por Ruiz Pereyra Faget
La oposición política al gobierno del Frente Amplio, y las propias autoridades de la coalición, hablan de una crisis en este grupo político y, como prueba de ello y a pesar de los argumentos esgrimidos, el Presidente Mujica acaba de relevar a
Las dificultades, no son recientes ni de este gobierno. Surgieron en el que presidió Tabaré Vázquez (2005-2010), y solo pueden ser explicadas, en mi opinión, mediante el examen de los problemas derivados de la realidad objetiva y la posición de las clases sociales frente a ellos. No hay que descartar, tampoco, antiguas diferencias entre los tupamaros y el PCU.
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El FA asumió el gobierno en el 2005, superando las exigencias de un balotaje que impusieron en una reforma constitucional los dos partidos tradicionales y un sector del Frente que seguía la línea política del general Líber Seregni (y del economista Danilo Astori), que cambió la estrategia fundacional, de 1971, de la nueva fuerza política.
La concepción estratégica originaria del Frente era antioligárquica y antiimperialista. Sus puntos fundamentales eran la reforma agraria, la nacionalización de la banca y del comercio exterior y una política externa independiente, basada en la paz, el no alineamiento y el respeto a la autodeterminación de los pueblos.
La desintegración del Campo Socialista Europeo y, en particular, de
El Dr. Vazquez tuvo que enfrentar una deuda externa cuyo volumen era del 110% del PIB. Esta deuda fue el producto del vaciamiento de bancos tolerado por el gobierno anterior integtrdo por colorados y blancos. El entonces Presidente Jorge Batlle (2000-2005) obtuvo la asistencia de su amigo, el Presidente George Bush, de 1500 millones de dólares para evitar la quiebra del Banco República (principal banco estatal; ya había quebrado otro banco estatal, el Hipotecario, y cuatro bancos privados) pero sometiéndose a las duras exigencias del Fondo Monetario Internacional. El FA renunció al juicio político que estaba preparando contra el señor Batlle, decidiendo cooperar con el gobierno “para salvar las instituciones”. El Ministro de Economía colorado (2002-2905), Alejandro Atchugarry, y el senador Danilo Astori, del FA, fueron los articuladores de esta política dictada por el “Consenso de Washington” y de la que el FMI es su síndico. Los tres partidos –Partido Colorado, Partido Nacional (Blanco) y el Frente Amplio con representación parlamentaria apoyaron esta orientación. Vázqiez designó Ministro de Economía a D. Astori, antes de las elecciones del 2004, después de una reunión con el Directorio del FMI en Washington, comprometiéndose a seguir la misma política económica del gobierno de Batlle. El Presidente Vázquez dio un paso más de acercamiento a Washington, al defender un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que no prosperó porque dividió a su gobierno(El Ministro de RR.EE., Gargano, Secretario del P. Socialista se opuso con tenacidad) y al Frente Amplio.
A mediados del 2004, Mujica y Astori dirimieron fuerzas en las elecciones internas de la coalición, para la selección de un candidato en representación del FA a las presidenciales de octubre de ese año. Mujica, que contó con el apoyo del Partido Comunista y la oposición del grupo de Astori y del Partido Socialista, venció pero tuvo que pactar con Astori, pàra que éste accedira a integrarla fórmula electoral como Vicepresidente, que alcanzaría luego
El resultado de este pacto fue la entrega (por Mujica) al Vicepresidente de la conducción de la economía así como tres ministerios – Economía, Obras Públicas y Ganadería y Agricultura y la presidencia de los Bancos Central y República. Por primera vez en la historia del Uruguay, un Vicepresidente se desempeña, virtualmente, como Primer Ministro (pero sin responsabilidad política ante el Parlamento ya que es Presidente de
El Presidente Mujica, que asumió en marzo del 2010, puso énfasis de inmediato, en la política exterior del país, rectificando la línea pro norteamericana de su antecesor y enfilando hacia la integración latinoamericana, una cuestión de principios para el Frente Amplio. El primer paso fue normalizar las relaciones con Argentina.
El otro problema que debió enfrentar fue el energético, para un país que estaba creciendo en forma sostenida, y con un pujante consumo, así como la eventualidad de la instalación de poderosas plantas industriales (celulosa y minería), situación en la que el gobierno ha manejado distintas opciones pero sin que exista una clara concreción. También es preocupación del mandatario, el estado de la infraestructura vial, y la insuficiencia de puertos para la salida de las exportaciones de las nuevas inversiones agroindustriales y extractivas-
Otros dos temas que se han planteado, y que son de principio para el Frente Amplio, es la anulación de
Al otro día de este “fiasco” que desconcertó al pueblo frenteamplista, con minoritarias excepciones, el Presidente Mujica sorprendió al plantear de una manera enérgica su intención de poner límite a la concentración de la tierra en manos de sociedades anónimas extranjeras, pero subrayando que no haría de este asunto una cuestión política que obligara a los legisladores del FA. El Presidente dio cifras alarmantes del escandaloso proceso de concentración y extranjerización de la tierra
Mientras el Vicepresidente y virtual cogobernante –Danilo Astori- había apoyado los dichos del Presidente a la bancada de diputados, ahora dijo con claridad que la iniciativa del mandatario “violaba las leyes de juego” (hacia el capital en general), de las que él, obviamente, era garantía. Otros legisladores de su grupo se manifestaron en el mismo sentido pero recibió un expreso apoyo del Partido Comunista y del Partido Socialista.
Mujica reiteró por radio “que no se bajaba” de su iniciativa de gravar con un impuesto progresivo a las propiedades rurales con más de
Para mantener la acción de su gobierno, el Presidente envía al Poder Legislativo el proyecto de asociación empresarial del Estado con inversores privados. Uruguay necesita de la inversión extranjera pero la misma está regulada por
Salvo el proyecto de Ley Interpretativa de
El Frente Amplio tiene una composición policlasista. Están en su seno los trabajadores organizados, los cuerpos estudiantiles y docentes de la enseñanza pública, capas medias de profesionales, productores y comerciantes pequeños y medios de la ciudad y un sector de la burguesía nacional. El modelo económico del gobierno es cuasi neoliberal, atenuado por el ejercicio de los Consejos de Salarios y políticas sociales asistencialistas dentro de los límites que le impone un estricto control del déficit presupuestal, condicionado por el crecimiento económico basado en las exportaciones y la caída del valor del dólar que ha reducido, relativamente, el peso fiscal de la deuda externa, dejando más recursos disponibles para estas políticas.
Las capas medias se encuentran en un consumismo desenfrenado que contagia y estimula el delito en los sectores marginados de la sociedad, que han sido excluidos por medio siglo de políticas egoístas. La sobrevaluación del peso frente al dólar, fomenta las importaciones y el déficit comercial, al tiempo que es una amenaza para la estabilidad y expansión de las exportaciones (Y las inversiones extranjeras) que parecen ser el punto principal de la agenda económica del Vicepresidente Astori y, al final, tras sus idas y vueltas, del desconcertante Presidente Mujica.
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