprobado por el “Consenso de Washington” para
todo el mundo.
Se trata de
un sistema mixto de “Estado y mercado” donde el peso mayor lo tiene el primero,
al nacionalizar y explotar directamente los recursos del suelo y del subsuelo y
los servicios estratégicos. La finalidad es poner la economía al servicio de
los sectores más vulnerables de la población, potenciando el trabajo, la
educación, la vivienda y la salud. La Constitución expresó, además, que “el
latifundio es contrario al interés social” así como la concentración monopólica
de la producción y los servicis privados.
El modelo
liberal, desde Adam Smith (“De la riqueza de las naciones…”, 1776), en cambio,
apuesta a la libertad total de los mercados y un Estado pequeño, encargado de
la seguridad interior y exterior, y de dictar Justicia.
En la época
del imperialismo, que dispone de un excedente de capital, de una potente
industria y una tecnología avanzada, los países menos desarrollados por ingreso
tardío al sistema, solo pueden ser proveedores de materias primas y alimentos.
La diferencia entre el valor del producto industrial con tecnologíqas de
vanguardia y el valor de las materias primas y alimentos, origina una brecha
desfavorable para los países industrialmente menos desarrollados que se cubre
con endeudamiento externo. Después de 1955, las rentas generadas por las deudas
han sido uno de los principales rubros de enriquecimiento de las países
capitalistas desarrollados y, al mismo tiempo, de empobrecimiento de los menos
desarrollados.
En
consecuencia, el “modelo venezolano” plasmado en la Constitución (para
modificarlo se necesita un plebiscito), procura romper este círculo vicioso;
objetivamente es antiimperialista y si fuera tomado por otros países de nuestro
continente le quitaría a éste su carácter de “reserva estratégica” (“patio
trasero”), de Estados Unidos.
Por esta
razón, la oligarquía venezolana y el imperialismo se aliaron para derrocar a
Chávez que fue desplazado y encarcelado por un Golpe de Estado Militar, el 11
de abril de 2002. El Presidente de la Fedecámaras, Pedro Francisco Carmona,
asumió la Presidencia y su primer decreto fue la derogación de la Constitución.
Este decreto dividió a los militares golpistas, a quienes Carmona había
prometido conservar la Constitución, situación que fue aprovechada por la
oficialidad joven, partidaria de Chávez. Al mismo tiempo una multitud receptora
del nuevo modelo económico-social, se concentró ante el Palacio Mirafloes
exigiendo la liberación del Presidente constitucional. Al cabo de 48 horas,
Chávez fue liberado y reasumió la jefatura del Estado. Carmona se exilió en
Colombia y fueron relevados los principales mandos de las Fuerzas Armadas,
iniciando una profunda depuración que transformó la organización militar.
En diciembre
del mismo año, la cúpula gerencial de PDVSA, que no había sido removida,
organizó un paro petrolero que se extendió hasta febrero de 2003 y que fue
quebrado por la ayuda de Brasil.
El
funcionamiento de la economía era jaqueada por la fuga permanente de capitales
y el acaparamiento de alimentos por los grandes almacenes, con la finalidad de
provocar una reacción popular que nunca ocurrió.
La oposición
perdió repetidamente elecciones y plebiscitos revocatorios, supervisados por
observadores internacionales, denunciando fraudes y resolviendo boicotear las
elecciones con el objeto de desligiimar al gobierno. Finalmente, tuvo que
abandonar este recurso.
Todo este
clima era distorsionado por la prensa escrita y audiovisual y las cadenas de
información como la CNN, la BBC y la TV española. El golpe militar del 11 de
abril fue apoyado por Estados Unidos y el primer ministro español, José María
Aznar.
La recuperación de Argentina
El ejemplo
de Chávez no fue en vano. El 1º de enero de 2003, asumió la Presidencia de
Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y el 25 de mayo, del mismo año, Néstor
Kichner en Argentina.
La política
económica de estos dos países, con una importante estructura industrial, pero
con un gran endeudamiento y desindustrialización, por las políticas seguidas en
la década anterior por Fernando Henrique Cardoso (Plan Real) y Carlos Saúl
Menem (Ley de Convertivbilidad fija 1 dólar x 1 peso), era reducir la deuda,
fortalecer el mercado interno, elevando los salarios y programas sociales
espèciales para los sectores más vulnerables. Era un enfoque neokeynesiano que
no apuntaba, como punto de partida, a la inversión, sino a la creación de
demanda.
Kichber, en su
discurso de asunción, señaló la dirección principal del cambio al que convocaba
a todos los argentinos: “reconstruir un
capitalismo nacional que permita reinstalar la movilidad social ascendente. (…)
Hacer nacer una Argentina con progreso social, donde los hijos puedan aspirar a
vivir mejor que sus padres, sobre la base de su esfuerzo, capacidad y trabajo”.
“El objetivo básico de la política económica será –decía- el de asegurar un
crecimiento estable, que permita una expansión de la actividad y del empleo
constante… (…), una mayor distribución del ingreso, que fortalezca nuestra
clase media y que saque de la pobreza extrema a todos los compatriotas”. Y destacaba:
“No se puede recurrir al ajuste ni incrementar el endeudamiento. No se puede
volver a pagar deuda a costa del hambre y la exclusión de los argentinos…”.
En
setiembre, Kichner pronunció un discurso en la Asamblea General de las Naciones
Unidas donde dijo: “El mundo transita tiempos de cambio en el marco de una
globalización que crea oportunidades y riesgos sin precedentes”.
“El más
grande riesgo es el ensanchamiento de la brecha existente entre ricos y pobres.
Países centrales y países periféricos no son escalas de un ejercicio
intelectual. Tampoco una cuestión de ideologías. Muy por el contrario, reflejan
una realidad lacerante en términos de pobreza y exclusión social sin
precedentes. Nuestra prioridad debe ser lograr que la globalización opere para
todos y no para unos pocos”.
“Existe una
aplastante y gigantesca deuda, tanto con organismos multilaterales de crédito
como con acreedores privados”.
“Nos hacemos
cargo como país de haber adoptado políticas ajenas para llegar a tal punto de
endeudamiento. Pero reclamamos que aquellos organismos internacionales que -al
imponer esas políticas- contribuyeron, alentaron y favorecieron el crecimiento
de esa deuda, también asuman su cuota de responsabilidad. Resulta casi una
obviedad señalar que cuando una deuda adquiere tal magnitud, la responsabilidad
no es sólo del deudor sino también del acreedor.
“Es
necesario entonces que se asuma el hecho cierto, verificable y, en cierta
medida, de sentido común, de la terrible dificultad que ofrece el pago de esa
deuda. Sin una concreta ayuda internacional que se encamine a permitir la
reconstitución de la solvencia económica de los países endeudados y con ello su
capacidad de pago. Sin medidas que promuevan su crecimiento y desarrollo
sustentable, favoreciendo concretamente su acceso a los mercados y el
crecimiento de sus exportaciones, el pago de la deuda se torna una verdadera
quimera”.
“En el
desarrollo de exportaciones con valor agregado a los recursos naturales que la
mayoría de los países endeudados poseen, puede solventarse los primeros tramos
del desarrollo sustentable, sin el cual sus acreedores deberán asumir sus
quebrantos sin otra opción realista. Nunca se supo de nadie que pudiera
cobrar deuda alguna a los que están muertos” (Subrayado de este redactor).
El llamado
del presidente argentino no tuvo eco favorable en los organismos multilaterales
de crédito.
Reducir la
deuda externa y potenciar las exportaciones y el mercado interno, son las
líneas generales de los gobiernos de Venezuela, Brasil y Argentina, en la
década del 2000. Comenzó así un proceso de recuperación, estimulado por la
demanda de materias primas de China y las bajas tasas de interés de la Reserva
Federal. Se agregó a ello el tipo de cambio administrado y flexible que
permitió la aplicación de políticas sociales que redujeron la pobreza y
mejoraron las transacciones en el mercado interno.
Programa del gobierno de Tabaré Vázquez
El 1º de
marzo de 2005, asumió la Presidencia de la República de Uruguay, el Dr. Tabaré
Vázquez, líder del Frente Amplio.
En su
discurso de apertura, señaló: “El gobierno que hoy asume funciones tiene señas
de identidad bien definidas y por cierto que su accionar será coherente con los
valores, los principios y las propuestas que lo inspiran pues, entre otras
razones, tal es la voluntad ciudadana expresada el pasado 31 de octubre”.
“Pero,
asimismo, este gobierno será el gobierno de todos los uruguayos”. “De todas las
uruguayas y de todos los uruguayos por encima de raza, edad, lugar de
residencia, identificación ideológica, credo religioso, filiación política o
condición social”.
“En tal
sentido, permítanme reiterar en esta oportunidad la especial trascendencia que
adjudico a los acuerdos en materia económica, exterior y educativa entre el
nuevo gobierno que hoy se inicia y los partidos políticos oficializados el
pasado 16 de febrero en este edificio sede del Parlamento Nacional”. (…).
“No ignoro
el contexto mundial, regional y nacional en el que asumo la responsabilidad de
gobierno que la ciudadanía uruguaya me ha confiado”. (…).
“Sin
embargo, por esta misma razón considero necesario que en una línea de
continuidad con la declaración de fidelidad constitucional ya realizada,
reitere mi compromiso de trabajo”.
“Mi compromiso
de trabajar al extremo máximo de mis aptitudes, potestades y posibilidades en
la construcción de un proyecto nacional de desarrollo productivo y
sustentable”.
“Mi
compromiso de trabajar incansablemente por el Uruguay Social, Productivo,
Innovador, Democrático y Regionalmente Integrado que, como las caras de un
poliedro, conforman una única estrategia de país para todos los uruguayos”.
(…).
“Y en
estrecha relación con lo anterior, mi compromiso de promover políticas
educativas, científicas y tecnológicas que preparen a nuestros hombres y
mujeres, y en especial a los más jóvenes, para ese trabajo decente que es, al
fin y al cabo, la mejor política social y la mejor política económica que puede
tener un país”.
Como puede
observarse, no habló de ruptura con las políticas económicas de las dos décadas
anteriores pero llamó a “trabajar todos juntos, sin distinción de partidos o
ideologías”, por un futuro mejor.
Vázquez
realizó, en la segunda mitad del año 2004, dos viajes a Estados Unidos y sendas
entrevistas con el Directorio del Fondo Monetario Internacional. En la segunda,
lo acompañó el Senador Contador Danilo Astori y a la salida del encuentro
expresó que si resultaba electo en octubre, Astori sería su Ministro de
Economía y Finanzas.
En febrero
del 2005, la deuda externa de Uruguay ascendía al 112% del PIB y Uruguay se
comprometió a “honrar” sus compromisos financieros.
El 8 de
junio de 2005 el FMI le otorgó a Uruguay un préstamo de 1.113 millones de
dólares, para estabilizar su balanza de pagos y el movimiento comercial. El
alza de los precios de los alimentos en el mercado externo permitían un aumento
de las reservas monetarias que junto a un control del gasto, creaban
condiciones apropiadas para atraer a la inversión extranjera.
Como
contrapartida al préstamo concedido, el gobierno se comprometió alcanzar los
siguientes objetivos en los 4 años siguientes::
1) Crecimiento de un 4% del Producto
Bruto Interno (PIB) sobre la base de dos grandes proyectos de inversión; 2) Reducción
de la inflación a razón de 1% anual hasta alcanzar el nivel de 3,5% en el 2008;
3) Crecimeinto de las exportaciones un 9% anual; 4) Aumento de 1.500 millones
de dólares de las Reservas Internacionales Netas; 5) Superávit fiscal primario,
en el mediano plazo, de un 4% del PIB; 6) Periódico ajuste de las tarifas
públicas
7) Reducción de la
deuda externa a un 60% del PIB en el 2008 y a un 50% en el 2012; 8) Firme control del gasto;
9) Reforma tributaria; 10) Reforma de
las Cajas de Jubilaciones especiales (Policial, Fuerzas Armadas y Bancaria) 11)
La base monetaria (dinero en poder del público, cuentas corrientes t cajas de
ahorro) será compatible con el Tipo de cambio flexible y los objetivos
inflacionarios; 12) Fortalecer la autonomía del Banco Central, para asegurar el
cumplimiento de la política monetaria; 13) Continuación de la reforma del
sistema bancario consolidando el sector privado para que sea un factor del
crecimiento; fortalecimiento rápido del Nuevo Banco Comercial; 14) prioritaria
la reforma de los bancos públicos BROU y BHU; 14) Fomento del mercado de
capitales abriendo al sector privado áreas que estaban reservadas al Estado; 15)
Protección a la propiedad y a los derechos de los acreedores.
“Un objetivo
fundamental del programa –dice la Declaración del FMI.- es el gradual acceso
del Uruguay a los mercados internacionales de capital, necesarios para las
perspectivas de crecimiento a largo plazo del país así como la prevista salida
del apoyo financiero del FMI. (“A key program goal is to gradually
re-establish Uruguay's access to international capital markets, instrumental to
the country's longer-term growth prospects as well as the envisaged exit from
IMF financial support”). (Fuente:
FMI Press Release No. 05/136 - June 8, 2005).
La
negociación con el FMI había comenzado en abril. A esos efectos viajaron a
Washington, el Ministro de Economía, Danilo Astori, el Presidente del Banco
Central, Wálter Cancela y el responsable de Macroeconomía del MEF, Fernando
Lorenzo. Por el organismo internacional, intervino el jefe de misión del
organismo Andrew Wolfe.
Em el 2005,
el Parlamento aprobó tres documentos: Ley de Inversiones, la Rendición de
Cuentas Especial de la crisis del 2002 y el Presupuesto Quinquenal 2005-2009.
Por otra parte, en la Conferencia de Mar del Plata, realizada en diciembre, los
Presidentes de Latinoamérica, con excepción de México, rechazaron la Alianza de
Libre Comercio de las Américas (ALCA), propuesta por el Presidente de Estados
Unidos, George W. Bush Jr.
El 16 de
julio, el Ministro Astori habló en la Cámara de Comercio Uruguayo Británica,
donde expresó su preocupación por la demora en aprobar el Tratado de
Inversiones con Estados Unidos que fue enviado al Poder Legislativo por el
entonces Presidente Jorge Batlle un mes antes de transmitir el cargo a Vázquez.
“Estos
tratados –dijo- son los que proporcionan el marco adecuado para recibir
inversiones, crédito y confianza “ y alertó sobre la conveniencia de que no se
alteren los pasos y plazos de la recuperación económica del país.
Un capítulo
importante de su discurso fue la enumeración de las “reformas estructurales”
que el gobierno debe implementar, comenzando por la reforma de sistema
financiero donde resaltó cambios en la estructura e independencia del Banco
Central, reformas en los restantes bancos estatales poniendo especial énfasis
en el Banco Hipotecario y en la venta del Nuevo Banco Comercial, reiterando que
existen dos "interesados firmes".
Nuevamente
hizo hincapié en la necesidad de desdolarizar la economía y aludió a la reforma
tributaria confirmando que a principios de 2006 será puesta a consideración del
Parlamento.
Otra de las
reformas ratificadas refiere al sistema previsional priorizando las reformas de
las caja Policial, Militar y Bancaria.
En relación
a la reforma del Estado, el jerarca destacó el esfuerzo que se realiza a fin de
lograr que las empresas públicas, a la brevedad, puedan estar en condiciones de
competir y en relación a ello señaló que lo indicado parece ser el camino de
las asociaciones. Se hace necesaria la "preparación de nuestras empresas
públicas para la competencia. Competencia inexorable para todas ellas, por
diferentes razones. Pero desde ya tienen que irse preparando y el gobierno
tiene que asumir la responsabilidad de ayudar en este proceso de preparación
que entre otras cosas supone buscar permanentemente, formas de
asociación", afirmó.
Nuevamente
hizo hincapié en la necesidad de desdolarizar la economía y aludió a la reforma
tributaria confirmando que a principios de 2006 será puesta a consideración del
Parlamento.
Otra de las
reformas ratificadas refiere al sistema previsional priorizando las reformas de
las caja Policial, Militar y Bancaria (Fuente: “La República”, 17 de julio de
2005).
El 30 de junio, comenzó la Cámara de Senadores
a considerar la Rendición de Cuentas y Balance Presupuestal del año 2004, del
gobierno del Dr. Jorge Batlle. La peculiaridad de esta Rendición es que
introdujo un “Egreso Extraordinario” que se refiere a la pérdida por el “auxilio”
(de Jorge Batlle) a los bancos durante la crisis del 2002: 835 millones de
dólares.
Esta
Rendición de Cuentas fue aprobada, el 16 de agosto de 2005, con el voto
afirmativo de los Diputados del Frente Amplio y del Partido Colorado. Votaron
en contra el Partido Nacional y el Partido Independiente.
Mientras
transcurría el debate de esta Rendición, el gobierno preparaba el Proyecto de
Ley Presupuestal Quinquenal para el período 2006-2009.
El “Análisis
de Coyuntura”, 2004-2005, del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias
Económicas, estimaba las siguientes perspectivas para el 2005: Crecimiento del
PIB Mundial, 4,3%; PIB del Brasil: 3,7%; PIB de Argentina: 7 %. El mercado externo
ofrecería precios en alza para los productos agropecuarios.
No obstante,
indicaba como perspectivas negativas: Crecimiento de las tasas de interés de la
Reserva Federal: 3% en mayo y, en los trimestres siguientes pasaría a un 4% y,
en el largo plazo a un 5% y un 5,25% (Desde el 2001 se mantenían a un 1.5%).
Además, se mantendrán elevados los precios del petróleo que, en abril
alcanzaron niveles record.
La deuda
externa del Estado era de 15 mil millones de dólares y la deuda privada de 2000
millones de dólares. Las deudas incobrables del Banco República ascendían al 31
de diciembre de 2004 a 81 millones de dólares y la deuda del Estado con
proveedores cifraba 100 millones de dólares.
Em este
contexto debía elaborarse el Presupuesto Quinquenal. El 2 de agsoto, el Director de la Oficina de Planeamiento
y Presupuesto y Presidente de la Comisión de Programa del FA, Economista Carlos
Viera, expresó, en conferencia de prensa, cuáles eran los criterios con los que
se estaba trabajando. Destacó al acuerdo que se llegó con el Congreso de
Intendentes, resaltando que se le va a entregar el 3,33% que es una cifra muy
superior a la que daban los gobiernos anteriores; señaló la mejor distribución
del gasto la que se centrará en Enseñanza, Salud y Vivienda.
Sobre la
Vivienda Viera dijo, especialmente, que se va a verter lo que hasta ahora no se
ejecutaba, del impuesto a los jubilados y a los trabajadores que va al Fondo
Nacional de Vivienda. Ahora va a ir directamente a obras del Ministerio de
Vivienda. Puso énfasis en los esfuerzos que se realizarán para mejorar las
jubilaciones menores de los 4 mil pesos. Los trabajadores y jubilados aportan,
mensualmente, el 1% del IVA. Estas primeras pautas de redistribución "se
van a mejorar" al finalizar los dos primeros años, a través de las
Rendiciones de Cuentas. (Fuente: “La
República”).
Ek día
siguiente, se reunió en Pando el Consejo de Ministros y, en esta oportunidad,
el Ministro de Economía, Contador Danilo Astori, se refirió a las
características que tendrá el Presupuesto:
"Vamos
a trabajar desde la ley de presupuesto para mejorar gestión pública, lo que
significa cuatro grandes cambios del pasado". Esos cambios serán: Utilizar la Rendición de
Cuentas como oportunidades anuales para corregir errores, abatir poco a poco y
en la medida de las posibilidades del sector público la deuda flotante del
estado con los proveedores, mejor asignación de recursos humanos y revisión de
condiciones -"No podemos tener reparticiones públicas en donde sobren
funcionarios y no tenerlos en donde faltan" dijo-, premiar el ahorro y no
el malgasto y mayor transparencia en el gasto del dinero público”.
El titular
de Economía señaló que el "país tiene graves problemas de empleo:
cuantitativo y cualitativo y esa es la principal polea de transmisión de
pobreza, desigualdad y exclusión".
"Lo
primero que necesita el país, es atacar la cantidad y la calidad del empleo.
Esto se logra de una sola manera: la inversión productiva, capaz de producir el
trabajo que cualitativa y cuantitativamente estamos necesitando" agregó.
"La
izquierda hace un gobierno distinto a gobiernos anteriores. Tenemos presupuesto
distinto", señaló Danilo Astori, quién se encargó de marcar las
diferencias que según su opinión, habrá entre esta administración y las demás:
1) - Enfoque
global.
2) - Plan de
Emergencia, para el cual estamos asignando 200 millones de dólares.
3) -
Contiene recuperación real de salarios y pasividades.
4) -
Prioridades a salud, seguridad social, educación y las infraestructuras.
5) -
Importancia a inversión pública.
6) -
Importancia a disminución de endeudamiento del país.
" Y
todo esto, sin ajuste fiscal", expresó el Secretario de Estado, quién
reitero que este último punto, en los gobiernos anteriores es una historia
repetida durante varias décadas.
Astori
finalizó su discurso reiterando que se va a "evitar la “trilogía letal”: el
atraso cambiario, déficit fiscal y deuda para financiar el déficit (Fuente: “La
República”).
En la última
semana de agosto de 2005 y a pocos días de expirar el plazo para elevar el
Proyecto de Presupuesto al Poder Legislativo, estalló en el seno del gobierno
una grave crisis política en la que el Ministro Astori amenazó con renunciar. La
controversia se centró en torno a los fondos para la enseñanza, rubro al cual
el presidente Tabaré Vázquez quería asignarle el 4,5% del PBI al final del
quinquenio. Desde el Ministerio de Economía, se había especificado que, de
acuerdo a los cálculos realizados por la cartera y teniendo en cuenta las
restricciones fiscales, sólo se podía asegurar previamente que se llegaría al
3,5% del PBI.
En la
reunión del Consejo de Ministros del lunes 29 de agosto, el Presidente Vázquez
le solicitó al titular de Economía que “Revisara los cálculos” para alcanzar la
meta del 4.5%. Astori le contestó que lo haría pero junto con esta revisión iba
su renuncia. Esta respuesta provocó conmoción en el gobierno y ganó estado
público. Intervinieron varios ministros y el Secretario de la Presidencia,
Gonzalo Fernández, para tratar de disuadir al Secretario de Estado y finalmente,
el 31, tras arduas negociaciones, se llegó a esta fórmula, expresada por el
Ministro de Educación y Cultura, Jorge Brovetto: “El objetivo del 4.5% estará
atado a la evolución de la economía y los ingresos del Estado”. Poco antes de la medianoche del 31 de agosto,
el Proyecto fue remitido al Parlamento “con números que no comprometían los
acuerdos alcanzados con el Fondo Monetario Internacional” (Fuente: “Radio “El
Espectador”).
Esta emisora,
al comentar la crisis el 1º de setiembre, la juzgó en la forma siguiente; “Estoy más seguro que nunca en seguir al
frente del Ministerio” dijo anoche el titular de Economía, Danilo Astori,
poniéndole punto final a la mayor crisis política que ha sufrido hasta ahora el
gobierno de Tabaré Vázquez”.
La política
económica del Ministro de Economía tenía otros opositores, dentro del Frente
Amplio, como los economistas Alberto Couriel y José Manuel Quijano.
En una
entrevista que le realizó la periodista Sonia Breccia, el 25 de julio. en su
programa radial “Primera voz” en AM 1410 LIBRE, expresó entre otros conceptos,
acerca del trámite secreto de elaboración del Presupuesto:
“Los
legisladores del Frente Amplio hemos solicitado una reunión con el equipo
económico para ir definiendo ya los números, porque no hemos visto los números
del Presupuesto. Lo que se pretende saber con este encuentro es cómo va a ser
el nivel de inversión pública, el nivel del gasto total y del gasto social·.
"Esto
no está todavía arriba de la mesa y estamos esperando tener una conversación con
el equipo económico. Estoy partiendo de la base de que tenemos un acuerdo con
el FMI que me está exigiendo un superávit primario de 3,5%, casi 4% del PBI,
como una cosa permanente durante todo el período, un superávit primario que el
Uruguay nunca alcanzó en su historia. Entonces la exigencia del Fondo Monetario
es extraordinariamente elevada, el acuerdo que se hizo es elevado y esto limita
por un lado el nivel de la inversión pública, y el nivel del gasto social”.
José Manuel
Quijano, a su vez, entrevistado el 19 de octubre por Eduardo Blasina en su
programa radial “Tiempo de Cambio” sostuvo que con el presupuesto presentado
por el gobierno " yo creo que tendríamos dificultades para que las
exportaciones crecieran en el mediano plazo, ya que mi percepción es que las
exportaciones se mueven muy inducidas por la demanda externa. Vamos a suponer,
cuando los países vecinos se mueven dinámicamente, o sea, están creciendo, el
país tiene condiciones de venta y vende. Cuando el mundo está creciendo, como en
este momento lo está haciendo la economía internacional, las ventas se hacen
posibles. Y el tipo de cambio es un elemento que, si persiste en esta política
de rezago, termina afectándolas, termina haciendo más difícil el proceso
exportador".
Varias
consultoras opinaron que el “peso estaba sobrevaluado”, afirmación que,
reiteradamente, fue rechazada por el Ministro de Economía.
Si bien en
la “Cumbre de las Américas”, realizada los días 4 y 5 de noviembre, en la
ciudad de Mar del Plata, el Presidente Tabaré Vázquez votó contra el ALCA, cuya
“defunción” subrayó el Presidente de la República Bolivariama de Venezuela,
Hugo Chávez, el gobierno uruguayo intentó luego firmar un Tratado Bilateral de
Libre Comercio con Estados Unidos, defendido por el Presidente y el Ministro
Astori pero al que se opuso la mayoría del Frente Amplio encabezada por el
Ministro de Relaciones Exteriores, Reinaldo Gargano. Finalmente,el Tratado no
se concretó. Para la mayoría del Frente Amplio era notorio que tanto el ALCA
como los tratados bilaterales de libre comercio, obedecían a una estrategia de
Estados Unidos de quebrar el proceso de integración latinoamericana que
lideraban Venezuela, Brasil y Argentina. Y este punto constituía la esencia del
programa del Frente Amplio en materia de política esterior y, en particular de
sus sectores de izquierda, desde la década de los 60’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario